"El
hombre nunca cambiará. Nos hemos esforzado tanto en construir una sociedad
equitativa donde no hubiera nada que envidiar al vecino... pero siempre hay
algo que envidiar. Una sonrisa, una amistad, algo que no tenemos y de lo que
queremos apropiarnos. En este mundo, incluso en el soviético, siempre habrá
ricos y pobres, gente con esperanza y desesperados, ricos en amor y pobres en
amor..."
Segunda
Guerra Mundial. La ciudad soviética de Stalingrado está siendo asediada por la
Alemania nazi. Una victoria del Tercer Reich supondría un golpe casi definitivo
en el frente oriental. El Ejército Rojo resiste a duras penas; cunde el
desánimo. Vasili Záitsev (Jude Law), un joven francotirador proveniente de los
Urales, devuelve la esperanza a los suyos a través de sus heroicas acciones.
Aunque
fuese algo infravalorada en el momento de su estreno (también supuso un fracaso
comercial), el paso de los años ha terminado por otorgar a esta notable cinta
bélica el reconocimiento que, sin duda, merece. Enemy at the Gates constituye el mejor trabajo del realizador
francés Jean Jacques-Annaud (En busca del
fuego, El nombre de la rosa, El oso), quien acertó al orientar su
película hacia el ámbito de la microhistoria, en lugar de buscar una
representación general de los acontecimientos históricos expuestos. El guión se
inspira en el personaje real de Vasili Záitsev, avezado francotirador soviético
que, según cuenta él mismo en sus memorias, abatió a alrededor de doscientos
cuarenta militares enemigos durante la batalla de Stalingrado: “Mataba a cuatro o cinco alemanes todos los
días”.
La
acción del filme se desarrolla en Stalingrado, actual Volgogrado, entre los
meses de septiembre de 1942 y febrero de 1943, durante los cuales tuvo lugar la
considerada como la batalla más sangrienta de la historia de la humanidad (se
calcula que murieron más de dos millones de personas entre soldados de ambos
bandos y civiles soviéticos). La reconstrucción mediante decorados de una
Stalingrado sumida en la ruina material a consecuencia de la beligerancia, resulta
soberbia y completamente creíble. Annaud introduce en su relato un elemento que
fue clave en el devenir de la Segunda Guerra Mundial: la propaganda. Joseph
Goebbels, ministro de propaganda alemán, manejó como nadie este recurso en
beneficio de la ideología nacionalsocialista. Sin embargo, no fue el único. En Enemigo a las puertas se nos habla del
aparato propagandístico soviético, personificado en el personaje del comisario
político Danilo (Joseph Fiennes), quien convierte a Vasili en el símbolo de la
esperanza soviética frente a las huestes de la Wehrmacht.
Si
bien es cierto que la película contiene excelentes escenas bélicas de masas,
como la del desembarco inicial bajo el ataque aéreo nazi, donde realmente
brilla es en el duelo personal que se establece entre Vasili y el mayor König
(Ed Harris), el francotirador alemán al que envían a Stalingrado para dar caza al
héroe nacional. Tal es el nivel de tensión narrativa alcanzado cuando ambos se
enfrentan, que la cinta no puede evitar decaer en el resto de escenas en las
que el duelo no se produce. En este sentido, quizá el elemento más flojo del
guión sea esa especie de triángulo amoroso que se da entre los personajes de
Vasili, Danilo y la guapa Tania (Rachel Weisz). Le falta fuerza.
Desde una perspectiva técnica y narrativa, destaca el uso del punto de vista subjetivo a través
de las miras telescópicas de los fusiles de los dos francotiradores enemigos. Por lo
demás, el filme está bien realizado, bien contado y bien interpretado (sobresale la presencia de Harris). Un gran
ejercicio cinematográfico.
Me gustó mucho cuando la vi. También destacaría la banda sonora de James Horner con sus míticos "parabará" y que la película se asemeja a un western.
ResponderEliminarCiertamente la banda sonora de Horner es muy destacada.
EliminarUn saludo.
Quizá no sea una película tan buena, pero es inolvidable. Pocas pueden presumir de algo así. Cuando recuerdo al personaje de Sascha me invade una tristeza tremenda.
ResponderEliminarSiempre he pensado que está película está dirigida por. Sergio Leone reencarnado en Annaud. No sólo por el proyecto que dejó sin realizar antes de morir, sino porque el enfoque es 100% de spaghetti western. Gran película.
ResponderEliminarSin duda hay algo de Leone en ese duelo a muerte entre los francotiradores.
EliminarUn saludo.
Un título muy reivindicable, tienes toda la razón. Saludos.
ResponderEliminarPara lo que este blog y su autor exigen, y para lo que la obra merece, esas cuatro estrellas se me antojan excesivas. Una notable película que atesora ciertas lecturas sociológicas más que interesantes, pero que su confección, estructura y narrativa no la habilitan más allá de lo disciplinario.
ResponderEliminarPues lo mismo me he pasado con las cuatro estrellas. O no. Hasta el último momento dudé entre las tres y media y las cuatro. Notable película, como dices, en cualquier caso.
EliminarUn saludo.