“Pienso
a menudo que debería haber concursos de belleza para el interior de los
cuerpos”.
Beverly y Elliot Mantle (Jeremy Irons), gemelos monocigóticos y
brillantes ginecólogos, lo comparten todo, desde el apartamento en el que
conviven hasta las mujeres con las que se acuestan, pasando por la clínica
privada donde trabajan. Cuando a sus vidas llega Claire (Geneviève Bujold), una
famosa actriz de televisión, la relación entre ambos comienza a resquebrajarse.
Obra mayor de David Cronenberg a partir de la novela Twins (1977), de Bari Wood y Jack Geasland, que, a su vez, se
inspiraba en el caso real de los hermanos Marcus. Dead Ringers es un filme insano, turbador, complejo e inquietante. La
quintaesencia del universo cronenbergiano en su morbosa querencia por la
malformación de las relaciones humanas. Todas las obsesiones del autor de La mosca (identidad, locura, sexo, deformidad,
ciencia, tecnología) están presentes aquí, su “Necronomicón” particular. Uno
siente pavor ante escenas como la de la pesadilla que sufre Beverly, donde el
apéndice que lo une a su hermano es brutalmente arrancado por Claire, o aquella
otra en la que, enajenado por el consumo repetido de drogas, se dispone a
operar a una de sus pacientes con un aberrante instrumental quirúrgico que hará
que muchas espectadoras se lo piensen bien antes de acudir a la consulta del ginecólogo.
Los gemelos Mantle son de idéntico físico, aunque dispares en cuanto a
carácter. Beverly es apocado, tímido y trabajador; Elliot, en cambio, es
descarado, seguro y frívolo. En realidad, ambos constituyen un mismo ser. Los
dos rostros de Jano. La dualidad personificada. Una mente y dos cuerpos. El uno
no puede estar sin el otro, del mismo modo que el otro no puede estar sin el
uno. Como si fuesen siameses. Su relación es perfecta hasta que aparece Claire,
cual manzana de la discordia. Los dos se la llevan a la cama sin que ella lo
sepa, pero sólo uno se enamora. A partir de ahí surgen los típicos celos,
desavenencias y roces inherentes a cualquier trío. Trío que encuentra una extraña
metáfora en la deformación del útero de Claire. Beverly, el más débil, se sitúa
entre la amante y su hermano; sin embargo, no puede romper los fuertes lazos
emocionales que lo unen con éste, lo que
lo lleva a hacerse adicto a lo somníferos y otros medicamentes que lo terminan
trastornando. Elliot, en principio al margen de las adicciones de Beverly, a
quien pretende ayudar, acabará sumergiéndose también en la degradación física y
mental, cuya estampa definitoria es la grotesca Pietà con la que se cierra la película.
Jeremy Irons está impresionante en su doble rol, consiguiendo la que
probablemente sea la mejor interpretación de toda su carrera. Resulta curioso
el parecido existente entre el personaje de Beverly, a menudo ataviado con
gafas, y el Cronenberg de la época. ¿Casualidad?
En conclusión, y por si no ha quedado claro a lo largo del texto, una convincente
obra maestra.
Una película de Croneneberg que debo revisar, ya que no recordaba ni el argumento, ni a la actriz, sólo esos uniformes rojos de los gemelos, que demarcaban esa decadencia e insanidad del sr. Croneneberg
ResponderEliminarHola, Andrés:
EliminarLa verdad es que esos uniformes rojos son realmente inquietantes... Deberías revisarla.
Un saludo.
Con una excelente y muy particular filmografía, Inseparables me parece su mayor obra maestra. Tiene otras, pero en esta encuentro condensado todas sus obsesiones y particular atmósfera. Si a ello añadimos a Jeremy Iron y a Genevieve Bujold, para que queremos más. Tremenda, terrible y exageradamente buena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, C. Noodles:
EliminarOpinamos igual, "Dead Ringers" es la obra cumbre de Cronenberg.
Un abrazo.
Apenas la recuerdo, y una película que se olvida...
ResponderEliminarHola, Francisco:
EliminarQuizá deberías revisarla nuevamente...
Un saludo.
Buena página la tuya. Te dejo mi nuevo blog de cine: http://todocinemaniacos.com.
ResponderEliminarHola, Todocinemaniacos:
EliminarGracias. Tomamos nota de tu nuevo blog para pasar por él.
Un saludo.
Hola Ricardo.
ResponderEliminarMe gusta mucho el cine de Cronenberg, todas las obsesiones que explora dentro de su cine y su forma de explorarlas, me parecen tremendamente interesantes.
Siempre que veo una película de el, siento que su forma de dirgir, la música tan personal que compone Howard shore para las películas de Cronenberg y la fotografía de Peter Suschitzky se fusionaran tal y como se fusionan este par de gemelos. No me puedo imaginar una película de Cronenberg sin sus habituales colaboradores.
Me parece un gran director y un gran autor.
Dejame reseñar la ``olvidada´´ Spider, me parece una gran película dentro de su filmografía.
Un saludo.
P.D espero alguna reseña de alguna película de cronenberg en tu nuevo blog...
Hola, Álex:
EliminarEstá claro que el cine de Cronenberg posee un sello muy personal. Gustará más o menos, pero rara vez deja indiferente.
Apunto "La mosca" para reseñarla algún día en "La ilustre víctima".
Un saludo.
Para Francisco Pardo: me cuesta entender que se vea 'Inseparables' y se olvide. Bueno, sí puedo entenderlo como reacción de protección: ves algo que te puede herir profundamente y decides no verlo, o que pase por tu mente como por una superficie helada, patinando. La mejor obra de Cronenberg (y tiene unas cuantas muy buenas). La banda sonora es perfecta: se acopla magníficamente al espíritu de la obra.
ResponderEliminarHe vuelto hoy a ver esta película y pienso que es cierto lo que insinúas, Ricardo: no es una obra sobre gemelos univitelinos (como se la suele presentar), aunque si se lee como tal también funciona. Es una obra sobre la identidad (y aquí todo el mundo se puede reconocer, no solo los gemelos, lo cual la hace universal): uno mismo es débil y fuerte, apocado y atrevido, bueno y malo, dependiente y autónomo, aunque no simultáneamente sino en momentos (y con personas) distintos. Y en este sentido los gemelos representarían instancias psíquicas del individuo distintas: me parece muy claro que Elliot es casi siempre (no, claro está, cuando pierde el poder y pasa a imitar a Beverly con el consumo de drogas, para, dice, estar sincronizado con él) una especie de superyó controlador (la cámara lo muestra casi siempre, cuando está con el 'hermano', por encima de él, sobrepasándolo). Lo que plantea la película es la dificultad del individuo para gestionar estas distintas instancias, y la posibilidad muy cierta de sucumbir a la pulsión de muerte y a la autodestrucción (que también podría ser la locura) cuando la distribución de la energía psíquica no es la adecuada y se impone, por encima de las otras, una de las tres instancias (¿sería quizá el ello, aquí?).
ResponderEliminarHola, Josep:
EliminarMuy de acuerdo con tu comentario. "Inseparables" da para mucho. Para mí, lo mejor de Cronenberg.
Un saludo.
Inseparables es una de las mejores de Cronenberg, sin duda. Que te parece "Crash". Creo que no has hecho el comentario de esta película.
ResponderEliminarHola, Luis:
EliminarTendría que revisar "Crash". Cuando la vi en su momento no me gustó demasiado, pero claro, por entonces no tenía ni una tercera parte del bagaje cinéfilo que tengo ahora. Seguramente no estaba preparado para ella. La revisionaré.
Un saludo.