“Sólo
la fantasía permanece siempre joven; lo que no ha ocurrido jamás no envejece
nunca”.
(Friedrich
Schiller)
Mientras
trabaja en el bosque, un viejo cortador de bambú encuentra en el interior de
uno de los tallos a una pequeña princesa. El anciano la lleva a su casa, donde
él y su mujer deciden cuidarla como si se tratase de su propia hija.
La
última joya de los estudios de animación Ghibli, es esta Kaguyahime no monogatari, un bellísimo relato fantástico inspirado
en el cuento tradicional japonés El
cortador de bambú. El veterano Isao Takahata, autor de la también extraordinaria
La tumba de las luciérnagas (Hotaru no aka, 1988), insufla a su
película una sensibilidad artística y una poesía muy poco frecuentes dentro del
panorama cinematográfico actual, alumbrando una obra de exquisita realización
artesanal y hermoso contenido. Los dibujos, hechos a mano, reciben la
influencia de la estampa japonesa (ukiyo-e),
priorizando el uso de la línea sobre una gama cromática variada y de tonalidad
plana y luminosa.
Si
bien el objetivo último del cuento original era el de explicar, desde un punto
de vista legendario, las violentas erupciones del monte Fuji a consecuencia de
la ira acumulada de la princesa Kaguya, enfadada por el engaño del emperador. Al
prescindir de su parte final, en la que esto se narra, Takahata, coautor del
guión junto con Riko Sagakuchi, convierte a su filme en una reflexión sobre lo
efímero de la existencia terrena. La princesa Kaguya, proveniente de la luna y
nacida en este planeta del interior de un tallo de bambú, lamenta no haber
hecho durante su etapa en la Tierra lo que en verdad hubiera deseado, reclamando
para sí, sin llegar a conseguirlo, un mayor tiempo de estancia para poder llevarlo
a cabo. Es precisamente esa falta de tiempo, que puede hacerse extensible a
cualquier ser humano, lo que dota a la película de un mensaje existencialista
universal. Kaguya, como algunas de las heroínas del cine de Kenji Mizoguchi, de
quien Takahata toma soluciones a nivel formal y narrativo, subordina su
felicidad a la voluntad de las personas que la rodean. No le queda otra cosa
que resignarse ante las estrictas normas sociales y de conducta de las damas de
la nobleza, muy bien reflejadas en el filme. Sólo su ingenio, brillantemente
mostrado en la secuencia de los pretendientes, en la que actúa con las mismas
artes que la Penélope de Homero, le permite no cerrar por completo las puertas
a un futuro de esperanzas y sueños.
El cuento de la
princesa Kaguya es mucho más que una simple cinta de dibujos
animados, constituyendo toda una lección de vida por parte de un realizador
que, al igual que su compatriota Hayao Miyazaki, ha contribuido a hacer de la
animación cinemática una admirable forma de arte dentro del séptimo arte. Imprescindible.
Directa a tu cine de animación favorito, ¿no? Llevo siguiendo el blog un tiempo y sé que no eres un devoto de la animación, precisamente, por eso me dio un poco de miedo abrir la crítica; pero veo que esta vez has visto lo mismo que yo. Para mí, incluso, superior a 'La tumba de las luciérnagas' y por tanto su mejor película y ahí ahí la mejor de Studio Ghibli en general, me parece una absoluta maravilla...
ResponderEliminarHola, Rdosdedos:
EliminarCreo que es el filme más artístico (y arriesgado) que jamás haya hecho el Studio Ghibli. Como dices, directo a mis títulos de animación favoritos :)
Un saludo.
Coincido en este caso, con tu buena crítica. Sin duda es de lo mejor del Ghibli y de su autor. Los dibujos transmiten una belleza sobrecogedora...
ResponderEliminarGracias.
Hola, DMClarista:
EliminarEs la película de dibujos más hermosa que yo he visto. Clásico instantáneo.
Gracias a ti, por comentar.
Es un poco absurdo (doblemente, si su motivación es evitar copy paste con control-c) que javascript restrinja el uso del teclado en esta página, de manera que (por ejemplo), al intentar moverse en la página (scroll) usando las flechas del teclado salte un popup "Teclado deshabilitado". Molesto.
ResponderEliminarHola, Hernán:
EliminarAnte todo pedirte disculpas. En su momento deshabilité el uso del teclado y ahora no soy capaz de reestablecerlo. La informática no es lo mío :(
Un saludo.
Maravilloso reflejo de lo que es la vida en forma de cuento, desde el milagro del nacimiento, pasando por la ilusión de la edad infantil, las dosis de realidad de la adultez, y hasta la despedida que supone la muerte, no solo por el hecho de no ver más a los seres queridos, sinó por no poder haber alcanzado nuestros anhelos.
ResponderEliminarSaludos Ricardo.
Hola Jordi,
EliminarMuy buena lectura la que haces de esta maravilla animada. El ciclo de la vida...
Un saludo :)
Kaguya termina siendo absorbida por lo que quieren los demas y no por lo que ella quiere , esto me recuerda un fragmento de la pelicula LAS ALAS DEL DESEO DE WIM WENDERS
ResponderEliminarCUANDO EL NIÑO ERA NIÑO...
ERA TIEMPO DE PREGUNTAS COMO...
¿PORQUE YO SOY YO...
Y PORQUE NO TU?
¿PORQUE ESTOY AQUI Y PORQUE NO ALLI?
¿CUANDO EMPEZO EL TIEMPO, Y DONDE TERMINA EL ESPACIO?
¿ACASO LA VIDA BAJO EL SOL NO ES SOLO UN SUEÑO?
¿ACASO LO QUE VEO , OIGO Y HUELO...
NO ES SOLO APARIENCIA DE UN MUNDO ANTE EL MUNDO?
¿EL MAL EXISTE DE VERAS...
Y ACASO EXISTEN PERSONAS QUE SON MALAS?
¿COMO PUEDE SER QUE YO , EL QUE SOY...
NO EXISTIERA ANTES DE QUE YO FUERA..
Y QUE EN ALGUN MOMENTO ,EL QUE SOY YO AHORA...
YA NO SERA EL QUE YO SOY?