“Todo hombre es como la
luna: con una cara oscura que a nadie enseña”.
(Mark
Twain)
Navegando
río arriba por el Misisipi, Ellis (Tye Sheridan) y “Neck” (Jacob Lofland), dos
amigos adolescentes, llegan a una pequeña isla en la que se topan con Mud (Matthew
McConaughey), un fugitivo que huye de la policía y de un grupo de matones que
quieren matarlo.
Después
de la apocalíptica Take Shelter, el
joven realizador estadounidense Jeff Nichols reafirma su talento tras las
cámaras con esta aventura adolescente que, debido a su ubicación geográfica, el
río Misisipi y sus proximidades, a su protagonista, un chico de catorce años, y
a algunos de los temas que trata, como la amistad, se emparenta directamente con
la literatura de Mark Twain. El filme está rodado de manera íntegra en
escenarios reales del estado de Arkansas.
Mud supone un viaje iniciático hacia los sinsabores de la vida adulta. La infancia
termina para sus dos púberes protagonistas una vez que caen los títulos de
crédito finales. De la mano del embaucador fugitivo cuyo apodo (barro o lodo en
español) da nombre a la película, Ellis y “Neck” conocen el lado más amargo del
mundo en el que les ha tocado vivir. Existe, además, en Mud, un anticuado, ingenuo, encantador, trasfondo romántico basado en el
ideal femenino que se da de bruces con la cruda realidad (casi todos los
personajes masculinos de la cinta lo pasan o lo han pasado mal a causa de una
mujer). Aunque lo que sobre todo hay en Mud es buen cine americano. Cine arraigado a la tierra, a la historia y a los
personajes. Nichols se toma su tiempo a la hora de narrar un relato que se
desarrolla sin prisas pero sin pausas. El interés del espectador se mantiene
gracias al buen pulso narrativo y a un guión que va descubriendo sus cartas con
el transcurrir de los minutos. Su mayor acierto consiste en describir de un
modo adecuado las motivaciones de sus personajes. Ni siquiera se descuidan las
tramas secundarias, como ocurre en el caso del viejo Tom (Sam Shepard), cuya
vida pasada, por lo que se nos cuenta, podría haber dado lugar a otro interesante filme.
El
excelente reparto hace el resto. McConaughey cumple con solvencia en su rol,
mientras que el joven Tye Sheridan, a quien ya habíamos visto en El árbol de la vida, de Terrence Malick,
y el gran Sam Shepard, qué gusto da verlo en pantalla, son los que verdaderamente brillan.
Quizá
no tenga la intensidad dramática de Take
Shelter, pero con Mud, Jeff Nichols vuelve a demostrar por qué es uno de los directores sobre los que
más esperanzas hay depositadas dentro del panorama cinematográfico
estadounidense actual.
Lo
dicho, cien por cien recomendable.
Me resultó atractiva "Take Shelter", ciertamente no hay mucho cine estadounidense, actualmente, con ese nivel de personalidad. Veremos qué tal está ésta, gracias por la recomendación.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Irimiás:
EliminarMe sorprende el nivel de Jeff Nichols, creo que es un tipo a tener muy en cuenta en los próximos años. "Mud" tiene algo especial, es una buena historia con buenos personajes. No sé, me gusta.
Un saludo :)
A mí me gustó más que "Take Shelter", quizás por ese tono más "aventurero". Además me sorprendió bastante la interpretación de los dos adultos, a ver si apartir de ahora empezamos a verlos más en producciones de este tipo.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, David:
EliminarMe alegra que te haya gustado. "Take Shelter" era más intensa e impactante.
Un saludo.
Ricardo, muy buena tu reseña. Coincido respecto a que "Mud" tiene "algo especial", algo de Twain y de la aventura iniciática que nos encanta. En mi caso vi las tres películas de Jeff Nichols en su momento sin saber que eran del mismo director. Que grata sorpresa al desucubrirlo. A propósito de Mathew McConaughey, me gustaría saber tu opinión sobre la película "Killer Joe" (2011), de William Friedkin. (si no la has visto te la recomiendo seriamente).
ResponderEliminarHola, Conde Alucard:
EliminarNo he visto "Killer Joe", pero no eres el primero que me la recomienda, así que habrá que ponerle remedio. En cuanto a Nichols, creo que es uno de los grandes descubrimientos del cine independiente americano de los últimos años.
Un saludo.