“Los recuerdos no pueblan nuestra soledad, como suele decirse; antes al
contrario, la hacen más profunda”. (Gustave Flaubert)
España, años 50. La pequeña Estrella (Sonsoles Aranguren/Icíar Bollaín)
siente verdadera admiración hacia su padre Agustín (Omero Antonutti), médico y
zahorí que un día partió desde algún lugar del sur para instalarse en La Gaviota;
una casa situada en un pueblo del norte, entre el campo y la ciudad, en medio
de ninguna parte. Un misterioso nombre de mujer, Irene Ríos, despertará en
Estrella una gran curiosidad por conocer el enigmático pasado de su progenitor.
El sur es ese lugar en el que nunca
nieva y en donde el calor se combate con paciencia y una buena sombra; El sur es ese espacio de la memoria que
evoca un pasado teñido por los colores del amor y los años de juventud; El sur es ese misterio que se esconde tras
unos papeles rancios garabateados, unas postales viejas y una pantalla de cine; El sur es la tierna infancia y las
fantasías que conforman su inagotable mundo; El sur es poesía susurrada, belleza pictórica y emoción contenida; El sur es amanecer, paso del tiempo y muerte;
El sur es, simple y llanamente, una
de las películas de mi vida.
Una década después de su extraordinario debut en solitario con El espíritu de la colmena, Víctor Erice,
cineasta de insólita sensibilidad y capacidad poética, decidió adaptar una novela
corta de la escritora extremeña Adelaida García Morales. Pese a tratarse de una
obra inacabada según la opinión del propio director (la falta de presupuesto
impidió rodar la parte del filme que transcurría en el sur), lo que nos ha
quedado de ella, que no es precisamente poco, se mantiene como una de las más
elevadas cumbres artísticas de la cinematografía patria.
Como ocurriera en su anterior trabajo, también ambientado en la España de
posguerra, Erice se ocupa de temas como el mundo infantil (aquí en su tránsito
hacia la adolescencia), la insatisfacción familiar o la fascinación que sobre
nosotros ejerce el cine. De modo que si en El
espíritu de la colmena la proyección de Frankenstein sobre las paredes de
un viejo ayuntamiento despertaba el universo imaginario de una niña, en el
filme que nos ocupa, otra película, ficticia en este caso, titulada “Flor en la
sombra”, reavivará en la figura del padre momentos y heridas de un pasado que
se hace presente en la oscuridad de una sala del Cine Arcadia. Siendo de nuevo
la voz en off, las cartas escritas en
clandestina soledad, los silencios, las palabras sigilosamente pronunciadas y
las estampas de portentoso lirismo visual, las grandes protagonistas de esta
obra de arte cuya preciosa fotografía, a cargo de José Luis Alcaine, remite a
pintores como Caravaggio o Rembrandt (la escena de apertura es un auténtico
prodigio de iluminación).
Para terminar, me gustaría recordar dos momentos de la película que
consiguen emocionarme sobremanera: el baile de primera comunión entre padre e
hija al son del pasodoble En er mundo interpretado con acordeón, y la despedida final, con el susodicho pasodoble de
fondo, acompañada de una taza de café y una copa de añejo coñac. Sin palabras…
Para mí, esta segunda escena creo que es la mejor de la historia del cine español. El padre quiere revivir algo imposible con En er mundo, que la relación con su hija sea como era hace años. Y quiere despedirse de ella recordando aquella felicidad que, en la actualidad, no es tal. Solos, en el salón, mientras en la otra habitación suena el pasodoble para una celebración familiar...
ResponderEliminarEn un documental que vi no llegaba a aclararse del todo las razones por las que se paralizó el proyecto. Querejeta afirmaba que Erice se había pasado de presupuesto y tiempo de rodaje; el director defendía que si eran 85 días los previstos (creo), no se habían llegado a los 50 y le daba tiempo en términos y dinero previsto. Otras voces decían que se esperaba un dinero (no sé si de TV) y que no llegó. Y en otra ocasión creo que Querejeta apuntaba, además de motivos económicos, que creían que artísticamente esa segunda parte no aportaría gran cosa.
