Faraón (Faraon, 1966) de Jerzy Kawalerowicz.

El joven príncipe Ramsés XIII (Jerzy Zelnik) desea coger las riendas del poder para hacer frente a la intromisión política de la casta sacerdotal y declarar la guerra a Asiria.


Esta soberbia película polaca supone el acercamiento más realista y meticuloso que el cine haya dedicado jamás a la antigua civilización egipcia. Se basa en una novela de Boleslaw Prus, seudónimo de Aleksander Glowacki, y sus exteriores se filmaron en Luxor (Egipto) y Bujara (Uzbekistán).

El filme reflexiona acerca del enfrentamiento que se establece entre el poder político y el religioso, exponiendo el sinfín de conspiraciones con las que cada una de las partes pretende someter a la otra. Ya la primera imagen de la película, en la que dos escarabajos se disputan una bola de estiércol en medio del árido desierto, nos anticipa a modo de metáfora esa lucha de la que vamos a ser testigos. Precisamente los coleópteros, sagrados en el Antiguo Egipto, serán la causa del primer choque entre el joven heredero y los poderosos sacerdotes, ya que estos obligan al ejército, que realiza maniobras en el desierto, a dar un inmenso rodeo por temor a pisarlos. Se trata de una secuencia introductoria muy inteligente con la que Kawalerowicz nos muestra la pugna que surge entre el futuro faraón y la influyente casta.


La puesta en escena se caracteriza por una sobriedad que se aleja de la pompa y el cartón piedra de las producciones hollywoodienses de este tipo. La ambientación resulta hiperrealista, destacando un vestuario parco y liviano claramente influido por los frescos de la época y una banda sonora que se limita a determinados cánticos rituales.

La minuciosidad histórica con la que se recrea tal período se contrapone a su ficción argumental, puesto que nunca existieron los personajes de los que se nos habla (no hubo por tanto un Ramsés XIII, ya que el último de su dinastía fue Ramsés XI), dándose además ciertos anacronismos que, no obstante, no empañan la sensación que tiene el espectador de verse trasladado al Antiguo Egipto. Y es que tal y como señala Rafael de España “Lo que hace un buen filme histórico no es seguir los acontecimientos con el manual en la mano, sino reinterpretar su esencia dentro de un concepto moderno”.

La cinta emana un cierto mensaje anticlerical muy en consonancia con el contexto político de su época de filmación, como era el de la Polonia comunista de la década de los Sesenta.


De entre las muchas secuencias notables que habitan el filme, destaca la del eclipse, donde se muestra de forma magistral cómo los resortes de poder han ido utilizando los avances en el campo del conocimiento para la manipulación de un populacho ignorante y supersticioso.

Faraón es una excelente película, tanto por su brillantez visual como por su densidad intelectual; una obra imprescindible para los amantes del buen cine. Casi una obra maestra.

7 comentarios:

  1. Hokla, Ricardo: Me ha extrañado encontrarme esta entrada sin comentarios. A mi me ha encantado esta película, entre otras razones porque me fascina el mundo egipcio y aquí está tan bien representado que uno puede sumergirse en él y participar de la belleza de sus escenarios, la grandiosidad de sus construcciones, así como los detalles más pequeños: el sonido de los pasos sobre la arena o la respiración de los personajes. Además de mostrarnos las intrigas que rodean al poder y que continuan en nuestros días.
    Siento no poder explicarte más que mis impresiones personales, porque mis conocimientos técnicos no están a la altura, pero a ver si se animan los supercinéfilos que hay por ahí y continúan comentando esta maravillosa película.
    Un abrazo

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  2. Perdón por el error en la primera palabra, que parece escrita en esperanto, ja, ja...ah! y preciosa la foto de la cabecera y la música como siempre.

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  3. Hola, selegna:
    No es necesario que te disculpes por un error al teclear, a todos nos pasa :). Que no te sorprenda encontrarte entradas sin comentarios, sobre todo si son del principio, ya que, y créeme que lo lamento, en mi blog la gente no se acaba de animar a la hora de escribir. Tienes razón en todo lo que dices acerca de "Faraón", el mejor filme que jamás se haya realizado sobre el Antiguo Egipto. Debería ser de obligado visionado en todos los institutos. Y que conste que me gustan mucho algunas de las recreaciones de cartón piedra "made in Hollywood" como "Tierra de faraones" (también comentada en el blog) o "Los diez mandamientos" (mi película favorita de niño). No sea usted tan modesta, que sus impresiones personales son todo un lujo ;).
    Un abrazo y gracias, una vez más, por estar ahí.

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  4. Hola Ricardo

    ¿Qué peliculas sobre el Antiguo Egipto que valgan la pena recomiendarias?

    Solo conozco ésta, "Tierra de farones", "Los diez mandamientos" y "Cleopatra".

    Un saludo

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    Respuestas
    1. Hola, David:
      Pues conoces prácticamente todas las importantes. Quizá te gusten "Sinuhé el egipcio", la "Cleopatra" de DeMille y, aunque no versen directamente sobre el Antiguo Egipto", "La momia" (1931) y "La momia" (1959).

      Un saludo.

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  5. Pienso que es una pena que haya tan poco material sobre este período tan fascinante y lo mismo, aunque en menor medida se podria decir sobre las antiguas Grecia y Roma. ¡Ah! también tenemos "El príncipe de Egipto".

    Un saludo

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  6. Saludos! Yo tengo la película en DVD y cada vez que siento necesidad de verla, pues, la veo, jejejeje. Sencillamente es la película que más se acerca al realismo con respecto a la cultura egipcia, su posible apariencia racial, así como sus ropajes y demás elementos. Por otra parte, cabe decir que si bien la película narra los hechos de personajes semi-ficticios (tal es el caso del faraón Ramsés XII (padre) y su hijo, protagonista, Ramsés XIII, los cuales históricamente nunca existieron), no así sucede con el Sumo Sacerdote Herhor (o Herihor, como aparece en las diferentes listas de reyes del antiguo Egipto). Hemnechertepienamon - Siamon-Herihor, llamado Herihor por Manetón, fue el primer Sumo Sacerdote de Amón en Tebas, de c. 1080 a 1074 a. C., durante el reinado del faraón Ramsés XI. Herihor era un oficial de ejército egipcio que ascendió gradualmente en época de Ramsés XI, siendo el responsable de restaurar el orden en Tebas, tras expulsar a Panehesy, el virrey de Nubia, cuyas tropas fueron llamadas para aplastar la revuelta de los libu (nómadas libios) en el nomo de Cinópolis. Los "libu" o libios aparecen en la película, lo cual la acerca un poco más a los hechos históricos.

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