“No puedo volver al
ayer, porque ya soy una persona diferente”.
(Lewis
Carroll)
Tras
cuatro años desaparecido, un hombre (Harry Dean Stanton) aparece andando en
medio del vasto desierto de Texas sin recordar quién es ni de dónde procede. Su hermano (Dean Stockwell) lo ayudará a recuperar la memoria.
Paris, Texas
es quizá el título más emblemático (puede que no el mejor) de la carrera del otrora gran director
alemán Wim Wenders. La película que lo consagró a nivel internacional y le
sirvió para llegar a una audiencia mucho más amplia que la que hasta ese
momento disfrutaban sus trabajos. Gracias a ella obtuvo en Cannes la Palma de
Oro, el Premio del Jurado Ecuménico y el de la Federación Internacional de la
Prensa Cinematográfica (FIPRESCI). Un éxito crítico rotundo que perdura hasta
nuestros días, cuando la obra que nos ocupa sigue siendo considerada de culto
por miles de cinéfilos de todo el mundo.
Son
muchos los componentes que hacen de este filme, con guión del polifacético Sam
Shepard a partir de determinados elementos de su Motel Chronicles (1982), una experiencia inolvidable: la secuencia
de apertura en el desierto de Texas, la banda sonora para guitarra de Ry Cooder
(utilizada en España en la cabecera del programa de televisión Documentos TV), la conmovedora
interpretación de Harry Dean Stanton, la fotografía de Robby Müller, las
interminables carreteras del sur de Estados Unidos, el diálogo/monólogo de la
segunda secuencia en la cabina de estriptis (una de las cumbres de la
filmografía wendersiana), y, por supuesto, la belleza angelical de Nastassja
Kinski. Paris, Texas mezcla la
sensibilidad cinematográfica europea con la geografía norteamericana, algo que
influiría de manera determinante en realizadores estadounidenses independientes
como Jim Jarmusch, quien por entonces rodaba otra road movie de culto, Extraños
en el paraíso (Stranger than Paradise).
Wenders trata aquí temas como el pasado, la memoria, el sentimiento
paternofilial, el dolor amoroso o la redención. Su trabajo en la dirección resulta
soberbio desde los planos aéreos iniciales del desierto texano (el Parque
Nacional Big Bend más concretamente),
de donde, entre monumentales y milenarios acantilados rojizos, surge la solitaria
figura de un Travis impávido, mudo, reseco, amnésico, sediento, repleto de
polvo y quemado por los rayos de sol. Así comienza su travesía (una travesía
doble, tanto en lo físico como en lo emocional) en busca de un pasado
tormentoso del que escapó por simple temor al sufrimiento.
Dos
secuencias a mi entender memorables: la mencionada en la cabina de estriptis,
con un uso magistral del cristal/espejo por parte de Wenders (la primera escena
entre Travis y Jane, su ex mujer, ataviada en esta ocasión con un sexy vestido de
angora rosa en esa misma cabina es igualmente brillante aunque de menor emotividad y relevancia), y el encuentro final (spoiler)
de madre e hijo contemplado por Travis desde el exterior del edificio.
La edición de a contracorriente films.
A mí no sólo me parece la mejor de Wenders (en mi opinión por encima de la también genial El cielo sobre Berlín) sino también una de las mejores películas de la historia. La vi el año pasado y desde entonces es una de mis favoritas. Lástima que no le hayas puesto las cinco estrellas, aunque la crítica es perfecta.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Javier,
EliminarQuizá haya en 'Paris, Texas' un toquecillo sentimental que es el que impide que, por el momento, no le conceda las cinco estrellas.
Un saludo.
Entre todos vamos a conseguir que Ricardo le añada esta media estrellita más...
ResponderEliminarJa, ja, ja. ¿Dónde se recogen las firmas? :)
Eliminar¿Para firmar tú? ¿Ves?, ya te han entrado las prisas, jajajajajajaja.
EliminarEntre todos vamos a conseguir que Ricardo le añada esta media estrellita más...
ResponderEliminarTengo ganas de comprarmela y la nueva edición de contracorriente tiene muy buena pinta, parece que mejora la previa. Tienes idea Ricardo de si es así? Gracias y un abrazo! Me ha alegrado ver una reseña tuya de esta peli :)
ResponderEliminarHola Julia,
EliminarSi te gusta la película y posees un reproductor de blu-ray, no dudes en comprarte esta nueva edición. Es una pasada. Así da gusto ver películas.
Un saludo :)
Una gran película romántica; triste pero en cierto modo luminosa.
ResponderEliminarSaludos.
Hola ricard,
EliminarSí, romántica, pero en un sentido más europeo (afortunadamente) que americano.
Un saludo.
Coincido en la genialidad de la película.
ResponderEliminarPero no la veo a la altura de sus primeras obras.
En especial la "mágica" Cielo Sobre Berlín.
;-)
Hola Patarrán,
EliminarYo también prefiero 'Cielo sobre Berlín' o 'El amigo americano'. Sin restar méritos a esta extraordinaria 'Paris, Texas'.
Un saludo.
Yo también me sumo a las firmas :-). La escena del cine casero en la que Hunter empieza a reconocer a Travis como su padre (y a añorar a su madre) merece las puntas que faltan a la quinta estrella...
ResponderEliminarHola Erasmo,
EliminarLa que mencionas es una escena muy emotiva. Al final me vais a convencer y todo con lo de la media estrella :)
Un saludo.
Me encanta cómo juega Wenders con el cine en el cine y con el silencio del cine casero de entonces. Aunque, por supuesto, nada como las secuencias que mencionas tú.
EliminarPor otro lado, qué razón tienes hablando del *otrora* gran director alemán Wim Wenders...
ResponderEliminarUn saludo.
Lamentablemente tengo razón. Al menos en lo que al cine de ficción se refiere.
EliminarA Harry Dean Stanton le hicieron falta más papeles así. Hasta en su minuto y medio de aparición en 'The Straight Story' dio muestra de los niveles emocionales que su actuación podía alcanzar.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo contigo.
EliminarUn saludo.