Hace algún tiempo, en la ciudad de Suburbia, en lo alto de una colina
presidida por un imponente caserón gótico, un viejo y solitario inventor
(Vincent Price) dejó sin acabar la mayor de sus creaciones: un muchacho llamado
Eduardo (Johnny Depp) que tenía por manos unas afiladas cuchillas.
Es posible que no sea del todo objetivo a la hora de valorar un filme que
lleva conmoviéndome y haciéndome soñar desde que tengo uso de razón, pero es
que uno, que ya va cumpliendo sus años, se siente incapaz de reflexionar acerca
de este maravilloso cuento de hadas sin dejarse embargar por el torrente de
sentimientos y emociones que su repetido visionado desprende.
Eduardo Manostijeras no es el
mejor trabajo de Tim Burton (ese honor corresponde a la excepcional Ed Wood), aunque no tengo duda alguna de
que se trata de su obra más personal e íntima; aquella que refleja como ninguna
otra la personalidad del extraño autor de Batman.
La película, un cruce entre La
Bella y la Bestia y Frankenstein,
supone un compendio de los intereses y gustos del cineasta (el romanticismo
alemán, el horror gótico, el expresionismo cinematográfico, la subcultura pulp…) que deviene en una tierna fábula
sobre las dificultades que entraña ser diferente en una sociedad que se ha
autoimpuesto como patrones esenciales la impersonalidad y la homogeneidad. El
ingenuo Eduardo compuesto por un Johnny Depp que parece salido del cine mudo,
carente de cualquier tipo de malicia al haber vivido en completo aislamiento y
cuya caracterización recuerda tanto al Cesare de El gabinete del Dr. Caligari como al líder de la banda The Cure,
Robert Smith, es uno de esos personajes marginales e incomprendidos (quizá el
más importante de todos) de los que pululan por el imaginativo universo burtoniano. De
su mano (¿debería haber dicho tijera?) descubriremos que este mundo, en su
inabarcable egoísmo y acritud, no tolera que broten la inocencia y la bondad,
no vaya a ser que cunda el ejemplo y deje de ser esa gran mierda que entre
todos hemos contribuido a crear.
La sensibilidad mostrada por el director en el tratamiento de personajes
y situaciones, su negro sentido del humor, la excelente labor de todo el
reparto, el diseño de producción (impresionante el decorado del caserón del
inventor) y la emotiva, casi angelical, partitura de Danny Elfman convierten esta
extravagante historia en algo inolvidable.
No sé ustedes, pero yo, cada vez que nieva, al margen de explicaciones
puramente meteorológicas, siempre pienso en que el inocente Eduardo, taciturno y
con el corazón triste, está tallando alguna de sus extraordinarias esculturas
de hielo en su solitario mundo de sombras. Cosas del cine.
Hola Ricardo!
ResponderEliminarGracias a Ricard y su bloc Clàssics de cinema he descubierto el tuyo, que está genial, felicidades. Y qué sorpresa cuando he visto la entrada de Eduardo Manostijeras, una de mis pelis favoritas. El contraste entre la crueldad de la historia y su sensibilidad y emotividad la hace muy especial, junto con los demás elementos que comentas (la banda sonora, por ejemplo, es impresionante) y para mi supera el paso del tiempo para reafirmarse como una obra maestra. Como tu, yo tampoco dejo de commoverme cada vez que la veo.
Te dejo mi bloc por si te quieres pasar: http//sessiodoble.wordpress.com
Seguiré atenta a tus reseñas!
Marta
Hola, Marta:
EliminarBienvenida al blog y gracias por tus palabras. Haces referencia a la sensibilidad, que en mi opinión es la principal característica de los mejores trabajos de Burton. Hay que reconocerle al autor de "Sleepy Hollow" una especial sensibilidad a la hora de tratar a personajes ingenuos e idealistas que inevitablemente resultan marginados en un mundo hostil y cruel como en el que vivimos.
Tomo nota de tu blog para pasarme por él.
Un saludo.
Grandiosa pelicula, estimado colega.Muy personal, muy conmovedora. Me gusta especialmente esa estética en tonos pasteles de ese suburbio norteamericano en franco contraste con el frio y oscuro gótico del castillo. Depp está enorme en su papel de friki, como siempre. Hasta la anodina protagonista femenina (no recuerdo su nombre) no desentona en ese aire de inocencia del filme, que bien recuerda a nuestros cuentos mas queridos de la infancia. Un saludo.
