"El jarrón da forma al vacío y la
música al silencio”.
(Georges Braque)
Erika (Isabelle Huppert) es una estricta profesora de piano de mediana
edad, que vive en compañía de su controladora madre (Annie Girardot). Walter (Benoît
Magimel), su nuevo alumno, tratará de seducirla.
Desigual y sobrevalorado filme del cineasta austríaco Michael Haneke,
quien, con más pretensiones que resultados, vuelve a hurgar en el lado oscuro
de la naturaleza humana; esta vez, a través del personaje de una docente de
inclinaciones masoquistas cuya personalidad ha sido alienada por culpa de la
figura castrante de su madre. Adaptación de la novela homónima de la escritora Elfriede
Jelinek publicada en 1983.
Tras un prólogo que deja a las claras la relación amor-odio que existe
entre madre e hija, la película se estructura en dos partes. La primera de
ellas, la más conseguida, nos muestra la conducta dual de la protagonista:
severa y culta cuando imparte clases en el conservatorio, perturbada y extrema
cuando da rienda suelta a sus gustos sexuales. Lo mismo la vemos tocando al
piano una exquisita pieza de Schubert durante un recital privado, que
haciéndose cortes con una cuchilla en sus genitales para obtener placer en el
baño. Así es Erika, asidua tanto a las sórdidas cabinas de un sex shop en las que ve cintas
pornográficas, como a los autocines donde observa a las parejas jóvenes
practicar sexo. La segunda parte se inicia a partir del primer encuentro carnal
entre Erika y su enamorado alumno, cayendo el interés de la trama de manera
ostensible, no ya sólo porque algunas escenas que deberían ser dramáticas
resultan risibles, sino debido también a la desconcertante y poco creíble
actitud de Walter. El esperpéntico final refrenda el desaguisado.
La puesta en escena se caracteriza por una sobriedad e iluminación que
recuerda a los cuadros del pintor danés Vilhelm Hammershøi. Haneke sublimaría y
extremaría esta concepción formal en su obra maestra, Amour. Lo mejor del filme que nos ocupa es, sin ninguna duda, la
sobresaliente interpretación de Isabelle Huppert. Pocas veces se ha contemplado
en una pantalla de cine un rostro tan escalofriantemente impertérrito como el
suyo.
Sobrevaloradísima, no se que pudo más cuando la fui a ver si el aburrimiento o el repelús.
ResponderEliminarCreo que con esta película tan pretenciosa comencé a cogerle un poco de tirria a Haneke, por el que me había interesado tras ver "El tiempo del Lobo".
Pero lo que son las cosas tras visionar "La cinta Blanca"(muy buena), decidí volver a darle una oportunidad al cine del austriaco... y hasta he conseguido una copia de "la pianista", a ver si a la segunda...
Un abrazo.
Hola, camarada:
EliminarCreo que el mejor modo de reconciliarte con Haneke es viendo su último filme, "Amour", que, junto a "El caballo de Turín" y "El árbol de la vida", me parece la película más importante de los últimos años.
Un abrazo.
Relata la historia de una persona con un 'trastorno límite de personalidad'. La relación que tiene con su madre o la posterior relación con su alumno son sencillamente caóticas debido a este trastorno, y ver eso pues agradable no es. Es de las películas que menos me gustan de Haneke pero teninedo en cuenta tu forma de puntuar para mí sería Buena.
ResponderEliminarSalu2.
Hola, Fransico:
EliminarDesconozco si Erika padece un trastorno límite de la personalidad o no, ya que en la película no se dice nada al respecto. En cualquier caso, está claro que se trata de una persona que no está del todo bien.
Un saludo.
Bonito eufemismo ese de "una persona que no está del todo bien"... :)
EliminarQué fino es vd. cuando se lo propone camarada.
Tuve la fortuna de tener una profesora de Psicología, que era muy cinéfila, que nos ponía películas por doquier como ejemplo de...A saber: "American History X", "El príncipe de las mareas", "La naranja mecánica", "Martín (hache)", "Metrópolis", "Blade Runner", "La pianista", en fin... por eso lo se.
EliminarCreo que me dijiste un día que no habías visto "Totó, el héroe". No te la pierdas. Ni "El octavo día". ¿No conoces la canción de Charles Trenet "Boum"?:)
Ja, ja, ja. A veces hay que ser fino, camarada ;)
EliminarHola, Fransico:
EliminarPues si lo dice tu profesora de psicología, habrá que hacerle caso :). No, no he visto ni "Totó, el héroe" ni "El octavo día", y tampoco conozco la canción que mencionas. Tomo nota de todo.
Un saludo.
A mí me gustó, aunque no tanto como "Funny Games" o "La cinta blanca". Es un film inquietante, que transita de lo delicado a lo salvaje como lo hace su protagonista, muy coherente con el discurso de Haneke sobre la violencia. Saludos.
ResponderEliminarHola, ricard:
EliminarA Haneke se le pueden reprochar muchas cosas, pero nunca que no haya sido coherente con su propia visión de la vida, por eso es un autor.
Un saludo.
Hola Ricardo, pues mira, Haneke que no es santo de mi devoción en esta película sí que me gustó y bastante...es cierto que la película es fría, cortante...pero es que así es la historia que Jelinek nos cuenta en su novela.
ResponderEliminarDespués de ver la película leí la novela y fíjate que me gustó más la película.
Te dejo el enlace a mi reseña para que veas lo que opiné en su momento (hago una pequeña comparativa entre la película y la novela).
Saludos!
http://peliculasdesordenadas.blogspot.com.es/2012/07/la-pianista-la-pianiste-2001.html
Hola, Pulgacroft:
EliminarNo he leído la novela de Jelinek. Me paso a echar un vistazo a tu entrada.
Saludos!
Hola Ricardo,
ResponderEliminarResulta que estoy haciendo un trabajo para la escuela sobre esta película y me encontré con tu entrada.
Antes ya había visto Amour y El listón blanco, y me parece que como todo director, Haneke ha tenido su propia evolución y perfeccionamiento. Definitivamente Amour es una película que nunca en la vida volvería a ver, pero coincido contigo en que es de las más importantes, del año pasado al menos (pero eso es harina de otro costal).
La pianista... No sé. Creo que me preparé demasiado bien emocional y mentalmente antes de enfrentarme a Haneke (uno nunca está listo para hacerle frente) y siento que hay algo en el desarrollo de la historia que me hizo falta para profundizar mejor en los personajes (¿más?), aunque definitivamente los tres: Erika, Walter y la mamá; me volvieron loca; así que supongo que se puede dar por cumplido el objetivo inicial de Haneke.
Aún me despierta sentimientos encontrados el trabajo del director, pero de que su cine es emblemático, no me queda duda.
Creo que todos concordamos que Huppert hace una maravillosa interpretación; y lo de los cuadros de Hammershoi me pareció muy oportuno.
Gracias por tus letras y por tu visión que han ampliado la mía.
¡Saludos!
Claudia.
Gracias a ti, Claudia. ¡Suerte con el trabajo!
EliminarUn saludo.