“No
hay soledad más profunda que la del samurái… salvo la de un tigre en la selva…
tal vez”.
Jeff
Costello (Alain Delon) es un metódico asesino a sueldo que en su último encargo
ha cometido el error de dejarse ver por varios testigos.
Este
admirable thriller policíaco,
posteriormente imitado hasta la saciedad, constituye una de las cumbres de la
filmografía del realizador Jean-Pierre Melville, y del cine francés en general.
Partiendo de un minucioso guión escrito al alimón por el propio Melville y
Georges Pellegrin sobre una novela poco conocida de Joan McLeod, la película se
erige en el taciturno, trágico retrato de un killer al que interpreta de manera solvente un imperturbable Alain
Delon en el que quizá sea su papel más recordado.
El
filme se abre con un plano fijo en el que se muestra a Costello tumbado sobre
la cama de su pequeño, viejo y deteriorado apartamento parisino. Lo vemos
apurar un cigarro a la espera de que llegue la hora señalada. Llueve en el
exterior. Dentro, el único sonido que se escucha es el del continuo piar de un
pájaro enjaulado. Son las seis de la tarde de un sábado del mes de abril.
Costello se levanta. Tras ponerse la gabardina y ajustarse el sombrero de un modo
sutil frente al espejo, sale a la calle. A continuación roba un automóvil y lo
conduce hasta un retirado garaje donde un tipo le cambia la matrícula. Mientras
tanto ya se ha hecho de noche. La siguiente parada es el apartamento de su atractiva
amante, con la que concierta la coartada perfecta. Una breve visita a la habitación
de un hotel donde se juega una partida de cartas clandestina, y a la que se
compromete a volver pasadas unas horas, supone el último paso antes de entrar
en el club nocturno en el que se encuentra su víctima. Ahora sólo queda ser cauto y
apretar el gatillo… Los descritos son los primeros quince minutos de metraje, y
apenas ha habido diálogos. Melville, como en otros de sus trabajos, prefiere
optar por una narrativa puramente visual. Y en esto es un verdadero maestro. Pocos
cineastas han sabido dotar al silencio de tanta elocuencia como él.
En
la trama de Le samouraï, aparte del
protagonista, existen otros tres personajes que resultan clave para su
desarrollo y resolución: la señorita Lagrange (Nathalie Delon, por entonces
mujer de Alain Delon), la fiel amante de Costello; la pianista negra del club
(Cathy Rosier), principal testigo del asesinato; y el persistente comisario de
policía (François Périer), que está convencido de que Costello es el culpable a
pesar de su coartada.
Melville
otorga a su obra una puesta en escena sobria y desnuda, ajena a cualquier tipo
de ornamento innecesario. Su dirección es puntillosa y elegante. La plomiza
fotografía de Henri Decae y la jazzística partitura de François de Roubaix,
contribuyen a favorecer la atmósfera melancólica de un relato con aura de tragedia clásica.
De
entre sus muchas secuencias memorables, rescato la que transcurre en el interior
del metro de París, ya casi al final, en la que diversos agentes tratan de no
perder la pista del escurridizo Costello. Cine con mayúsculas. Simplemente
impresionante.
Por
si quedaba alguna duda, obra maestra absoluta.
Era extraño no ver esta pelicula en el blog
ResponderEliminarEra cuestión de tiempo, Jaime. Me pasa con muchas otras.
EliminarUn saludo.
Esta me parece fabulosa, pero todavía más "El círculo rojo", película que no me canso nunca de volver a revisar.
ResponderEliminarHola, Ignacio:
EliminarOtra gran película, sin duda. Y además, bastante olvidada. La reseñaré.
Un saludo.
¿Qué opinión te merece "Ghost dog: the way of the samurai" de Jarmusch, que dicho sea de paso, es un homenaje a esta obra maestra?
ResponderEliminarHola, Lobo de la Estepa:
EliminarMe parece de lo mejor de Jarmusch. Con un Forest Whitaker tremendo, como casi siempre.
Un saludo.
Cine-cine. La obra cumbre del "polar". Saludos.
ResponderEliminarDicho queda, amigo.
EliminarUn saludo.
Totalmente de acuerdo, una obra maestra y la cumbre de su director junto con Círculo rojo.
ResponderEliminarPor cierto, ¿alguien podría decirme qué tal son las ediciones en bluray de estas películas editadas en España? El silencio de un hombre ha sido editada por Layons y Círculo rojo por JRB. No conozco estos sellos y no acabo de decidirme a comprarlas, pero si son buenas copias me encantaría añadirlas a mi colección.
Hola, Pedro:
EliminarNo tengo ninguna de esas ediciones, pero sí te puedo decir que ni Layons ni, por supuesto, JRB son distribuidoras de fiar. Especialmente la segunda.
Un saludo.
Maravillosa reseña, que hace justicia a esta maravillosa película. Me encantó en su día, pero estoy convencido de que con revisión me gustará aún más.
ResponderEliminarEspero tu texto sobre 'Le cercle rouge', que no tiene nada (o no mucho) que envidiar a su predecesora.
Hola, Iván:
EliminarMe alegra que te guste la reseña. Sobre "El círculo rojo" intentaré escribir algo durante las próximas semanas.
Un saludo.
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