ResponderEliminarHola, José:
EliminarEstá claro que nos encontramos ante la obra más profundamente personal de su autor. Estoy convencido de que "Eduardo manostijeras" es la película que Burton siempre quiso rodar. Los contrastes cromáticos a los que aludes son muy típicos del cine burtoniano cuando trata de enfatizar la dualidad de algunas de sus historias. Coincido contigo en que a Depp se le da genial eso de interpretar a tipos extravagantes, aunque últimamente anda algo pasado de rosca. Esa actriz anodina a la que te refieres es la guapísima Winona Ryder, lamentablemente echada a perder por culpa de su extraña personalidad.
Un saludo, estimado colega.
Un post excelente. Y estoy totalmente de acuerdo contigo: es una película emotiva y lúcida, apasionante y encantadora. Un saludo.
ResponderEliminarHola, ricard:
EliminarMe alegra que te haya gustado el post, creo que de él se desprende el amor que siento hacia esta película. Por lo demás, firmo todo lo que dices acerca de ella.
Un saludo.
Uno de los mejores cuentos contemporáneos...
ResponderEliminar¿Quién no suspira cuando nieva?
Hola, Sidhe:
EliminarCreo que es la primera vez que escribes en el blog, así que permíteme que te anime a hacerlo más a menudo. Desde luego que suspiro cuando nieva, aunque casi nunca ocurre por aquí. Eduardo debe andar lejos :)
Un saludo.
Me encanta esta película, como todas las que he visto de Tim Burton y Johnny Depp, formando equipo.
ResponderEliminarLa verdad es que la vi por primera vez de pequeña, y me gustó por lo diferente que era, Ahora, que ya han pasado unos añitos, sigue encantándome.
Un saludo ^^
Hola, MAV:
EliminarTe digo lo mismo que a Sidhe, ya que también es la primera vez que dejas un comentario. El dúo Burton-Depp me ha gustado siempre, aunque echo de menos los logros de sus primeros trabajos. Yo también la vi siendo un niño y me encantó. Siempre consigue arrancarme alguna lágrima al final...
Un saludo.
Maravillosa película, Don Ricardo, de las que hace afición usando un símil futbolistico, con Ed Wood bajo mi limitado punto de vista la mejor cinta de Burton, el personaje principal es un encanto y el mundo creado por este imaginativo artista. Igualmente su post es buenísimo para variar, aunque Don Ricardo, le noto en esta entrada mas pesimista-¿ o realista?- respecto al devenir de este mundo en el que nos ha tocado vivir, sin que creo que le falte una gran pizca de razón, ademas mejor que seamos todos culpables(de esta mierda) que no solo unos cuantos,no?,gracias y un saludo.
ResponderEliminarHola, Luis Alberto:
EliminarPues coincido plenamente contigo, ya que a mí "Ed Wood" y "Eduardo manostijeras" también me parecen los mejores trabajos de Burton.
Reconozco que el visionado o recuerdo de esta película siempre me deja un poso de tristeza. Me pasa desde que era niño. Supongo que nunca entendí que un ser tan maravilloso como Eduardo no tuviera un lugar en este mundo. El paso de los años y la experiencia acabaron por confirmarme que, efectivamente, la vida es así. Y sí, creo que todos somos, en mayor o menor medida, culpables de ello.
Un cordial saludo y gracias por tus apreciaciones.
Pues sí, Ricardo, los Eduardo manostijeras en este mundo no pintan mucho aunque deberían posiblemente,son más bien marginados por la mayoría aunque no descartemos la vocación solitaria de su creador, sin embargo es cierto que poniéndose uno un poco en su lugar la bondad y la inocencia no sé bien y totalmente los motivos les cuesta crecer en este valle según el momento y a veces las circunstancias, cosas de los hombres supongo, bueno me dejo de filosofar y decir que no he mencionado el contraste que resulta entre el homogéneo e integrado ámbito de las casas años 50 de los EEUU y la solitaria mansión o casona donde se crió Edward, admirable el detalle porque me parece ya toda una declaración de intenciones por parte de Tim Burton, no sé a ti qué te parece, nos habla así de su marginalidad y soledad, y también de su destino final, y cómo no de la magistral banda sonora de Danny Elfman, una de las mejores bandas sonoras que uno ha oído sin ser un entendido que conste.Por cierto, si alguna vez llevases adelante tus proyectos cinematográficos cuenta si es posible conmigo, estoy ahora mismo deseando dejar lo que hago, un saludo y muchas gracias y perdona por la parrafada.
