Perversidad (Scarlet Street, 1945) de Fritz Lang.



Christopher Cross (Edward G. Robinson) es un envejecido cajero de banca que lleva una infeliz vida junto a su mujer. Pintar cuadros es la única actividad que consigue evadirle de su triste existencia. Una noche, tras una cena de empresa, se topa con la atractiva Kitty (Joan Bennett), de la que se enamorará perdidamente. Ésta y su violento novio Johnny (Dan Duryea), trazarán un plan con el objetivo de sonsacarle dinero.


Genial obra maestra de Lang, un intenso y pesadillesco ejercicio de cine negro que constituye el mayor logro de su etapa norteamericana y, en opinión de quien suscribe estas líneas, la película más compleja y conseguida de la brillante filmografía del director de origen austríaco.

Perversidad debe ser considerada como un remake del filme La golfa (La Chienne, 1931) de Jean Renoir, más que una nueva adaptación de la novela de Georges de La Fouchardière.

Es importante señalar que se trata de una especie de prolongación de La mujer del cuadro (The Woman in the Window, 1944), película filmada con anterioridad por el cineasta con la que, además de compartir a sus tres protagonistas principales en roles que no difieren mucho, comparte también una posible lectura onírica, aunque esta nunca se explicite en la cinta que ahora nos ocupa (algo que sí ocurría en la anterior), lo que otorga una mayor ambigüedad y riqueza al relato.


Con una puesta en escena sombría y opresiva, magistralmente captada por la fotografía en blanco y negro de Milton Krasner, la película indaga en el progresivo y fatalista proceso de deterioro de identidad que afecta al personaje de Robinson, completamente sumiso ante el arrebatador poderío sexual de la Femme fatale que lo conduce hasta el infierno terrenal.

Es loable el sutil juego de dobles y superposiciones identitarias que Lang orquesta a lo largo de todo el filme, así como el sarcasmo y sentido paradójico (crudelísimo en ocasiones) inherente a algunas escenas.

El trío protagonista está perfecto en la composición de unos personajes repletos de matices, destacando el enorme calado psicológico que Edward G. Robinson otorga al suyo, en la que probablemente sea la mejor interpretación de su carrera.


Scarlet Street es una de las películas que de forma más perversa y patética retrata las miserias de la condición humana. Una obra indispensable en la historia del cine.

7 comentarios:

  1. Hola Ricardo felicidades porque has sabido transmitir perfectamente el oscuro poder de seducción que tiene esta terrible película.
    Donde se alían Lang y Krasner para ofrecernos esta obra maestra del cine negro, en la cual a parte de la oscura y sobrecogedora realización destaca la increible interpretación de Robinson ¡Vaya exhibición que hace el tío! Impresionante en su descenso a los infiernos.
    Bennet y Duryea en sus papeles de femme fatale y chulazo agresivo también cumplen sobradamente.
    Y es que los años 40 y 50 fueron una edad de oro creativa para Lang, en su acervo de la época encontramos las citadas "Perversidad" y "La mujer del cuadro" pero también "Encubridora", "El ministerio del miedo", "Los sobornados","Deseos humanos" y "Mientras NY duerme" todas ellas autenticas joyas del cine negro (incluyo "Encubridora" porque es un auténtico western-noir).
    Un saludo y hasta la próxima

    ResponderEliminar
  2. Hola, David
    El trabajo de Robinson en esta película es simplemente excepcional. Siempre me ha parecido un gran actor, además de ser todo un icono del cine clásico norteamericano.
    En cuanto a Lang, decir que no sólo los años 40 y 50, sino que también los 20 y 30 fueron edades de oro para él. Un director de un talento irrepetible.
    Todas las películas que mencionas son excelentes. Recuerdo "Encubridora" como un western oscuro y desesperanzador filmado fundamentalmente en interiores. Una película a reivindicar, sin duda.
    Gracias por tu comentario, siempre es un verdadero placer leerte.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  3. A mi Robinson tambié me parece un actor muy grande, su físico (tan poco agraciado) no le impidió disfrutar de una carrera llena de éxitos y de gozar del favor de público y directores.
    Los papeles con cierto perfil intelectual, el debía de serlo por lo que he leido, se le daban de maravilla pero igualmente cumplía en las comedias o haciendo de malo.
    A parte de su papel en "Perversidad" me gustaría destacar otras interpretaciones suyas que me gustan como en: "La mujer del cuadro", "Cayo Largo", "El rey del juego", "Odio entre hermanos", "El extranjero" y "Cuando el destino nos alcance".
    Sobre todo a esta última le tengo un gran cariño.
    Un saludo, es un placer participar en tu blog y charlar de cine contigo.

    ResponderEliminar
  4. Estupendo blog, lo visitare de forma asidua.

    ResponderEliminar
  5. Hola, David
    Es cierto que no era muy bien parecido, pero tenía un físico muy singular, de esos que no se olvidan fácilmente.
    Has enumerado las mejores películas de Robinson, sólo te ha faltado mencionar "Hampa dorada" (Little Caesar, 1931), donde con su interpretación sienta las bases iconográficas del gángster clásico.
    El placer también es mío, estimado compañero.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Hola, dapazzi
    Bienvenido a mi humilde espacio dedicado al cine. Visítalo cuando gustes, porque se te recibirá con los brazos abiertos.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  7. Extraordinaria película de Lang. Inolvidable Robinson en su patético papel.

    ResponderEliminar

Recent Posts

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...