Norman es un niño de once años que tiene el don, o la desgracia, de ver a
los muertos. Sus compañeros de clase se burlan de él, y ni siquiera encuentra
una pizca de comprensión entre sus propios familiares, quienes lo consideran un
bicho raro. Sin embargo, cuando la maldición de una bruja recaiga sobre la
pequeña localidad en donde reside, y los muertos vivientes salgan de sus tumbas
hambrientos de cerebros frescos, se convertirá en la única esperanza de
salvación para todos.
De la mano de los estudios Laika, los mismos que crearon la deliciosamente
siniestra Los mundos de Coraline,
llega hasta las pantallas de nuestros cines ParaNorman,
una divertida y “aterradora” cinta de animación en stop-motion que parodia las películas de zombis e intenta
transmitir un mensaje de tolerancia dentro de un contexto de bullying escolar.
El filme destaca por su extraordinaria imaginería, que se sustenta en un
uso brillante de la técnica de parada de imagen. Sólo cierto histrionismo
visual en su tramo final, amén de un dibujo de personajes excesivamente
estereotipado (el raro, el gordito, el macarra, el “cachas”, la frívola…),
impiden al conjunto alcanzar una categoría mayor. En cualquier caso, el resultado
supera con creces a la media, constituyendo un divertimento que satisfará tanto
a grandes como a pequeños.
Llama la atención, debido a su originalidad, el planteamiento paradójico
sobre el que se erige el tema de la resurrección de los muertos; estos no surgen
de la tierra con el fin de zamparse a nadie, tal y como estamos acostumbrados a
ver en multitud de movies americanas y
series de televisión, sino para sufrir en sus decrépitas carnes la venganza de
una bruja que fue injustamente condenada en el pasado. Aquí, en lugar de
perseguidores, los zombis serán perseguidos: el blanco perfecto de una turba
enfurecida.
La cinta, que se inicia con el pequeño Norman viendo en TV una película
de zombis mientras conversa con su abuela muerta, está plagada de humor negro y
momentos de gran diversión, especialmente en su primera parte, la más
conseguida. Una vez descubierto el “pastel” (la historia de la bruja y sus
intenciones), la trama deja de sorprender y se enreda en mareantes artificios
visuales que no aportan nada nuevo a la historia. De ese modo, lo que podría
haber sido un trabajo de animación asombroso, se queda en bueno, lo cual no es
poco teniendo en cuenta los tiempos que corren.
Entre ParaNorman y Frankenweenie,
por cotejar dos filmes en stop-motion
estrenados en los últimos meses, me quedo con la nostalgia de la obra de
Burton.
Técnicamente es impecable pero el guión lo encontré flojito. Saludos y Feliz Navidad.
ResponderEliminarHola, ricard:
EliminarEl guión suele ser el talón de aquiles de las cintas de animación en particular, y de las películas actuales en general. No te falta razón; sin embargo, en una obra de animación, la animación en sí es parte esencial, y la de "ParaNorman" resulta excelente.
Un saludo y felices fiestas.
Las películas en stop motion que mas me gustan son "Vincent" & "Mary and Max". ¿Qué te parece la segunda?
ResponderEliminarPara ver esta en concreto creo que esperaré a que salga en DVD, que seguramente sea de una calidad semejante a "Los mundos de Coraline" que me pareció decente pero no me fascinó.
Salu2.
Hola, Fransico:
EliminarNo he tenido la oportunidad de ver "Mary and Max", y eso que le tengo ganas, ya que las referencias que me han llegado son inmejorables.
Un saludo.