Comprendo a Erice porque querría haber explicado una serie de cosas que ahora sólo son susposiciones pero... juzgando lo que hay, es una auténtica obra maestra. A destacar, como dices, uno de los mejores trabajos de Alcaine (nada que envidiar aquí a Storaro) y también de Omero Antonutti.
Obra maestra. Y viene otra...
Hola, Carlos:
EliminarEn esta entrevista (http://www.rtve.es/noticias/20110107/victor-erice-sur-nunca-estuvo-planteada-como-dos-peliculas/393001.shtml) Erice da su versión sobre lo que ocurrió durante el rodaje del filme. De todos modos, que no sepamos exactamente lo que sucedía en el sur, no deja de enriquecer a la película haciéndola más enigmática si cabe.
Un saludo.
Bonita reseña poética la que te ha quedado. Algo comprensible puesto que es una de esas películas que te deja en un estado muy distinto al previo a su visualización. Hecho que solamente ocurre con obras maestras como ésta.
ResponderEliminarMás dramático que no haber acabado la obra es no haber hecho más películas a excepción del documental El sol del membrillo.
Un saludo.
Hola, Jordi:
EliminarMe alegra que te guste la reseña, en ella he intentado plasmar con torpes palabras lo que se siente al contemplar semejante belleza. Que Erice no haya vuelto a dirigir es una auténtica tragedia, se debería haber hecho todo lo posible por evitarlo. Pero bueno, supongo que este país resulta más rentable financiar basura que arte. En fin, una pena.
Un saludo.
Como hace muchos años que la ví, no recuerdo la escena final, pero sí la del baile de la primera comunión, que también me emocionó mucho. Me pareció entonces una obra maestra, aunque debería revisarla para poder rebatir la afirmación de un crítico cachondo que la definió como "un anuncio de Nescafé, pero largo", ya que -sin desmerecer el trabajo de Erice ni de Alcaine- es verdad que en mi recuerdo guarda cierta semejanza. Saludos.
ResponderEliminarAñado: En verdad es triste que Erice no haya hecho más películas.
ResponderEliminarHola, ricard:
EliminarLa revisé hace unos días y creo que hasta gana con el paso de los años. Para apreciar el cine de Erice se necesita de una sensibilidad que, probablemente, ese crítico no tenía. Es como cuando leo a Boyero decir que "Stalker" es "aburrida" (menudo argumentazo). Es mejor no sacarlos de Billy Wilder.
Saludos.
Coincidimos plenamente en todo. Es una obra maestra absuluta, ya no del cine español, sino del general.
ResponderEliminarLas dos escenas que citas, según las leía se me ponían los pelos de punta. Siempre que escucho "En en mundo" me acuerdo de "El Sur".
Aunque sea una película incompleta es una de mis preferidas y está entre las tres mejores de nuestro cine.
Que maravilla!
Un abrazo.
Hola, Noodles:
EliminarUn nudo en la garganta y los pelos como escarpias; así me dejan a mí. Qué grande era Erice y qué poco nos duró. "El espíritu de la colmena" me sigue pareciendo una de las mejores películas de todos los tiempos. Que le quiten lo "bailao".
Un abrazo.
Primero, alegría encontrar a alguien más que parece creer que "Boyero no es Dios".
ResponderEliminarSegundo, para acabar con los agravios contra el bueno de Erice, la que le hicieron con el Embrujo de Sanghai. "Víctor, la importancia de la estatuilla y la fama, de salir en TV con otros famosetes"... aunque personalmente considere que comparar Belle Epoque con El espíritu de la colmena o El Sur (¿y con El sol del membrillo?) suene a chirigota.
Saludos.
¿Boyero Dios? Me parece un crítico popular y mediático sin más. Difícilmente logra ver algo más allá del Hollywood clásico.
