“Es
difícil saber si el mundo en que vivimos es sueño o realidad”.
Tae-suk
(Hyun-kyoon Lee) es un repartidor de propaganda que tiene por costumbre pernoctar
en aquellas viviendas que encuentra temporalmente vacías. En uno de esos
domicilios conoce a Sun-hwa (Seung-yeon Lee), una bella mujer que es maltratada
por su marido.
El
silencio como recurso narrativo. Cuando las palabras se vuelven superfluas y la
imagen sujeta al relato. Filosofía oriental aplicada al medio fílmico. Kim
Ki-duk es un cineasta peculiar, fastidioso en muchas ocasiones, pero siempre
consecuente con su forma de entender el arte cinematográfico. Su figura genera
controversia y posiciones enfrentadas. Al contrario que algunos de sus
compatriotas, no ha sucumbido a los cantos de sirena procedentes de Hollywood,
desarrollando de manera íntegra su carrera como auteur en Corea del Sur.
Bin-jip
es la película del director que más me gusta. Admito que quizá sea la única
junto con Primavera, verano, otoño,
invierno… y primavera (Bom yeoreum
gaeul gyeoul geurigo bom, 2003). Me parece hermosa y sencilla. Carece de la
pretenciosidad y el discurso social de otros de sus trabajos. En ella hay auténtica
poesía, y el uso que hace de los silencios resulta extraordinario; casi inaudito
en el cine moderno. Sus dos personajes principales se enamoran sin tan siquiera
hablar (no lo hacen en todo el filme). Les basta una mirada comprensiva, un
gesto cariñoso o escuchar juntos una melodía de resonancias árabes. Se trata de
un amor puro, platónico, que no ha sido mancillado por el verbo y la palabra. Tal
es su pureza que se mantiene aun en la ausencia y la distancia, trascendiendo
las limitaciones espaciales para hacerse inasible. Sólo así puede pervivir,
como si fuese un espíritu.
La
historia está contada con gran sensibilidad. Apenas hay diálogos entre los
largos silencios. A falta de frases, los dos actores protagonistas realizan un
trabajo gestual fantástico. Las imágenes elaboradas por Kim Ki-duk desprenden
un lirismo bello y reposado, lo que provoca que la narración fluya tranquila, como
la corriente de un arroyo.
Son
diversas las escenas que quedan grabadas en la retina del espectador tras el
visionado de Hierro 3, pero seguramente
ninguna posea la fuerza poética de la secuencia final. Más que comentarla,
invito al lector a que la contemple con sus propios ojos. Inolvidable.
Me gusta esta cinta de Kim Ki-duk, pero no creo que sea su mejor obra. Ese mérito le va a "Primavera, verano...". Esa película me subyugó totalmente en su momento. Aun con sus fallos, prefiero también "El arco" y "Samaritan girl" por encima de la que comentas, que se me hizo demasiado hermética por ocasiones. Eso no quita para que reconozca la gran delicadeza de muchas secuencias. A ver que pasa con los trabajos de este hombre que esperan estreno.
ResponderEliminarHola, León:
EliminarNo sé si será la mejor película de Ki-duk, pero a mí es la que más me gusta. A falta de ver algunos de sus últimos trabajos, creo que el nivel de su cine ha bajado de nivel.
Un saludo.
Me parece una crítica perfecta, concuerdo tambièn en que sus dos peliculas son las que mencionaste , sólo me quedo una duda jaja, ¿de dónde sacaste el fotograma de la cabecera?
ResponderEliminarHola, Yoel:
Eliminar¿Te gusta la foto de cabecera? Pertenece a "Samaritan Girl" :)
Un saludo.
Tu crítica tiene fallos, a veces hablas de cosas de las que no tienes ni idea. ¿Que es repartidor de propaganda? Del McDonalds no te jode...De música árabe ir flojo sería poco. Hablas de lo pretenciosas que son las obras de este o aquel director, pero creo que lo más pretencioso aquí son tus críticas pseudointelectuales. Mucha paja y poco huevo me parece a mi.
ResponderEliminarPues sí, es una película muy peculiar. El diálogo, quizá, solo se hecha en falta al principio. Después uno acomoda o reacomoda sus expectativas y ya no lo busca. Lo mejor del filme es el tono, entre amargo y poético, 50% triste 50% tierno. Y acabas pensando que si no eres feliz es porque te gusta sufrir: ni tan siquiera es necesario estar enamorado; basta que lo hayas estado: revívelo en tu fantasía, conviértete en espíritu, habita lo que ya habitaste.
ResponderEliminar'echar en falta', no 'hechar en falta', zoquete. Sí, la imagen es mejor que la palabra :-)
ResponderEliminarJa, ja, ja. Es la película que más me gusta del irregular Kim Ki-duk. Tiene algo especial.
EliminarUn saludo, Josep.