Robert Ledgard (Antonio Banderas) es un prestigioso cirujano plástico que, tras perder a su esposa en un accidente de tráfico a causa de graves quemaduras, está experimentando con la transgénesis para conseguir una piel artificial más resistente. Para ello utiliza como cobaya humana a Vera (Elena Anaya), joven a la que tiene cautiva en una de las habitaciones de su aislada mansión.
Si se mezclan Los ojos sin rostro de Georges Franju, las ideas científicas más demenciales de las cintas de terror de la Hammer (en especial las de la serie de películas que Terence Fisher hizo sobre Frankenstein y Dr. Jeckyll y su hermana Hyde de Roy Ward Baker), algunos de los bodrios patrios dirigidos por Jesús Franco y Glen o Glenda (Vicente o Vera en este caso) de Ed Wood; y a esa mezcla se le añade una buena pizca del universo amanerado, melodramático y tan spanish-kitsch de Pedro Almodóvar, probablemente surja algo parecido a La piel que habito, uno de los filmes menos convencionales y más extremos (argumentalmente hablando) de la carrera del cineasta manchego.
Bajo la apariencia de un thriller psicológico con elementos de terror y ciencia ficción, Almodóvar vuelve a dar rienda suelta a varias de sus habituales obsesiones (transformismo y crisis de la identidad sexual, drama familiar, personajes retenidos en contra de su voluntad…), alternando momentos muy sugerentes con otros más bien risibles y hasta sonrojantes. El resultado final es del todo imperfecto e irregular, aunque si no se toma demasiado en serio, su visionado puede hacerse ciertamente disfrutable gracias al talento y delirio del autor de Todo sobre mi madre.
Los aspectos más reseñables de la película son la excelente puesta en escena, que coquetea con el minimalismo, el trabajo de cámara y la espléndida partitura de Alberto Iglesias.
En el apartado actoral, el gran trabajo de Elena Anaya contrasta con la floja interpretación de un Antonio Banderas poco creíble en su encarnación de mad doctor con ansias de venganza como consecuencia de un drama personal.
Haríamos mal en confundir la originalidad con la rareza. La piel que habito carece de lo primero (no deja de ser un remedo de cosas que ya se han visto) y destaca por lo segundo. Eso sí, debo reconocer que gracias a esta obra se ha despertado en mí un temor que hasta ahora desconocía. Y es que el solo hecho de poder abrir los ojos en un quirófano y que alguien te diga que te han hecho una vaginoplastia por sorpresa, me produce un miedo atroz…
Hola de nuevo camarada, colgaste una nueva reseña mientras yo me explayaba con "Aguirre".
ResponderEliminarNo he visto la última de Almodovar, ni creo que lo haga (al menos a corto o medio plazo),
el cine del manchego hace ya mucho tiempo que no me atrae para nada, su sobreabuso del melodrama impregnado con esa pátina de españolidad (un tanto casposa en muchas ocasines) me sobrepasa, y si además le añadimos el sobreabuso que hace de sus inefables tics... ¡Uf que pereza! ;)
A mi entender la fórmula de Peeeedro! está bastante gastada, un tipo como el con un talento innegable y una cultura cinéfila de primer nivel devería ir pensando en reinventarse.
Estoy bastante de acuerdo con la crítica. Con una cosa difiero, la interpretacion de Elena Anaya me parece tan mala como todo el elenco. En ningún momento veo a un hombre disfrazado de mujer (por no hablar del chico que tiene un poco de pluma). Las masculinidad desaparece y creo que Almodovar se equivoca para trampear al final.
ResponderEliminarOpinio lo contrario. Como siempre Almodóvar da que hablar. Para los que nos gusta, hemos disfrutado de esta última película de tema controvertido.
ResponderEliminarIncluso Banderas me ha parecido bien (cosa que me ha sorprendido porque no me parece buen actor).
Saludos.
A mi, la verdad, me decepcionó un poco; porque esperaba ese giro del que tanto se había hablado, y no lo ví; pero creia que era yo quien no había sabido apreciarlo. La idea de poner la escena de Roberto Alamo, no me pareció adecuada. Eso sí, era inquietante seguir el proceso de la maquiavélica venganza.
ResponderEliminar¡Ah!...mejor que no te ocurra lo que dices; nos quedaríamos sin el "Lord Byron de la blogosfera" y sería una pena ja, ja.
Un abrazo
A mí tampoco me entusiasmó, es una película pasable, con el sello inconfundible de Almovódar, ese punto hortera que creo que precisamente a este filme no le va mucho. Tiene escenas que me parecieron ridículas y que según pasa el tiempo me lo parecen aún más.
ResponderEliminarUn besito.
Hola, camarada:
ResponderEliminarEstoy bastante de acuerdo con todo lo que dices. Con autores tan personales como Almodóvar, si no comulgas con sus obsesiones y con el modo en que estas son tratadas en sus obras, es mejor no acercarse demasiado. No obstante, y como sé que en determinadas ocasiones te atrae lo friki, yo te recomiendo que veas esta auténtica frikada autoral. Creo que pasarías un rato bastante divertido, aunque no sé hasta qué punto esa era la intención del director.
Un abrazo.
