“Y Yahvé puso una señal a Caín para que nadie que lo encontrase lo atacara. Caín dejó la presencia de Yahvé y se estableció en el país de Nod, al oriente de edén”.
(Génesis 4: 15-16)
Ciudad de Salinas, 1917. Adam Trask (Raymond Massey) es un honesto granjero que vive junto con sus dos hijos, Cal (James Dean) y Aaron (Richard Davalos), de caracteres muy diferentes. El primero descubre que su madre Kate (Jo Van Fleet) no está muerta, tal y como su padre les había dicho, sino que vive en una localidad cercana regentando un local de alterne.
Esta portentosa alegoría bíblica (renovación del mito de Caín y Abel), supone el que probablemente sea el trabajo más satisfactorio de Elia Kazan y uno de los títulos clave del cine norteamericano de los años cincuenta. Se trata de una adaptación de la novela homónima que el Premio Nobel John Steinbeck publicó en el año 1952.
En medio de un contexto rural marcado por el puritanismo religioso, Kazan realiza un complejo y conseguido estudio de las relaciones paterno-filiales y fraternales basadas en el amor y el odio, además de indagar en las insondables raíces del bien y del mal. El filme se estructura a partir del desigual trato que se establece entre el padre y cada uno de sus hijos: Cal, cual figura cainesca, tiene una tendencia natural a descarriarse. Todo lo contrario que su hermano Aaron, cuyo comportamiento modélico lo convierte en el favorito de su progenitor.
La virtud de Kazan a la hora de llevar a cabo el tratamiento de sus personajes, es que nunca cae en el fácil y simplista maniqueísmo. Los actos de Cal se justifican por su tormento interior, que se deriva de una existencia falta de amor. Su personalidad se ha visto trastocada como consecuencia de la ausencia de su madre y de la incomprensión de su padre. Es un ser perdido que no halla respuestas en un mundo anquilosado y autodestructivo (la película se ubica justo en el momento en el que los Estados Unidos decidieron participar en la Primera Guerrala Segunda ) que tampoco hace nada por ofrecérselas, de ahí que su personaje se convirtiese en todo un símbolo para una generación determinada.
Desde un punto de vista técnico y formal, cabe destacar la brillante utilización del CinemaScope, el uso de angulaciones forzadas para subrayar los momentos de mayor tensión, y una magnífica fotografía en color en la que abundan los claroscuros y predominan los tonos ocres y marrones.
La cinta supuso el descubrimiento/encumbramiento de James Dean, arquetipo por excelencia del American Rebel, que aquí aparece formidablemente secundado por un reparto en verdad espléndido.
Una carrera corta la de Dean pero con un cien por cien de éxitos. Nunca sabremos si hubiera sido una estrella efímera marcada por esa rebeldía o hubiera salido evolucionar.
ResponderEliminarGran interpretación y gran película!
Un saludo.
Elia Kazan, a causa de pasajes de su biografía, es un personaje antipático con el que siempre he de hacer un extraordinario esfuerzo de autocontrol, de funambulismo mental, evitando a toda costa caer en prevaricación a la hora de "juzgar" sus películas. Vaya esto de entrada, aunque ya lo tengo superado.
ResponderEliminarNo considero "AL ESTE DEL EDÉN", como tú apuntas, su mejor trabajo. Durante años (de juventud) yo también pensaba que era su película más redonda y brillante. Luego, con el estreno de "RÍO SALVAJE" y "AMERICA, AMERICA", me incliné por estos dos títulos como la cumbre de su carrera.
En "AL ESTE DEL EDÉN", Kazan se decidió a utilizar por primera vez el color y el reciente formato CinemaScope, exprimiendo con sabiduría (no exenta de cierto manierismo) las posibilidades de estas novedades para el enriquecimiento dramático de la narración. Así, el autor de “LA LEY DEL SILENCIO” supo plasmar con enorme fuerza el puritanismo intransigente y las obsesiones religiosas que vertebran la historia central, una alegoría bíblica (Caín, Abel, el Padre), basada esencialmente en la última parte del tocho de John Steinbeck. La película, como es sabido, significó al mismo tiempo el encumbramiento de James Dean, arropado, estoy de acuerdo contigo Ricardo, por unos formidables secundarios, entre los que cabe destacar a la siempre excelente Jo Van Fleet (que volvería con Kazan en la mencionada "RÍO SALVAJE").
