1. Ordet (La palabra) (Ordet, 1955) de Carl Theodor Dreyer.
Una de las películas más bellas y profundas de la historia del cine. Distintas actitudes ante la primordial cuestión de la fe, sirven al maestro danés para componer un verdadero canto a la vida.
2. Vértigo (De entre los muertos) (Vertigo, 1958) de Alfred Hitchcock.
El filme más hondo y personal de su director, una mórbida historia de obsesión amorosa que remite a las exacerbaciones más febriles de la literatura gótica. Mi película norteamericana favorita de todos los tiempos.
3. Cuentos de Tokio (Tokyo monogatari, 1953) de Yasujiro Ozu.
Probablemente la verdad se encuentre en los aspectos más sencillos y cotidianos de nuestra existencia. La vida nos parece tan compleja porque somos incapaces de vislumbrar su simpleza. Así lo creía Ozu, y así lo plasmó en esta obra memorable.
4. Fresas salvajes (Smultronstället, 1957) de Ingmar Bergman.
La película más hermosa y conmovedora de toda la filmografía de Ingmar Bergman. Una road movie en la que el viaje físico se ve acompañado de otro interior mucho más importante en busca del sentido existencial necesario para afrontar la muerte.
5. El placer (Le plaisir, 1952) de Max Ophüls.
El paso del tiempo y las pérdidas que conlleva constituyen el tema esencial de esta melancólica y exquisita adaptación de tres cuentos de Guy de Maupassant. Tan maravillosa que uno desearía que no se terminara nunca.
6. Madame de... (ídem, 1953) de Max Ophüls.
Ophüls era en muchas ocasiones sinónimo de perfección. Si alguien lo duda sólo tiene que visionar esta película, tan fatalista y desesperadamente romántica que llega a doler.
7. El séptimo sello (Det sjunde inseglet, 1957) de Ingmar Bergman.
La angustia existencialista hecha filme. El caballero cruzado que juega al ajedrez con la muerte es una de las estampas más reconocibles del cine europeo de todos los tiempos.
8. Cuentos de la luna pálida de agosto (Ugetsu monogatari, 1953) de Kenji Mizoguchi.
Tan mezquino es a veces el hombre, que su deseo de poseer cosas que realmente no necesita le llevan a perder lo que ya tenía y verdaderamente importaba. Fascinante y mágica obra maestra del gran Kenji Mizoguchi.
9. La noche del cazador (The Night of the Hunter, 1955) de Charles Laughton.
Es una lástima que Charles Laughton sólo pudiera dirigir una película. Su oscuro cuento (claramente influenciado por las obras expresionistas mudas) sigue siendo un filme único en la historia del cine norteamericano. Jamás olvidaremos al reverendo Powell encarnado por Robert Mitchum, el mejor villano de todos los tiempos.
10. Rashomon (ídem, 1950) de Akira Kurosawa.
La estructura esquizofrénica de esta reflexión acerca del egoísmo y la mentira sigue fascinando hoy en día. En esta lista podrían haber aparecido otras obras imprescindibles que el director nipón filmó durante la década, pero Rashomon me sigue pareciendo la más influyente y compleja de todas ellas.
Ricardo disculpa la demora, ya estas enlazado a nuestro blogroll, nos hicimos tus seguidores y estaremos visitando el blog a menudo. Es más que un placer estar enlazados a tu blog tenemos mucho que aprender de ti pasare a la brevedad con más tiempo para visitarlo y comentar detenidamente. Gracias por todo un abrazo.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarPara mí también es un placer enlazar vuestro interesante blog con el mío. Gracias por seguirme.
Hola, Ricardo.
ResponderEliminarMuy de acuerdo con la selección de las diez películas. ¿Es una selección tuya?: Hace unas semanas que he vuelto a ver Ordet. Es una obra de arte. Y de Vértigo, qué voy a decir yo... No me harto de visionarla una y otra vez.
Un saludo.
Hola, Scotty
ResponderEliminarSí, es una selección mía, uno no puede abstraerse de sus gustos e inquietudes a la hora de elaborar este tipo de listados. No obstante, y aunque parezca una contradicción, intento ser objetivo dentro de mi subjetividad. Reconozco que en esta década me ha costado seleccionar diez, ya que se han quedado fuera muchas películas que perfectamente podrían figurar en la lista.
Con respecto a Ordet, no sé qué puedo decir que no resulte vulgar en comparación con lo que ese filme es y representa. Tú lo has dicho, una obra de arte.
En cuanto a Vértigo, pues más de lo mismo. No creo que haya una película norteamericana que haya ejercido una mayor influencia en el cine posterior. Hitchcock era un genio, y aquí nos encontramos ante su mejor cinta, sin duda.
Gracias por tu comentario y por seguir mi blog.
Un saludo.
Hola, Ricardo
ResponderEliminarla verdad, es que me gusta tu lista, tienes criterio, chaval. Aunque no sé si se me permite, añadir alguna obra maestra más a tu selección, Senderos de gloria o tal vez, La ventana indiscreta? aunque ya no serían diez, claro.
Un saludo
Hola, munny
ResponderEliminarClaro que se te permite que lo hagas, puedes añadir las que quieras. De hecho, se podrían realizar varias listas alternativas que tendrían casi el mismo valor que la expuesta.
"Senderos de gloria" me parece una de las cuatro mejores películas de Kubrick, así que se podría incluir perfectamente. En cuanto a "La ventana indiscreta", he de decirte que estuve a punto de ponerla, pero como bien dices, sólo podía elegir diez. Me ha costado dejar fuera a auténticas gemas del séptimo arte tales como "Centauros del desierto", "Sed de mal", "El intendente Sansho", "Los siete samuráis" y otras muchas, pero claro, había que elegir...
Gracias por tu comentario y por seguir mi blog.
Un saludo.
Me duele que no esté "El río" de Renoir y naturalmente "Centauros del desierto".
ResponderEliminarAñadiría además esa joya que es "Un condenado a muerte se ha escapado" y "Pickpocket".
ResponderEliminarMe parece una lista excelente. Pensé en "Centauros del desierto", por supuesto, pero no la considero superior a ninguna de las que aparecen. De Bresson ya sabes lo que pienso...
ResponderEliminarMe quiero morir... no puede ser que se me haya olvidado mencionar la Trilogia de Apu. Siempre hay una o dos películas que a uno se le pasan, sobre todo cuando tiene tiempo sin volverlas a ver (cosas de cinéfilo empedernido). Saludos.
ResponderEliminarTranquilo, Woland, a todos nos ocurre. La trilogía de Ray es excelente, pero es que esta década es brutal...
ResponderEliminar