EliminarPor otro lado, no seamos malos, ya que comparar a Erice con cualquier otro director español vivo es bastante insultante.
Saludos.
Hola Ricardo:
ResponderEliminarYo conozco esa carretera a ninguna parte, la visité de niño y la recuerdo más como tú la describes que como yo la vi, ha ido perdiendo realismo y se ha ido cargando de magia en la frontera donde no parece pasar el tiempo y las obras maestras habitan para siempre.
Yo vivo aún más al norte, así que ese lugar, esa película, es mi sur, y desde que la vi llevo una veleta clavada apuntando siempre en esa dirección, por muchas vueltas que de la vida a ritmo de pasodoble.
Antes de conocer a Tarkovky, el padre de Estrella me anticipaba, en ciertos aspectos, a ese Stalker que en vez de lanzar señuelos, se orientaba con su péndulo, entre el científico y el hombre de letras, entre el padre-esposo y su pasado-destino, en esa zona misteriosa donde se corre el riesgo de perder la vida o hacer realidad lo imposible.
Esta película es un milagro inacabado, y que Víctor Erice no haya dispuesto de los recursos necesarios para hacer realidad el resto de sus proyectos es un pecado imperdonable. Una crisis realmente profunda que viene de lejos.
Mi momento: la niña escondida debajo de la cama en la oscuridad, sufre, no entiende y reta al padre, las llamadas angustiadas de la madre, el silencio del padre sufriendo una oscuridad aún mayor, responde, los latidos del bastón en el suelo, a cada golpe le responde una lágrima…que maravilla de diálogo, sólo recordarlo emociona.
Tu entrada contiene algunos de los mejores versos que he leído en los últimos tiempos, de una de mis películas de mi vida también, que más se puede pedir, tan sólo agradecer.
Un abrazo.
Hola, txusfin:
EliminarGracias por tu bonito y evocador comentario, está claro que "El sur" es una película muy importante para ti.
Me gusta que saques a colación a Tarkovsky, ya que entre el ruso y el español hay más de un punto de conexión. Digamos que están en la misma onda a la hora de hacer cine.
Tu momento me parece excelso, difícilmente se puede transmitir tanto con tan poco. Por cierto, delicioso el trabajo de la niña Sonsoles Aranguren. Una preciosidad.
Y sí, hay algo del sufrimiento aceptado del Stalker en Agustín; un personaje enigmático a caballo entre la ciencia y la tradición.
Un abrazo, amigo.
Oye Ricardo, has visto esta entrevista? Es sumamente interesante. Mataría por haber visto 'El sur' tal y como nos la cuenta Erice..
ResponderEliminarhttp://www.rtve.es/noticias/20110107/victor-erice-sur-nunca-estuvo-planteada-como-dos-peliculas/393001.shtml
Siempre he pensado que esas últimas líneas que recita (y que son las que hubieran cerrado la película) quedarían genial en una crítica tuya (ya que sueles empezarlas con algo así), pero ya veo que ya está hecha y has puesto una de Flaubert jaja
De todas formas:
"Hay en el mundo unas islas que ejercen sobre los viajeros una irresistible y misteriosa fascinación. Pocos son los hombres que las abandonan después de haberlas conocido; la mayoría dejan que sus cabellos se vuelvan blancos en los mismos lugares donde desembarcaron; hasta el día de su muerte, a la sombra de las palmeras, bajo los vientos alisios, acarician el sueño de un regreso al país natal que jamás cumplirán. Esas islas son las Islas del Sur. Cuentan que en ellas estuvo en tiempos el Paraíso."
Vale, me paso por aquí a ver si me has contestado, y entonces me da por leer los comentarios y veo que tu mismo ya has puesto este enlace.. En fin, mis disculpas :)
EliminarJa, ja, ja. Si es que no lees, chavalote ;)
EliminarBueno, bueno, aún así me he fijado que Lynch a adelantado a Erice en tu top.. :)
ResponderEliminarY otra cosa, para cuando una crítica de 'El sol del membrillo'? Me parece sublime.