Un saludo.
A mi la película me gusta, al margen de valoraciones técnicas (para las que no me considero con capacidad,e independientemente del lugar que ocupe en el ranking de películas de su director. La historia, trata el tema de las relaciones familiares, el cual todos podemos entender, y de "buenos" y "malos", que al final no lo son tanto. El "bueno" lleva un peso demasiado grande y en el fondo envidia al "malo" y éste, no es más que un hombre necesitado de cariño, que reclama la atención del padre, con un comportamiento radicalmente opuesto al de él. Impresionante la escena en la que le da su regalo de cumpleaños y le abraza, siendo rechazado, porque él (el padre), considera un signo de debilidad, expresar los sentimientos de esa forma. Muy hermosas las escenas con "Abra"
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Manderly:
ResponderEliminarEs una duda muy razonable la que planteas, no obstante, si hay que apostar, yo apostaría a que habría evolucionado como actor. De hecho, su interpretación en "Gigante", la mejor en mi opinión, ya muestra algo de esa evolución que para desgracia de todos nos perdimos.
Un saludo.
Hola, Teo:
ResponderEliminarTienes parte de razón en lo que dices, sobre todo en lo referente a "América, América", un filme excelente y muy personal, aunque de duración excesiva. Tal vez sea por causa de mi juventud, o a pesar de ella, pero "Al este del edén" me sigue pareciendo una película especial.
Un saludo.
Hola, selegna:
ResponderEliminarCoincido mucho con tu apreciación de la película. Aquí no hay buenos ni malos, sino diferentes personas con diferentes personalidades y formas de entender el mundo. El padre representa al americano medio, conservador y tradicional, mientras que el personaje de Dean es el reflejo de una América moderna, con sus virtudes y sus defectos (sólo hay que echar un vistazo al modo en que cada uno entiende el mundo de los negocios).
Un abrazo también para ti.
Independientemente de la tematica, que es administrada con sobriedad, considerando que es la vieja historia biblica, pero con un toque personal donde el gran Kazan muestra su capacidad. Y a pesar de su obertura aburrida y larga extension de la pelicula, sin embargo esa estetica algo descolorida u ocre le da un atractivo particular. A pesar de Dean, que su cara de niñato rebelde nunca me ha gustado, asi que no entiendo que lo mitifiquen tanto. Sera la fascinacion por las muertes jovenes y tragicas supongo. Saludos. (disculpas por la falta de tildes, problemas de teclado).
ResponderEliminarHola, José:
ResponderEliminarDesconocía tu animadversión hacia el bueno de Dean :). A mí me parecía un actor excelente. Está claro que su trágica y temprana muerte ayudó mucho a que se convirtiese en un mito. Su imagen desprende un magnetismo irrepetible, independientemente de que la veas en una pantalla de cine, una camiseta o una taza. Incluso a día de hoy, en pleno siglo XXI, su aspecto sigue siendo terriblemente moderno. Como ves, yo sí que soy muy de Dean :).
Un saludo, estimado compañero, y no te preocupes por las tildes.
La mejor película de Elia Kazan solo 4 estrellas? Veo que no te enamora demasiado.. Un día de estos podrías dejarnos un top 10 suyo, que los tienes abandonadillos.
ResponderEliminarOh, la he visto y me ha gustado bastante. Me sorprende sobre todo la mano de Kazán con los actores (no solo Dean), el padre, el Sheriff, la madre.. están geniales. Por ahora es lo mejor que he visto de Elia, aunque todavía me quedan Esplendor, 'El compromiso', 'Río salvaje' y sobre todo 'América, América', que es de la que espero cosas más grandes. Por cierto, no entiendo porque las fotos que has posteado están en B&W.
ResponderEliminarSaludetes.
No había fotos decentes en color, sólo capturas :)
ResponderEliminarSaludetes.