EliminarEse detalle que comentas no hace sino subrayar las diferencias entre el mundo de Eduardo y el del resto de la sociedad. Recuerdo unos planos aéreos de Suburbia a primera hora de la mañana en los que se ve cómo todos los vecinos, cual autómatas, hacen exactamente lo mismo. Burton incide en las diferencias de un mundo y otro de manera constante a lo largo de todo el metraje para que quede claro su mensaje. Supongo que el director siempre se sintió como un bicho raro, algo que plasma en muchos (casi todos) de sus trabajos. Si analizamos con detenimiento su filmografía, nos percataremos de que Pee- Wee, Bitelchús, Batman, Eduardo, Jack Skeleton, Ed Wood, Charlie, William Bloom... son personajes muy, pero que muy parecidos.
EliminarYo también creo que la partitura de Elfman es uno de los mejores score de las últimas décadas.
Un saludo y gracias a ti.
Hola Ricardo, de acuerdo con todo lo que comentas.
ResponderEliminarSin duda la película más personal de Burton. Una auténtica maravilla con escenas inolvidables.
Por cierto que las casas que comenta acertadamente el anterior comentario existen de verdad en Florida. Pero no con esos colores, claro.
A ver que nos depara la nueva película de Burton que se estrena este fin de semana.
Yo me quedo con Ed Wood, Big Fish y Edward..
Un saludo
Hola, C. Noodles:
EliminarSí, eso que dices lo leí en alguna parte. La verdad es que se trata de un tipo de barrio típicamente norteamericano que aparece también en otras películas del director.
Yo me quedo con las tres que citas más "La novia cadáver".
Veré la nueva, aunque no tengo unas expectativas demasiado altas. Ojalá me equivoque.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo con lo que dices Ricardo, una de mis favoritas de Burton junto a Ed Wood, Big Fish, y la Novia Cadáver, quizás la mejor de sus últimas películas, Veremos la nueva espero que consiga redimirse totalmente. Un gran amigo.
ResponderEliminarHola, Pedro:
EliminarCompartimos filias burtonianas. La última película es probablemente lo peor que yo haya visto del otrora singular director. Tendrá que redimirse más adelante.
Un abrazo.
Hola, Ricardo: Me ha ocurrido con Eduardo Manostijeras como con Hammershoi (llegué tarde). Una película fantástica en todos los sentidos. a mi me encantan los cuentos y este tiene de todo: Originalidad, Ternura, romanticismo, humor y una banda sonora maravillosa; así que no me extraña que seas incapaz de reflexionar dejando a un lado el sentimiento; lo que vemos de pequeños, como es tu caso, nos marca mucho. La interpretación que Jhonny Deep hace de su personaje es magistral, y qué decir de Vincent price! También está muy bién Winona Ryder; Burton dice de ella, entre otras cosas que la idea de convertirla en animadora era muy divertida para él y se reia cada día nada más verla entrar en el estudio con aquel uniforme de animadora y aquella peluca rubia en plan Halley Mills. (parece ser que ella había sufrido en el colegio con ese tipo de gente).
ResponderEliminarBueno, como no quiero extenderme demasiado, sólo decir que me gusta mucho el momento en que Eduardo está tallando el Angel y Kim va girando con los brazos extendidos, mientras las laminitas de hielo que se desprenden, van cayendo sobre su cabeza como si nevara. El final conmovedor.
Hasta la próxima. Un abrazo
Hola, selegna:
EliminarDebería ser usted mucho más puntual, está muy feo eso de llegar siempre tarde :). Esa escena que mencionas, la de la danza del hielo acompañada de la música de Elfman, es verdaderamente mágica. Es una lástima que el autor de "Ed Wood" haya perdido (¿para siempre?) ese puntito de magia y sensibilidad que lo hacía tan especial. Acabo de ver en el cine su último trabajo y ya adelanto que es un auténtico fiasco (algo ya se intuía en el tráiler).
