Japón, siglo XVII. Un viejo y empobrecido samurái llamado Hanshiro Tsugumo (Tatsuya Nakadai), acude a la casa de su antiguo señor solicitando un lugar digno para suicidarse bajo el ritual seppuku (harakiri si utilizamos el término coloquial). Antes de llevar a cabo su cometido, el desconocido narrará los hechos que le han conducido a tan extrema situación.
No me parece erróneo ni atrevido, afirmar que Seppuku es la obra maestra del director japonés Masaki Kobayashi (con permiso de la monumental La condición humana) y uno de los mejores filmes sobre samuráis jamás filmados. La película, que adapta magistralmente una novela de Yasuhiko Takiguchi, ha ejercido una notable influencia en cineastas posteriores como Yôji Yamada o Takashi Miike. De hecho, este último rodó recientemente un remake de la misma.
En Harakiri, Kobayashi plasma con crudeza la situación de desamparo e indigencia a la que se vieron abocados miles de guerreros tras el establecimiento del régimen Tokugawa en 1603. Bajo la férrea y centralizada autoridad de este shogunato, el cual se mantuvo en el poder hasta la Restauración Meiji de 1868, Japón entró en un período de paz que puso fin a las intestinas luchas de los señores de la guerra y en el que ya no tenía cabida un elemento belicista como el que representaba la clase samurái.
El realizador también critica la excesiva rigidez y la huera vanidad del código ético del bushido. Su mundo ha quedado relegado a la condición de mero componente tradicional y decorativo dentro de la sociedad nipona, de ahí su interés en preservar lo único que queda del mismo: la apariencia.
El autor de El más allá, espléndido narrador, utiliza de manera brillante el recurso del flashback; introduciendo progresivamente la información que hará que el relato vaya ganando en tensión e interés, hasta desembocar en la inevitable y desigual confrontación final. Cada una de las secuencias parece planificada al milímetro, con una ejemplar puesta en escena en la que destacan la cuidada composición de planos y los medidos movimientos de cámara.
Es cierto que Tatsuya Nakadai carece de la fiereza interpretativa y el carisma de un Toshiro Mifune, por ejemplo, pero su trabajo aquí como el hastiado guerrero que busca venganza merece ser reconocido.
Seppuku es, en definitiva, una de esas piezas indispensables que conforman la extraordinaria cinematografía del país del sol naciente. Para no perdérsela.
Yo no la he visto; pero me recuerda la de "Mishima" (por el "Seppucu", claro), que la ví por la tele y luego al encontrarla aquí en el blog, te deje un comentario. En este tiempo he aprendido (aquí) a apreciar el cine de los directores japoneses, pues conocía a Akira kurosawa y poco más, y he descubierto un mundo lleno de sensibilidad. Trataré de ver esta también y ya te contaré.
ResponderEliminarLa foto de cabecera es quizá ¿Los siete Samurais?
Gracias y un abrazo
Hola, selegna:
EliminarA nosotros, como occidentales, nos atrae mucho eso de que alguien, por honor, se raje el estómago de un lado a otro para dejar caer sus tripas al suelo. Pero más allá de esa atracción puramente morbosa, la realidad es que el "Seppuku" era una forma de suicidio aparatosa y muy desagradable. "Harakiri" nos muestra ese acto en toda su crudeza sin necesidad de explicitarlo.
Sí, aunque falte uno, la foto de cabecera pertenece a "Los siete samuráis" de Kurosawa.
Un abrazo y gracias a ti por estar ahí.
Bueno, puntualizo que a mí no me atrae eso; así que mejor si no es explícito; precisamente es lo que hacía que no me hubiera acercado a este tipo de películas; pero tus comentarios me mostraron que no debía quedarme sólo con eso, porque detrás había cosas que reflexionar y me alegro de haberlo tenido en cuenta.
EliminarEn realidad me refería a que nos atrae todo lo exótico, de ahí ese gusto tan europeo por lo que procede de Extremo Oriente. A mí me gusta mucho el mundo de los samuráis, es ver una de sus impresionantes armaduras y se me eriza el vello :)
Eliminarja,ja,ja...eso es otra cosa; ya te visualizo con armadura; pero las tripas en su sitio ¿vale?
EliminarHasta la próxima, que toca pasar miedo y con tres caras además...
Gracias por la respuesta. Un brazo
Pues ya te adelanto que con la obra de Bava se puede llegar a pasar miedo de verdad...
EliminarUn abrazo.
Ahí va...me comí una "a"; es que esto del "Harakiri"...Disculpas!
EliminarNo te preocupes, te entendí perfectamente :)
Eliminarhola Ricardo, soy nuevo en este blog, pero he leído algunas de tus reseñas y son muy interesantes, te felicito. Con respecto ha esta película, debo decir que está muy bien lograda, a mi también me justan los planos a veces parecen casi poéticos. la prohibición de cargar la espada en la era meiji, significo mucho para los samuráis, ya que no era el hecho de cargar un arma, para ellos significaba mucho mas, era su propia alma, quiero decir que es un aspecto más de imaginario que de belicismo.
