“La
fama trae la soledad. El éxito es tan frío como el hielo y tan poco
hospitalario como el Polo Norte”.
(Vicki
Baum)
Tras
salir del psiquiátrico, Agatha Weiss (Mia Wasikowska) regresa a Los Ángeles,
donde se convierte en la asistente personal de Havana Segrand (Julianne Moore),
una actriz madura que desea el papel que décadas atrás interpretó su propia madre.
En
Maps to the Stars, David Cronenberg
retrata los excesos y paranoias del Hollywood actual a través de un sórdido
relato en el que tienen cabida las adicciones, la locura, el cinismo
profesional, la fama mal llevada y hasta el incesto. Sin ser una película
excelente, pero sí altamente estimulante, el filme que nos ocupa supera con creces el nivel mostrado por el director
en sus dos trabajos anteriores: la fallida Un
método peligroso (A Dangerous Method,
2011) y la insoportable Cosmópolis (Cosmopolis, 2012). Julianne Moore se
alzó con el premio a la Mejor actriz durante el pasado Festival de Cannes
gracias a su soberbia interpretación.
La
cinta se abre con la llegada a Los Ángeles del personaje de Agatha Weiss, quien
luce largos guantes y unas misteriosas quemaduras en algunos tramos de su
rostro y cuello. Nada más bajarse del autobús, contrata los servicios de Jerome
(Robert Pattinson), un aspirante a actor que sobrevive en la ciudad de las
estrellas conduciendo limusinas. Ambos visitan un lugar situado junto al Monte
Lee, cuya cima está coronada por el famoso letrero gigantesco que anuncia que
estamos en HOLLYWOOD. La casa que Agatha busca ya no se halla allí. Al parecer,
en ella residía Benji Weiss (Evan Bird), estrella de la televisión infantil y
uno de los personajes clave de la trama. Benji, que pese a contar con tan sólo
trece años de edad ya tiene problemas con las drogas, vive junto con su padre, el
doctor Stafford Weiss (John Cusack), un famoso terapeuta que escribe libros de
autoayuda, y su madre, Christina Weiss (Olivia Williams), que parece llevar los
negocios millonarios de su hijo. Como el atento lector habrá podido deducir por
sus apellidos, los Weiss son la familia de Agatha, de ahí el interés que ésta
muestra en encontrarlos. Por otro lado está Havana Segrand, una actriz en
decadencia que vive atormentada por el “fantasma” de su madre, Clarice Taggart
(Sarah Gadon), también intérprete y trágicamente fallecida en un incendio
cuando aún era muy joven. Havana, que es una de las pacientes del doctor
Stafford, adicta a los narcóticos, se prepara para optar al mismo papel
cinematográfico que su progenitora encarnó con éxito en el pasado. Conseguirlo
puede suponer el impulso definitivo que su depauperada carrera necesita.
En
contra de Maps to the Stars, se puede
aducir el tratamiento poco original que Cronenberg, siendo quien es, otorga a
la historia, la presencia de unos personajes algo planos y una resolución, a mi
entender, bastante floja. En su favor, diremos que conserva parte de esa atmósfera
enrarecida y turbadora característica de su autor, que está realizada de manera impecable, y que cuenta con un elenco de actores notable (en especial
Julianne Moore) y ciertas dosis de inteligente sátira sobre el poco ético
universo hollywoodiense.
A mí el final me pareció una mala broma que prácticamente destruye todo lo construido previamente -especialmente esos efectos especiales del fuego, más que cutres-, pero la peli hasta ahí me parecía una genialidad, sobre todo Agatha y su misterio inherente. Luego de que le da de premiazos a Julianne Moore comienza el declive...
ResponderEliminarPero igual es buena peli, la disfruté mucho.
Saludos.
Hola, Jimmy:
EliminarA mí también me sorprendió lo cutre de los efectos especiales en la escena que mencionas. ¿Tan caro resulta contratar a un especialista? De todos modos, una muy interesante película.
Un saludo.
Disculpa, nunca has reseñado o visto The Cremator de 1969?
ResponderEliminarHola, Rodrigo:
EliminarAdmito que no la he visto. Nunca he sido capaz de encontrar esa película.
Un saludo.
Aqui la encontre:
Eliminarhttp://scalisto.blogspot.mx/2013/01/juraj-herz-spalovac-mrtvol-1968.html
Gracias, Rodrigo. La veré en cuanto pueda.
EliminarUn saludo.
Coincido con vosotros. Es una buena película. Quizá le cuesta un poco empezar (me costó entrar en el meollo: los 15-20 primeros minutos no sabes de qué te habla, y aportan tanta información que te haces un lío). A veces parece un híbrido de David Lynch y hermanos Coen, aunque el tema de los hermanos 'inseparables' (aquí por partida doble: padres e hijos) es bien crononbergiano. Buena banda sonora, también.
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