“Estoy
pensando en lo que Lenin dijo de la Appassionata de Beethoven: ‘Si sigo
escuchándola, no podría acabar la revolución’. ¿Puede alguien que haya
escuchado esta música... que la haya escuchado de verdad... continuar siendo
una mala persona?”
República
Democrática Alemana, 1984. Al capitán Hauptmann Gerd Wiesler (Ulrich Mühe), eficiente oficial al servicio de la
Stasi, policía secreta del régimen socialista de la RDA, le encomiendan la misión
de espiar a la pareja formada por Georg Dreyman (Sebastian Koch), un reconocido
escritor, y Christa-Maria Sieland (Martina Gedeck), una actriz de teatro, con
el fin de encontrar en sus vidas cualquier indicio de actividad subversiva.
Das Leben der Anderen
es la notable ópera prima del director alemán Florian Henckel von
Donnersmarck. La cinta, ganadora del Óscar a la
Mejor película de habla no inglesa, entre otros muchos premios internacionales,
constituye un brillantísimo thriller
de espionaje que aborda temas como la falta de libertad, la violación de la
intimidad, la soledad o la función del artista en un contexto de extrema
constricción policial y política.
Si
La vida de los otros se eleva por
encima del thriller de espías medio,
es gracias a su magnífico guión, donde no sobra ni falta nada, su sobria
puesta en escena, y a la excelente labor desempeñada por todo su reparto, en el
que sobresale el malogrado Ulrich Mühe, quien moriría tan sólo un año después
del estreno de la película a consecuencia de un cáncer de estómago. El filme se
inicia con el personaje del capitán Wiesler interrogando a un sospechoso de
traición al régimen. Como se verá enseguida, en realidad se trata de una
grabación sonora que Wiesler reproduce ante un grupo de alumnos que se preparan
para convertirse en miembros de la Stasi. El objetivo de éste es mostrarles
cómo se debe realizar un buen interrogatorio. El del realizador, por su parte, es
otro bien distinto: exponer algunos rasgos de la personalidad del protagonista.
Un tipo frío, calculador, huraño y sin escrúpulos. Donnersmarck alterna las
escenas del aula con las de la sala de interrogatorios, anticipando el que va a
ser su principal recurso para estructurar el relato: el montaje paralelo. Más
adelante, alternará lo que ocurre en el domicilio de Georg Dreyman, el
escritor, con las reacciones de Wiesler ante esos hechos que escucha mediante
la colocación de micrófonos a lo largo y ancho del apartamento. Hechos, situaciones
y emociones, que terminarán desmoronando progresivamente la concepción del mundo
que tiene el capitán, sus ideales políticos y vitales, viéndose influido de
manera decisiva por esa “vida de los otros” de la que toma detallada nota en sus
informes.
Concluyo
la reseña aludiendo a mi secuencia favorita de la película. Me refiero, claro
está, al triste final, en el que, pasados unos años, una vez derribado el Muro
de Berlín, los destinos de Wiesler y Dreyman vuelven a cruzarse en el
escaparate de una librería. Difícil de olvidar.
Hola Ricardo!
ResponderEliminarPrecisamente quería preguntarte un día de estos cual era tu parecer sobre esta película. Por lo visto, ambos creemos que se trata de un notable ejercicio cinematográfico.
Un cordial saludo.
Hola, Viri:
EliminarPues ya conoces mi opinión :)
Un cordial saludo.
Hola Ricado. Esta película la vi en verano. Al principio me aburría un poco pero fue envolviendome y al final me acabó gustanto bastante. Lo mejor: la escena final. Para mí es una obra maestra y le daría más nota incluso.
ResponderEliminarPor otra parte comentarte que mi director favorito también es A. Tarvkosky.Sin embargo, su película que más me gusta es Solaris: luego Nostalgia y Stalker...
Hola, Cristina:
EliminarMe alegra ver a otra tarkovskyana por estos lares :)
Un saludo.
Me encanta esta película. La vi por recomendación de una amiga e incluso puse en mi blog el trailer y un comentario muy breve, porque entonces- fue hace tres años- no me atrevía a escribir mucho. Coincido contigo en todo lo que dices de ella.. Inolvidable la escena final. Un abrazo
ResponderEliminarHola, selegna:
EliminarVaya, y yo me perdí ese post tuyo :(
Un abrazo.
Como te digo, es muy breve, pero aún puedes verlo si quieres porque sigue en el blog. Sólo tuve 1 comentario y era para otro post...ja,ja,ja
EliminarUna gran historia y un personaje inolvidable, el del capitán Wiesler. Y una actuación sobria y matizada donde las haya. Saludos.
ResponderEliminarHola, ricard:
EliminarLa verdad es que Ulrich Mühe está inmenso. Una lástima su muerte.
Un saludo.
Y Upstream Color? estoy esperando esa crítica...
ResponderEliminarSaludos!
Hola, Sebastián:
EliminarYa he visto "Upstream color", pero quiero verla una segunda vez antes de pronunciarme. Supongo que me entenderás :). En cualquier caso, esta semana que entra cuelgo la reseña.
Un saludo.
Soy nuevo por estas tierras, Ricardo, quisiera preguntarte, aunque no tenga que ver directamente con lo que aparece en la página en estos momentos ¿Cuáles serían para ti las películas indispensables para ver sí o sí?
ResponderEliminarFelicitaciones por la página.
Hola, Diego:
EliminarAnte todo, bienvenido. En cuanto a la pregunta que me haces... Uff, me parece imposible respondértela, ya que hay tantas películas indispensables... Lo mejor es que le eches un vistazo al blog (sobre todo a las listas).
Un cordial saludo.