Hola, General Urko (un nick muy mono el tuyo :) ):
ResponderEliminarTienes parte de razón en eso de que bajo la interpretación de Elena Anaya uno nunca ve a un hombre, pero es que yo dudo de que Almodóvar quisiera algo así, precisamente porque de esta forma la sorpresa final es mucho mayor. Digamos que, yo al menos lo veo así, ha priorizado el factor sorpresa (tramposo como tú bien dices) sobre el realismo.
Un cordial saludo.
Hola, Manderly:
ResponderEliminarQue conste que yo también he disfrutado de algunos momentos de la película, aunque a un nivel más cómico que serio, la verdad. Antonio Banderas no me parece un mal actor, su problema aquí es que no se cree a su personaje, y eso, en mi opinión, acaba por transmitirse al público.
Un saludo y gracias por dejar tu opinión.
Hola, selegna:
ResponderEliminarCreo, sinceramente, que es poco probable que a estas alturas Pedro Almodóvar dé un giro a su carrera. Coincido contigo en que el "momento tigre" es de lo peorcito del metraje, pero no veas las risas que se echa uno al recordarlo. Lo de la vaginoplastia ni lo menciones, que entonces me niego a ser operado hasta de una simple apendicitis :P.
Un abrazo, simpática.
Hola, María:
ResponderEliminarA raíz de lo que dices, hay que reconocer que Almodóvar es un director que deja su impronta en cualquier tipo de proyecto que acometa, lo cual me parece digno de admirar, independientemente de que guste más o menos. No sé por qué, pero creo que entre esos momentos ridículos que mencionas, también se encuentra el del "tigre" ;)(el de los consoladores de distintos tamaños me pareció impagable).
Un besito también para ti.
A mi, y hasta ahora: "Tacones lejanos".
ResponderEliminarEsta no me entusiasmó mucho.
Hola, NtC:
ResponderEliminar"Tacones lejanos" es una de las obras más representativas de Almodóvar. A mí también me gusta bastante más que la ahora comentada.
Un saludo.
¿Cómo explicar el cambio de voz? la única pista que tienes para saber quien es que "habita la piel" es su fetiche con la ropa, sus ojos y algún vestido por ahí en el decorado.
ResponderEliminarSiento que no se profundiza en el trauma/adaptación del sujeto en cuestión, incluso siento que los personajes quedaron a "medio talle"; las insinuaciones sobre "la voz interior/contenido forma" que muestran los programas de yoga son insatisfactorias.
Cuando terminó la película me pregunté si me despisté en algún momento y no pude conectar con la obra.
Hay que reconocer que a Almodóvar uno puede amarlo u odiarlo; esta vez lo odié.
Hola, José R. Durán:
ResponderEliminarCoincido prácticamente con todo lo que dices, pero ya se sabe que muchos filmes de Almodóvar (la mayoría) se apoyan sobre supuestos difícilmente verosímiles. Yo también creo que la película hubiera sido mucho más interesante de haber tenido un tratamiento más realista y de haber ahondado en el trauma de Vicente/Vera.
Un saludo y gracias por dejar tu opinión.
Me voy a verla al cine, ya comentaré, aunque tampoco estoy entusiasmado. El cine de Almodóvar no me apasiona, con excepción de la cassavetiana "Todo sobre mi madre". W.
ResponderEliminarHola, Woland:
ResponderEliminarOjalá te guste. A mí tampoco me apasiona el cine de Almodóvar, las películas que más me interesan de su filmografía, son las que forman parte de su primera etapa ("Átame!", "Tacones lejanos", "La flor de mi secreto"...).
Un saludo.
Me ha gustado. Un trabajo sumamente arriesgado e interesante, que no es ni de lo mejor ni de lo peor del director. Merece verla una segunda vez. (He de reconocer que todo el tema del "tigre" es bastante...cutre). W.
ResponderEliminarHola, Woland:
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado. En el cine de Almodóvar abundan momentos como el del "tigre".
Totalmente de acuerdo, Banderas haciendo de un Vincent Price moderno es absolutamente patético.
ResponderEliminarHola, Nanin:
ResponderEliminarMe cae muy bien Antonio Banderas, no creo que sea un mal actor, pero aquí no se lo cree ni Dios :).
Un saludo.
¿De verdad en algún momento Pedro Almodóvar pensó que podía ganarle la palma de oro con esta película a "El árbol de la vida"? ¿Tan iluso es? Menudo timo de película. ¿Extrema? De acuerdo. Pero me parece un disparate de principio a fin. Además me parece falsaria, utiliza un recurso muy manido en su cine...algo así como un misterio que te va resolviendo dudas que ni si quiera te habías plateado con giros de guión inverosímiles (para que la gente diga ¡¡Andaaaa!!). Ni si quiera me gusta la banda sonora.
ResponderEliminar"Átame" me gusta bastante... el resto son malas, son falsas. Aunque en algunas ocasiones cuando estoy con la guardia baja me puendan gustar "Todo sobre mi madre", "Volver" o "Hable con ella".
Salu2.
Hola, Fransico:
EliminarJa, ja, ja. Veo que Almodóvar te encanta :). Opino más o menos como tú, aunque reconozco que me lo pasé bien viéndola. No veas lo que me reí en determinadas ocasiones...
Un saludo.