“En
las tinieblas la imaginación trabaja más activamente que en plena luz”.
(Immanuel
Kant)
Hugo Pascal (Arturo de Córdova), escritor fracasado, y su prometida Ivón
(Emma Penella), actriz de teatro, llegan a un hotel de Gijón en una noche de tormenta.
Les acompaña Carlos, el joven hijo de Hugo. Cuando se acercan a ver el mar embravecido,
el muchacho cae y es arrastrado por la corriente. Al no hallarse su cadáver, la
policía comienza a sospechar de la pareja.
Nos encontramos ante una de las obras maestras más desconocidas de
nuestro cine. Un magistral filme de suspense dirigido por José Antonio Nieves
Conde, autor de las también interesantes Surcos
(1951) y El inquilino (1957), que cuenta
con un complejo guión a cargo de Carlos Blanco. La película está protagonizada
por unos formidables Arturo de Córdova y Emma Penella. En el año 2003, Antonio
Giménez Rico realizó un fallido remake
titulado Hotel Danubio.
Los peces rojos versa sobre la
fantasía y el arte de representar, como Hamlet.
Hay momentos en los que cuesta discernir entre lo verdadero y lo falso, entre
la realidad y la ficción. Hugo es un novelista de talento al que su editor no
publica porque escribe obras de carácter inverosímil en un contexto en el que lo
que se demanda es realismo. El fracaso profesional y una vanidad desbocada, le llevarán
a edificar su obra maestra a partir de la mentira. Tan perfecta resultará su
creación, tan humana y llena de matices, que con ella no sólo conseguirá engañar
a los que lo rodean, sino que terminará por engañarse a sí mismo en una
actitud que lo aproxima al abismo de la locura. La cinta posee un arranque
espléndido: Hugo e Ivón se hospedan en un hotel en una noche de perros. Con ellos
viaja el hijo del primero, aunque nunca lo vemos, tan sólo lo escuchamos hablar
en una ocasión. Tras cenar, la pareja comunica al recepcionista que los tres salen
a dar una vuelta para ver el mar. Elipsis. De repente, Ivón aparece gritando
socorro y pidiendo ayuda por las calles de la ciudad. El joven Carlos ha caído
al mar; pero, ¿qué ha ocurrido en realidad? ¿Ha sido un simple accidente o hay
algo más? La investigación se inicia de inmediato.
El filme destaca por su riqueza narrativa, alternando el presente con
varios flashbacks que aportan luz y diferentes
puntos de vista sobre lo sucedido antes y durante aquella fatídica noche.
Nieves Conde utiliza con asiduidad los espejos como metáfora del juego
de apariencias en el que se ven inmersos los personajes. También hace uso de
picados, contrapicados y angulaciones de cámara para enfatizar la naturaleza
turbadora del relato.
¿Aún no han visto esta joya del cine patrio? Pues ya están tardando en
buscarla. Imprescindible.
Me he animado a ver "Surcos" y me ha encantado, vamos que si digo que es una obra maestra me quedo tan ancho. También voy a ver "El inquilino" y después esta. Todo un descubrimiento el tal José Antonio Nieves Conde.
ResponderEliminarSalu2.
Hola, Francisco:
Eliminar"Surcos" es una película clave en la historia de un cine español que, hasta entonces, permanecía estancado en producciones de naturaleza propagandística. No te pierdas "Los peces rojos".
Un saludo.