ResponderEliminarPD: a mi también me gusta la portada que pusiste en el Blog
Gracias por tus aportes. Saludos
(no se si podrías hacer una reseña de alguna película de Kin ki Duk)
Hola, m4dara1:
EliminarBienvenido al blog y gracias por tus palabras.
Efectivamente, con la Revolución Meiji se acabó con los privilegios de la clase samurái (uno de ellos era el de portar espada) y se estableció la igualdad jurídica. Ese fue el definitivo final de la casta guerrera, aunque en realidad, desde el período Edo o Tokugawa ya constituían una figura más decorativa que otra cosa.
Hace tiempo que no reviso nada de Kim Ki-duk, me parece un director interesante aunque sobrevalorado. No obstante, "Hierro 3" me agradó bastante.
Saludos.
No basaré estas líneas en mi descubrimiento de "HARAKIRI" en ese entusiasta periodo de mi adolescencia cuando asistí a su proyección durante la Semana Internacional de Cine de Valladolid (mi tierra) de 1965. Entonces me gustó mucho y quedé francamente impresionado pues en aquellos momentos había visto muy poco cine japonés.
ResponderEliminarBasaré mi breve comentario en el segundo visionado de esta película, siete u ocho años después, en una sesión de la Filmoteca. Ahí ya no me gustó tanto (para entonces, iba ya más cargadito de cine japonés) y la encontré demasiado subsidiaria del guión -o de la tesis que planteaba el guión- y a partir de ahí, una, por momentos, brillante traducción fílmica de ese entramado argumental al servicio de un... bueno, de una tesis, como decía antes, con su correspondiente antítesis: un canto en defensa del "honor" como virtud humana individual, pero al mismo tiempo un rechazo de esa virtuosa postura moral como forma de vida, mostrando cómo ese mismo honor puede dar lugar a verdaderas aberraciones de carácter social y cultural.
La película iba por ahí, sin que el señor Kobayashi, más allá de sus cualidades de ilustrador, nos descubriera una personalidad definida, un mundo propio, como lo han hecho grandes maestros del cine en el país del sol naciente, cuyos nombres supongo no es necesario enumerar.
Un saludo.
Hola, Teo:
EliminarKobayashi ha pecado de esteta en alguna ocasión (en "El más allá", por ejemplo), pero de ahí a reducirlo a la condición de mero ilustrador... Es cierto que nunca creó un universo propio, cosa que sí hicieron algunos (pocos) compatriotas suyos (como dices, no es necesario enumerarlos), pero tampoco lo crearon muchos cineastas (la mayoría) del Hollywood clásico a los que se rinde pleitesía desde determinados sectores y no se les juzga por ello. A mí, como admirador de la cinematografía nipona clásica, "Harakiri", tanto por sus cualidades como por su influencia, me sigue pareciendo un filme redondo.
Un saludo.
Hola, Ricardo: Aunque no tiene nada que ver con esta ( ya que se trata de una versión de Madame Butterfly), sí comparte título: Harakiri de Fritz Lang; La van a pasar en la filmoteca, dentro de un ciclo dedicado a este director, y como no está entre las que tienes de él, me gustaría saber tu opinión sobre ella.
ResponderEliminarHasta pronto
Hola, selegna:
EliminarLa verdad es que no la he visto, así que poco te puedo decir. Si no me equivoco, es la primera película de Lang. Seguro que resulta interesante, aunque no sea una de sus obras imprescindibles.
Un abrazo.
Es que hace unos días tuve la oportunidad de ver en el teatro "Madamme Butterfly" y en película no he visto ninguna versión; así que si me gusta, te la recomendaré yo a tí...me siento rara diciendo esto ja,ja,ja.
EliminarAh, y también he visto recientemente, nada más y nada menos que, "Vértigo" ¡Que puedo decir que tú no sepas ya! ¡No tengo palabras!
Un abrazo y buen fin de semana
Pues nada, ya me contarás entonces qué te parece. Bueno, bueno, "Vértigo" es una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Me la sé de principio a fin :)
EliminarUn abrazo y buen fin de semana también para ti.
Una de las mejores películas de Samurais, y finalmente de la filmografía clásica japonesa, de gran valor estético y narrativo....como al final del post: obra maestra. saludos. http://asaltovisual.blogspot.com/
ResponderEliminarHola, Andrés:
EliminarPues estoy completamente de acuerdo en lo que dices. Obra maestra absoluta.
Saludos para Colombia.
Absolute beginner...., pero me entusiasma saber que existen más colgados sobre la tierra. Lo poco que he visto en tu blog me hace partícipe de tu iniciativa y te mando ánimos para que sigas. Saludos company!
ResponderEliminarHola, Carlos Clemente:
EliminarBienvenido al blog y gracias por tus palabras (incluida la de colgado :) ). Espero que te pases a menudo por aquí para compartir impresiones cinéfilas tanto conmigo como con el resto de seguidores y lectores asiduos del blog.
Un saludo.
OBRA MAESTRA MONUMENTAL
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