“Me
sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso; asentó mis pies sobre roca, afianzó
mis pasos”. (Salmo 40:2)
Historia sobre un teniente de policía
(Harvey Keitel) para nada ejemplar, adicto a las drogas, al alcohol y al sexo;
y endeudado hasta la médula por su enfermiza afición a las apuestas. La
investigación de un caso de brutal agresión sexual sobre una monja en una
iglesia, le hará replantearse su forma de vida.
Bad Lieutenant es la mejor
película del director estadounidense Abel Ferrara. Una obra de culto que, con
todo merecimiento, no ha parado de ganar adeptos desde que se estrenara hace ya
un par de décadas. Se trata de un drama policial urbano, hosco y crudo, cuyas
implicaciones religiosas en torno a conceptos como los de redención y perdón,
lo elevan hasta situarlo como uno de los clásicos imprescindibles del cine
norteamericano de los noventa. En 2009 Werner Herzog realizó un remake (en realidad no es tal) del que
hablaremos en otro momento, en el que Nicolas Cage asumía el rol aquí
desempeñado por un inmenso Harvey Keitel.
De fondo suena Pledging My Love de Johny Ace, canción que también se escucha al final del metraje. El personaje
al que interpreta Harvey Keitel está ebrio y colocado. Mientras, dos prostitutas
realizan juegos sexuales sobre una cama. Primero baila con una de ellas,
lentamente, después lo hace con ambas a la vez. Más tarde se pasea desnudo por
la habitación; una expresión llorosa, de insondable amargura, se posa en su
rostro. Creo que esta escena es la que mejor recoge la esencia del filme,
reflejando como pocas los excesos y el hastío vital que inundan la vida del
protagonista. No por casualidad se ha convertido en la más icónica de la
película.
Ferrara plasma de un modo bastante
logrado los ambientes sórdidos y noctívagos por los que pulula su antihéroe en
busca de alcohol, drogas o alguien a quien extorsionar, impregnando todos
ellos de cierto halo taciturno y ofuscado. Impresionante resulta la secuencia
en el interior de la iglesia en donde el policía reconoce y pide perdón por sus
pecados ante la alucinada visión de Jesucristo. Conseguirá redimirse, al menos
en parte, cuando se inmiscuya en la investigación del caso de una monja que ha
sido violada. El realizador utiliza a ésta como figura que se contrapone a la
del teniente; su pureza y elevado sentido del perdón harán que el mezquino
agente actúe por vez primera como debe (según la moral católica), en lugar de
como hubiera querido. Harvey Keitel está soberbio en el que, con toda
seguridad, es el trabajo más destacado de toda su carrera.
Polémica, áspera, provocadora, explícita y finalmente inolvidable. Así es
Teniente corrupto, un ejercicio
cinematográfico de primer nivel.
Keitel está soberbio.
ResponderEliminarNo he tenido oportunidad de ver el remake de Herzog. En realidad no me llama mucho la atención su lado más "gringo".
Saludos.-
Hola, Anny:
EliminarComentaré el "remake" próximamente. Yo tampoco soy demasiado fan del lado "gringo" del cineasta alemán.
Un saludo.
Una de esas películas que debo volver a revisar, por que aunque me gustó bastante, y la interpretación de Keitel es genial, hay algo que me decepcionó (aunque debo decir que la copia de esa y en ese momento de esa películas eran pésimas, y más de una, perdió mi interés, pero de lo poco que me acuerdo la alucinación de Keitel. Aunque, yo me quedo con The King of New York...espero que al volver a revisar Bad Lietunant, le encuentre mejores elementos y claro espero que sea de mejor calidad el video. un saludo. http://asaltovisual.blogspot.com/
ResponderEliminarHola, Andrés:
EliminarA mí me parece mejor "Teniente corrupto" que "El rey de Nueva York". Ya me contarás cuando la revises.
Un saludo.
