Langosta
(The Lobster, 2015), de Yorgos
Lanthimos. Sección Oficial.
The Lobster,
del peculiar realizador griego Yorgos Lanthimos (Canino), Premio del Jurado en Cannes
2015, era probablemente el título más esperado de la presente edición del
festival. Y debo reconocer que, dada la originalidad de su planteamiento y lo
brillante de su ejecución, no ha decepcionado en absoluto. La película mezcla con
acierto la ciencia-ficción, la comedia surrealista y el drama romántico en un
relato alegórico con reminiscencias orwellianas. En un futuro próximo, ser
soltero equivale a ser una especie de marginado social. Un paria. Es por ello
que los solteros acuden a un lujoso hotel resort
(el Parknasilla, en Irlanda) donde disponen de cuarenta y cinco días para
encontrar pareja. De no hacerlo, serán convertidos en el animal que previamente
hayan elegido (una langosta en el caso de de David, nuestro protagonista, encarnado
por un gran Colin Farrell). Lanthimos expone con exactitud y sofisticación las
absurdas reglas de esta sociedad distópica, enfrascando al espectador en un divertido
y entretenidísimo juego cinematográfico. Pero bajo todas esas capas de humor
seco y transgresión de las convenciones de las relaciones de pareja, se oculta un
gran drama: el de la desesperación del individuo por huir de la soledad y encontrar
a la persona adecuada a toda costa. Y también una afilada crítica a la sociedad por
convertir ese deseo tan humano en imperiosa necesidad. En el plano formal destacan la cuidada composición de los encuadres y el uso del ralentí al compás de la música Beethoven.
Todo lo que indicas y destacas es rigurosamente cierto, si bien sinceramente creo que es un proyecto fracasado. A la brillantez de idea y un comienzo prometedor, le suceden más de sesenta minutos del auténtico hastío, donde el metraje se me antoja excesivo, el discurso repetitivo, el humor pierde fuelle a medida que resulta previsible, la historia se hace irreconocible por entrar directamente en el absurdo, y esa brillantez formal, estilística, musical y de premisa sucumbe por descompensada, mal narrada y profundamente aburrida. Un abrazo.
ResponderEliminarAun estando de acuerdo en que en su segunda parte el filme baje de nivel, no creo que se trate de un proyecto fracasado. Ni mucho menos. Quizá las expectativas eran demasiado altas.
EliminarUn abrazo.