“Dirijo a hombres y le
doy a América esperanza”.
El
campeón mundial y olímpico de lucha libre Mark Schultz (Channing Tatum), a
petición del filántropo y mecenas multimillonario John du Pont (Steve Carell),
comienza a entrenarse en el centro de alto rendimiento de la granja Foxcatcher, propiedad de la familia du
Pont, de cara a preparar su participación en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
Sombrío
drama deportivo, basado en hechos reales, que gravita en torno la extraña
relación que se estableció entre el excéntrico John du Pont y los luchadores y
hermanos Schultz. Dicha relación, terminó de manera trágica con el asesinato de
“Dave” Schultz (Mark Ruffalo), el mayor de los hermanos, a manos del alienado
du Pont el 26 de enero de 1996. El realizador estadounidense Bennett Miller (Capote), consiguió gracias a esta
película el premio al Mejor director en el Festival de Cannes de 2014.
La
mayor virtud de Foxcatcher, quizá la
única, radica en su atmósfera turbia y enrarecida, al margen de la soberbia interpretación
de un Channing Tatum que sorprende. Resulta paradójico que no haya sido él, y
sí en cambio su compañero de reparto Steve Carell, el que haya recibido buena
parte de los elogios de la crítica especializada, pese a su (o quizá por ello)
grotesca y poco creíble encarnación del estrafalario millonario y mecenas
deportivo John du Pont. Otra muestra más del amor de Hollywood hacia las
transformaciones físicas por encima de la contención interpretativa. Entre
los defectos del filme, cabe resaltar su exceso de psicologismo (tanto du Pont
como el pequeño de los Schultz padecen un evidente complejo de inferioridad en
relación con su madre y su hermano respectivamente) en detrimento de la dimensión
de unos personajes bastante planos. Plana en su desarrollo también es la
narración, ajena al ritmo, a las emociones y a la propia trama; fría y ensimismada
en su afán psicologista. No importa que esté bien filmada y montada. Como
resultado se obtiene una cinta plomiza y pretenciosa que parece no terminar
nunca. Le sobra al menos media hora de metraje. Además, ¿a quién le interesa
esta historia? (No a mí, desde luego).
Conclusión_ sólo apta para fans de las contorsiones masculinas y estudiantes de psicología. Bennett
Miller no termina de despegar.
Una buena película sin duda es Foxcatcher que basa su excelencia primordialmente en el duelo de actuaciones que se avientan sus tres protagonistas principales.
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