Me la pongo a bajar a ver qué tal...(Andrés M, hay versiones en HD por la red)
ResponderEliminarY hablando de Harvey Keitel, Ricardo, ¿qué te parecen "El piano" y "La mirada de Ulises"? a mí me parecen dos grandes peliculas, sobre todo la segunda.
Un saludo.
Hola, David:
Eliminar"La mirada de Ulises" me parece un filme notable de Angelopoulos; "El piano", en cambio, no es más que un artificio feminista con pretensiones estéticas.
Un saludo.
Si es cierto, hace unos años no era tan fácil, aunque hace falta la película en físico, destaparla y todas esas bobadas de los nostálgicos de determinadas cuestiones..pero sí, es verdad hay muchas versiones en HD para descargar
EliminarEstá película me impactó muchísimo en su momento, la pude ver en su estreno, por la fuerza descarnada de sus imágenes (a caballo entre la mística la sordidez y el existencialismo) y la cuidada plasticidad de las mismas; la fotografía es tremenda con esa paleta cromática retro en la que encuentro influencias tanto de la pintura barroca como de la fotografía urbana contemporánea.
ResponderEliminarMención aparte para la brutal interpretación de un Harvey Keitel pletórico (si duda en su mejor momento a principios de los 90´s).
Como comentaba en la entrada dedicada a la versión de Herzog me apetece revisarla a ver que tal hemos envejecido los dos.
Un abrazo camarada
Hola, camarada:
EliminarSin duda que debió impactar ver esta película en pantalla grande. Hay que tener en cuenta que, por entonces, uno no estaba tan acostumbrado a ver cómo un tipo se inyectaba droga de manera tan explícita. Mi primer contacto con esta obra fue a mediados de los noventa, cuando la estrenaron en Canal Plus. Yo era un pipiolo en aquella época, pero, áun así, algunas escenas me impresionaron sobremanera. En especial, la de la alucinación en la que aparece la imagen de Jesucristo. Filme mítico, sin duda.
Un abrazo, camarada. Ya me contarás qué tal se te dio esa brutal sesión doble :)
Hola acabo de verme esta peli y dime a ver como interpretas tú ese final, los llama mierda, los llama escoria (a los que violaron a la monja) pero los deja en libertad y les da 30.000$. Vale que no ha hecho lo que a lo mejor hubiese querido (y yo también) que sería pegarles dos tiros a cada uno, pero de ahí a lo que ha hecho, es decir, dejarlos en libertad, hay una amplia escala de grises.
ResponderEliminarSi lo ves, contestame! xD
La palabra clave es “dureza”. Es la mejor manera de darle un nombre a este film.
ResponderEliminarDura, cruda, brutal, áspera, violenta, muy políticamente incorrecta, a veces visceral, de vez en cuando filosófica, a ratos dramática y la mayor parte del tiempo grotesca. Al terminar de verla se te queda el mismo regusto que si te pasaras un papel de lija por la lengua.
Keitel realiza uno de los papeles de su vida de manera magistral y sublime, siguiendo la línea de su personaje Charlie de “Malas Calles” aunque visto desde el otro lado de la ley...y muchísimo más pasado de vueltas.
Las referencias están muy claras. Ferrara consigue crear perfectamente un retrato, a modo de casi falso documental, de la destrucción del ser humano y su consumición en los Infiernos contemplando la repugnante sociedad que lo rodea y, además, haciendo homenaje a los oscuros e incisivos “thrillers” de los 70 (en especial a los de Martin Scorsese y Don Siegel) a los que tanto debe esta película.
“Teniente Corrupto” no es agradable de ver. Sufres, sientes náuseas a veces, te revuelve el estómago y te estruja hasta que la angustia y la repulsión te salen físicamente por los poros de la piel...sin embargo es una pequeña e indiscutible obra maestra del “thriller” de los 90 y quizá la muestra más significativa de lo gran actor que es Harvey Keitel.