Tras el éxito de El Doctor Frankenstein (Frankenstein, 1931), Whale tuvo libertad absoluta para rodar su secuela: una brillante comedia negra que constituye uno de los más perfectos ejercicios fílmicos de la historia del cine norteamericano. Excelsa en términos de estilo, guión, música, reparto y puesta en escena; la cinta cuenta además con profundas reflexiones acerca del bien y del mal, de la vida y la muerte, camufladas, eso sí, bajo el manto de la más sutil ironía.
La más fascinante de las películas del dúo Sternberg-Dietrich; un filme sumamente estilizado y barroco cuya puesta en escena, fundamentada en un horror vacui cinematográfico, permite al director austríaco poner de manifiesto su extraordinaria formación expresionista. Poco importa su escasa veracidad histórica, y es que, en un filme de Sternberg-Dietrich, lo verdaderamente importante es el delirio estilístico de uno y el magnetismo irrepetible de la otra.
3. Vampyr. La bruja vampiro (Vampyr-Der Traum des Allan Grey, 1932) de Carl Theodor Dreyer
Basada muy libremente en dos relatos de Le Fanu (Carmilla y La posada del dragón volador), esta "pesadilla" permite al maestro danés indagar en los más profundos recovecos del subconsciente, sacando a la luz las alucinadas fantasías y las amenazadoras sombras que se alimentan del miedo.
4. L´Atalante (ídem, 1934) de Jean Vigo.
Si hay una palabra que puede definir lo que uno siente al visionar una obra como L´Atalante, esa palabra es magia. Vigo nos hace reír y nos emociona con esta poética y sencilla historia de amor de una pareja de recién casados que viajan durante su luna de miel a bordo de una barcaza cuyo nombre da título al filme. Posee secuencias imborrables, y a uno de los personajes más inclasificables y encantadores de la historia del cine: el tío Jules, magistralmente interpretado por Michel Simon.
5. La reina Cristina de Suecia (Queen Christina, 1933) de Rouben Mamoulian.
La Garbo nunca estuvo tan bien como en esta inolvidable y no lo suficientemente valorada obra maestra de Rouben Mamoulian, uno de los filmes más románticos de todos los tiempos. La trágica historia de amor de Cristina y Antonio, ese dicharachero embajador español de la corte de Felipe IV, siempre permanecerá como uno de los grandes hitos del Hollywood clásico. Imprescindible.
Épica obra maestra que narra la historia del príncipe Alexander Nevsky, quien en el S.XIII tuvo que hacer frente a los teutones que amenazaban con apoderarse de la tierra rusa. Una prueba evidente de cómo la obra de arte trasciende la función inicial para la que se crea (en este caso, la de la mera propaganda rusa frente al peligro nazi de la época) y se convierte referente artístico universal.
7. Luces de la ciudad (City Lights, 1931) de Charles Chaplin.
En opinión de quien escribe estas líneas, Luces de la ciudad constituye la obra cumbre de uno de los mayores humanistas de la historia del cine, el gran Charles Chaplin. Sus películas siempre buscaron, y consiguieron, risas y lágrimas, convirtiéndose casi todas ellas en clásicos inmortales. La que ahora nos ocupa, rebosa una delicadeza y sensibilidad difícilmente comparables; si alguien lo duda, sólo tiene que ver su extraordinario final.
8. Los violentos años veinte (The Roaring Twenties, 1939) de Raoul Walsh.
Una de las cimas del cine de gángsters que surgió cuando el género ya declinaba gracias a la visión romántica y melancólica de Raoul Walsh, uno de los grandes directores norteamerianos. Walsh vuelve a poner de manifiesto su loable economía narrativa al servicio de la historia de uno de esos perdedores habituales que pueblan su filmografía, interpretado en este caso por ese animal de la pantalla que era James Cagney. Su ascenso y caída durante el período de la Ley seca y el Crack del 29, es testimonio de una época que ya nunca volverá, de un modo de ver y hacer el cine que jamás se repetirá.
