Nader (Peyman Moaadi) y Simin (Leila Hatami) deciden divorciarse después de que el primero se niegue a abandonar Irán para poder cuidar de su padre, un anciano enfermo de Alzheimer. Simin quiere llevarse con ella a Termeh (Sarina Farhadi), la hija adolescente de ambos, pero Nader se niega. La contratación de Razieh (Sareh Bayat), una criada doméstica, les causará múltiples problemas.
El realizador iraní Asghar Farhadi se alzó con el Oso de Oro en el pasado Festival de Berlín gracias a este tenso y desgarrador drama familiar y social. La enfermedad, las diferencias ideológicas y de clase, las relaciones socio-patriarcales, el engaño y la dualidad y contradicciones que caracterizan al régimen teocrático iraní, son algunos de los temas tratados a lo largo de esta interesante, aunque quizá algo sobrevalorada película.
Tras los originales, a la par que sencillos, títulos de crédito iniciales, en los que los actores son presentados a través de sus pasaportes y carnés, el realizador nos introduce de manera inmediata en el elemento central de la trama y verdadera causa de todo lo que sucederá después: la separación de Nader y Simin (metáfora de la división social existente en Irán, donde la modernidad choca con la tradición). Ambos aparecen sentados frente a la cámara, exponiendo ante un funcionario las razones que les han llevado a solicitar el trámite para su divorcio. La sobriedad de la puesta en escena, no sólo preside esta secuencia inicial, sino que será el principal rasgo estilístico que defina a la totalidad de la obra.
Farhadi, también autor del espléndido guión, narra los acontecimientos de forma sólida, prescindiendo de golpes de efecto, gratuidades estéticas y hasta de la música. El filme va ganando progresivamente en complejidad, gracias a la irrupción de inesperados giros argumentales que demuestran que no todo es lo que parece, ya que las “verdades” siempre dependen del prisma desde el que se miren. Eso sí, quizá la narración se estanque demasiado en el proceso judicial en el que Nader se ve envuelto tras despedir a su criada.
Los personajes están muy bien trazados, además de magníficamente compuestos por todo el reparto, que realiza una gran labor conjunta. La visión humanista y realista de Farhadi en el tratamiento de cada uno de ellos hace el resto.
Grata sorpresa la que nos hemos llevado con el visionado de este trabajo, un claro ejemplo de que se pueden filmar buenas películas sin necesidad de contar con demasiados recursos.
Me ha gustado lo que he visto, en el video que has puesto. Se hacen películas interesantes en estos países ¿verdad? Procuraré verla. El otro día encontré una de turquía, premiada en el festival de cannes: Lejano (Uzak); aún no he tenido tiempo de verla, pero me parece que estará bién. Ya te contaré.
ResponderEliminarBueno, ricardo, no quiero robarte más tiempo. Hasta pronto.
Un abrazo
Oigg! Ricardo con minúscula...Ud disimule.
ResponderEliminarHola, selegna:
ResponderEliminarYo creo que se hace cine interesante en muchos sitios, es cuestión de saber buscar. "Uzak" es una espléndida película del director turco Nuri Bilge Ceylan, un tipo bastante influido por Tarkovsky. Este año ha estrenado "Érase una vez en Anatolia", aunque todavía no la he podido conseguir. No me robas tiempo en absoluto, así que tranquila :).
Un abrazo y gracias.
Pensé que ya no se publicaba por estas fechas... bueno no he visto esta película, pero creo que la podré ver en Enero del próximo año. Con respecto al giro que han tomado los comentarios, debo decir que, a mi juicio, se están haciendo mejores películas fuera del mundo occidental, en Taiwán, Hong Kong, y por supuesto en Irán (un auténtico milagro cinematográfico de los últimos veinte años). W.
ResponderEliminar(A propósito el cine de Ceylan también tiene una notable influencia en la Trilogía de Koker del que es seguramente el cineasta más importante de la actualidad: Abbas Kiarostami).
Hola, Woland:
ResponderEliminarEs cierto que, en muchas ocasiones, las propuestas cinematográficas llegadas tanto del Próximo como de Extremo Oriente (donde tampoco habría que olvidar al pujante cine surcoreano), son más interesantes que las del mundo occidental. No obstante, depende del año y de los directores que estrenen obras durante el mismo.
Un saludo.
Me incluyo entre los interesados en este tipo de cine. Ademas de mostrarnos desde dentro sociedades distintas a la nuestra, se suelen salir de los estándares comerciales occidentales, y eso siempre nos interesa a los cinéfilos.
ResponderEliminarConcretamente esta me pareció correcta en todos los sentidos, aunque no creo que me acuerde mucho de ella con el paso del tiempo.
Un saludo y felices fiestas a tod@s.
Hola, Jordi:
ResponderEliminarAcertado comentario el tuyo, estoy completamente de acuerdo con todo lo que dices. Yo tampoco creo que sea una película destinada a pervivir, ni mucho menos, pero sí que me parece un trabajo muy sólido a todos los niveles.
Felices fiestas y un cordial saludo.