Un abrazo.
ya me pongo yo solita en el rincón, de cara a la pared...y mientras voy leyendo "La luz en el cine" je,je.
ResponderEliminarBuen fin de semana!
No he leído ese libro, así que ya me contarás qué tal es.
EliminarQue tengas un buen fin de semana tú también.
El autor del libro es Jacques Loiseleux y el subtítulo, cómo se ilumina con palabras. Cómo se escribe con la luz. Me esta pareciendo muy interesante. Es pequeñito, pero concentrado. Tiene dos partes: La primera describe y la segunda analiza planos y secuencias de algunas películas; entre ellas, "Lola Montes" (que ya la he cogido para verla, porque me gusta el comentario que tienes sobre ella), "M, el vampiro de Dusseldorf", "La bella y la Bestia", "El manantial de la Doncella·, "El último", "Amanecer" ó "Gertrud". Ya te contaré más.
ResponderEliminarHasta pronto!
Pues no lo conocía, pero tiene muy buena pinta. Sólo hay que ver ese carrusel de obras maestras que trata. Creo que "Lola Montes" te gustará, es exquisita y hermosa de principio a fin.
EliminarHasta pronto!
Me encanta esta película. Acá en México la pasaban en cada Navidad cuando yo era pequeña. Siempre que la veo me trae nostalgia, y pues acá no neva pero cada vez que la veo me hace sentir que soy parte de la historia.
ResponderEliminarObviamente está dentro de mi pequeña colección de películas por que es algo que le quiero heredar a mis hijos si algún día tengo. Buenas historias faltan en el mundo, falta inocencia como la que tiene Edward, hace falta que la gente sepa que está mal juzgar a la gente, nos puede acarrear muchos problemas el prejuicio.
Y qué decir de la música del genio Danny Elfman, de mis favoritos también, y es que me parece impresionante la manera en como entiende la película y como quiere expresar lo que el sintió mediante su música.
Espero que Tim Burton vuelva a las andadas con films como este.
¡Saludos!
Hola, Luu Cruz:
EliminarPues aquí en España ocurre lo mismo, ya que la suelen dar por TV en Navidad. Vamos, que ha acabado por convertirse en una especie de clásico navideño al estilo "¡Qué bello es vivir!".
Está claro que a este mundo le faltan Eduardos y le sobran tipos como el malote de la cinta.
Tranquila, que en Extremadura también vemos la nieve una vez cada muchos años :)
¡Saludos!
Esta hermosa, delicada y personal revisión de Frankenstein es una de las cumbres del cine del despeinado y en ella se amalgaman todas sus inquietudes artísticas y estéticas creando un estilo visual propio, ya maduro, y el discurso emotivo e intimista que caracteriza a sus mejores películas.
ResponderEliminarMagníficos los intérpretes, especialmente Johnny Depp y el tío Vincent, ambos protagonizan otro acontecimiento igualmente emocionante: el cruce de caminos entre dos generaciones de magníficos actores vinculados al cine fantástico. Y también Winona (¿anodina?),musa de toda una generación, e inolvidable princesa de este cuento.
Un gran abrazo, en esta parece que andamos un poco más sintonizados.
Hola, camarada:
EliminarMe gusta que hagas alusión al tío Vincent en el que supuso el último papel de su carrera. Para Burton fue tan especial rodar con el que había sido uno de los ídolos de su infancia, que, en cierto modo, trasladó (y de qué manera) esa emotiva vivencia a la relación que en "Ed Wood" se establece entre el bueno de Lugosi y Edward Wood Jr.
Siempre me ha gustado mucho Winona Ryder, puesto que forma parte de las tres películas que más me impactaron emocionalmente durante mi adolescencia: la que ahora nos ocupa, "La edad de la inocencia" y "Drácula de Bram Stoker". Es posible que aquí resulte, efectivamente, algo anodina. No obstante, era tan guapa, tan delicada y tan buena actriz que yo, personalmente, se lo perdono :).
Un gran abrazo también para ti.