“He cumplido treinta y
cinco años y ni siquiera tengo un buen reloj”.
Jimmy
Ringo (Gregory Peck), de quien se dice que es el revólver más rápido del Oeste,
llega a la pequeña ciudad de Cayenne, donde, después de varios años, pretende
hablar con su esposa, Peggy (Helen Westcott), convertida ahora en maestra de escuela, para convencerla de que ha abandonado sus correrías de forajido y quiere
iniciar una nueva vida junto a ella y su hijo. Sin embargo, dispone de poco
tiempo, ya que los hermanos de un joven al que mató en defensa propia, lo
persiguen para acabar con él.
Soberbio
western de Henry King que retrata de un
modo realista y desesperanzado, aquí no tiene cabida la redención, el drama de
un pistolero incapaz de romper con su delictivo pasado. El guión de William
Bowers y William Sellers parte de una idea original del también realizador
André de Toth: “La idea me vino en un
bar. Descubrí que en este tipo de locales la gente intentaba siempre provocar a
tipos como Errol Flynn o Clark Gable. Cada vez que uno de ellos entraba en un
bar o un restaurante, siempre había algún joven que quería presumir y no se le
ocurría otra cosa que tratar de pincharlos y provocarlos. Pensé que en el Oeste
debía de pasar lo mismo”.
Buena
parte de la acción se desarrolla en unas pocas horas, casi a tiempo real, y en
unos pocos decorados. Ringo espera impaciente en el interior de un bar la
respuesta de su esposa, que se hace de rogar. Mientras tanto, debe hacer todo
lo posible por evitar meterse en líos. No se lo pondrán fácil, puesto que,
además de los vengativos hermanos que vienen de camino, tiene que lidiar, entre
otras cosas, con un joven fanfarrón que desea labrarse un nombre a su costa. Es
su sino, en el saloon de cada pueblo
hay algún mequetrefe con ínfulas de pistolero que quiere hacerse famoso. Quizá
su cruz sea merecida, aunque ésta soporte más pecados de los realmente cometidos.
Así era el Oeste, matabas a uno y te contaban diez. Ya dijo Napoleón que una
retirada a tiempo es una victoria; pero para Ringo es tarde, ha tardado
demasiado en reinsertarse. No como el sheriff de Cayenne, al que interpreta Millard Mitchell, antiguo compinche de Jimmy que sí
supo hacerlo y ahora es un ciudadano respetable.
Desde
un punto de vista formal, la película destaca por su sobriedad. Es un western de espacios cerrados. King apenas
utiliza la música. Se centra en dotar de tensión al relato. Gregory Peck, por
su parte, realiza una de las mejores composiciones de su carrera. Transmite a
la perfección el hastío y el desgaste de un hombre que se sabe derrotado de
antemano.
The Gunfighter
es un filme formidable. Muy superior a otros westerns psicológicos posteriores de mayor
renombre.
Parece interesante, aun asi, ¿hay algún western que no te guste? :).
ResponderEliminarNada, solo pasaba para decirte que te dejé regalitos en "To the Wonder", "Noche de circo" y el top10 soviético.
Saludos.
Hola, David:
EliminarHay muchos westerns que no me gustan, lo que pasa es que aquí no suelo hablar de ellos. Iré a echarle un vistazo a tus "regalitos" :)
Un saludo.
Absolutamente recomendable. Soberbio western que hace tiempo que no veo con el magnífico Gregory Peck. Saludos.
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