9. Scarface, el terror del hampa (Scarface, 1932) de Howard Hawks.
Una de las cintas fundacionales de su género, infinitamente superior a su famoso remake de los años ochenta; la brutal, violenta y psicótica interpretación de Paul Muni corona este drama que posee reminiscencias del Macbeth de Shakespeare. Obra maestra.
10. La parada de los monstruos (Freaks, 1932) de Tod Browning.
Tod Browning, uno de los directores más importantes del género fantástico, recrea aquí un microcosmos de seres lisiados y deformes, marginados sociales que sufren la incomprensión y la burla de "los normales". Es una historia de deseo, celos y venganza; una cinta de horror de incalculable valor sociodocumental.
luces de la ciudad hasta el puesto 7?... bueno cada quien :D
ResponderEliminarHola, dan chaplin
ResponderEliminarBueno, el puesto número siete tampoco está tan mal, no? :) En cualquier caso, lo de menos es la posición que ocupe. "Luces de la ciudad" es mi película favorita de Chaplin. Un obra tan profundamente conmovedora y humana que te desgarra. Imprescindible, sin duda.
Un saludo y gracias por tu comentario.
un gusto...
ResponderEliminarOjala puedas pasarte por mi blog un dia de estos, tengo algunas listas que quizas te parezcam interesantes, un saludo.
Echo a faltar M de Fritz Lang o La edad de oro de Buñuel pero está bien la lista.
ResponderEliminaronclejules,
ResponderEliminarEfectivamente, "M" podría haber figurado perfectamente en la lista, al igual que la obra de Buñuel que citas. No obstante, la que más me costó dejar fuera fue "La regla del juego" de Renoir.
Un saludo y gracias.
Qué fuerte me parece que no esté "La regla del juego". En lo personal hubiera colocado "La diligencia".
ResponderEliminarNo negaré que la obra de Renoir es excelente; no obstante, es mucho menos importante de lo que la chovinista crítica francesa ha hecho creer a todo el mundo. "La diligencia" es espléndida, pero no me parece superior a ninguna de la lista.
ResponderEliminarVampyr, que estética tan impactante, pura poesía...Gracias por tu trabajo Ricardo, aprendo mucho y descubro joyas que de otro modo permanecerían ocultas en el tiempo.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Javier:
ResponderEliminarPor sus planteamientos visuales y narrativos, "Vampyr" fue una película completamente adelantada a su tiempo. Bajo mi punto de vista, se trata de una de las obras más influyentes de la historia del cine.
Agradezco enormemente tus palabras, espero que sigas encontrando o recordando joyas en este espacio.
Un saludo.
Les dejo una página donde pueden ver películas de dominio público online : http://cinelibreonline.blogspot.com/
ResponderEliminarRicardo cuáles me recomendas de Fritz y Dreyer?
ResponderEliminarHola, Carlos:
EliminarDe Lang te recomiendo, entre otras muchas, "M, el vampiro de Düsseldorf", "Metrópolis", "La mujer del cuadro", "Perversidad" o "Los sobornados". En cuanto a Dreyer, si no has visto nada de él, puedes empezar con "La pasión de Juana de Arco". Espero haberte sevido de ayuda.
Un saludo.
El crimen de monsieur Lange, de Renoir, y La viuda alegre, de Lubitsch. No las veo en tu lista. ¿Dónde están? Un saludo.
ResponderEliminarImpecable una vez más tu lista. Sé que no será de tu agrado pero entiendo que "Lo que el viento se llevó" de 1939 alcanzó una espectacularidad como combinación de fotografía, música, actuaciones, y guión que la llevaron a ser (tomando valores constantes) la película más taquillera de la historia. Entiendo que un record de ventas no garantiza calidad pero me parece que no se puede desconocer la importancia de esta película. Otra que me parece que podría haber entrado es "El angel azul". Entiendo que por envergadura hayas preferido "Capricho Imperial", pero, como sobre gustos no hay nada escrito, a mi me gustó más "El angel azul"con esa soberbia actuación del primer actor que ganó el Oscar: el gran (en todo sentido) Emil Jannings.
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