“El verdadero significado de las cosas se encuentra al tratar de decir
las mismas cosas con otras palabras”.
(Charles Chaplin)
(Charles Chaplin)
Marie St. Clair (Edna Purviance), es una joven de un pequeño pueblo francés
que se marcha a París tras un doloroso malentendido con su prometido, Jean (Carl
Miller). En la cosmopolita ciudad de la luz, acabará convertida en la cortesana
de un hombre rico (Adolphe Menjou).
Este exquisito e incomprensiblemente olvidado melodrama, supuso, en
palabras de su propio autor, el primer filme “serio” de su trayectoria cinematográfica.
También fue la primera vez que Chaplin dirigió una película en la que él no
actuaba, lo que explica el fracaso que obtuvo en taquilla. El público de la época
no podía concebir que en una obra de Chaplin no apareciera Chaplin.
A través de una trágica historia de amor marcada por la intolerancia
parental y el fatalismo, el autor de Luces
de la ciudad desnuda con admirable delicadeza las emociones y sentimientos de
unos personajes constreñidos por el egoísmo de una sociedad frívola y
caprichosa, cuya humanidad parece sestear frente a los placenteros cantos de
sirena provenientes de los vestidos caros, las fiestas nocturnas y los
restaurantes de lujo.
La sufrida protagonista, Edna Purviance, actriz principal de casi todos
los trabajos anteriores del actor y director británico, de quien fue compañera
sentimental durante algunos años, se debatirá a lo largo del relato entre el
idealismo pasado y la dudosa comodidad presente, representados cada uno de
ellos por los personajes de Jean (el artista bohemio sin un franco en el
bolsillo) y Pierre (el maduro pudiente y despreocupado) respectivamente.
El mayor hallazgo del filme, al margen de su sutil puesta en escena, es la
naturalidad y contención de sus interpretaciones. Algo insólito en un período,
el silente, en el que la sobregesticulación era la tónica habitual en la labor de
los actores. En ese sentido podemos afirmar que Chaplin aplicó con acierto la
máxima de “menos es más”, avanzando hacia un mayor realismo interpretativo.
Por todo lo apuntado, A Woman of
Paris: A Drama of Fate debe ser considerada como una película clave dentro
de la carrera chapliniana; una parada obligatoria que nos permitirá tener una
visión más completa de la filmografía de un cineasta extraordinario.
Cuando uno ve, lo que Charles era capaz de hacer como director, sin el a cuadro, cobra fuerza la importancia del vagabundo, como bien afrimaba Godard, lo mas valioso que un director a aportado al cine es Charlot...
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Dan Chaplin:
EliminarDudo que la historia del cine haya dado un personaje tan importante e icónico como el de Charlot. Precisamente por eso hay que valorar lo que Chaplin consigue con "Una mujer de París", donde el vagabundo no aparece.
Saludos.
Aunque la vi hace muchos años, recuerdo que era tremendamente triste y a la vez sutil, casi etérea por lo delicada y exquisita.
ResponderEliminarUn saludo
Hola, Cristina:
EliminarDefines muy bien la película: triste, sutil, etérea, delicada, exquisita... y muchas cosas más. Está cerca de ser una obra maestra.
Un saludo.
A mi me encantan las películas del gran Chaplin; esta tengo que revisarla, porque también hace mucho tiempo que la ví.
ResponderEliminarUn abrazo, Ricardo.
Hola, selegna:
EliminarYa imaginaba yo que una entrada dedicada a una peli de Chaplin en la que este no sale, no tendría demasiado éxito. El público ha cambiado muy poco en casi noventa años :).
Un abrazo.
En realidad, deberíamos ver las películas sin saber quíen las ha dirigido; aunque "el sello" de algunos directores es facilmente reconocible; pero tal vez nos llevaríamos muchas sorpresas y la calificación de algunas a favor o en contra cambiaría.
EliminarHe leido que Chaplin sí sale en esta película (Al estilo Hitchcock) pero la verdad es que no lo recuerdo. También he leido que Chaplin se sentía muy orgulloso de esta película y que una de las últimas cosas que hizo profesionalmente, fue volver a grabar la música para ella.
Bueno, seguro que tu entrada servirá para que muchos la vean por primera vez, o la recuerden, que es lo que haré yo en cuanto pueda.
Otro abrazo para tí
Efectivamente, Chaplin aparece durante unos segundos haciendo de mozo de carga en la estación, pero resulta difícil reconocerlo. Es verdad que la última vez que Chaplin entró en un estudio, lo hizo para grabar la música de esta película, de la que, como dices, se sentía, y con razón, muy orgulloso.
EliminarUn abrazo.
Me sumo a la reivindicación de este bellísimo melodrama, no solo como admirador de Chaplin sino también por la sensibilidad que demostró hacia un género muy difícil y, en teoría, alejado de su cine.
ResponderEliminarSaludos,
Rafa.
Hola, Rafa:
EliminarSumado quedas a la reivindicación de esta grandísima película. Desde luego, si hay algo en lo que destacaba el bueno de Chaplin, era en su extremada sensibilidad a la hora de tratar cualquier historia.
Un saludo.
Debió correr mejor suerte en su época y ahora. Pero, como bien dices, el no aparecer como actor y también el hecho de tener un tono diferente al de lo creado hasta el momento por su autor lo han condenado al ostracismo. De manera injusta, pues es una gran película que casi bordearía la maestría.
ResponderEliminarA destacar la interpretación de Edna Purviance y, como bien has resaltado, el tono comedido de todos los intérpretes.
El tema lo requiere:
1- Luces de la ciudad
2- Tiempos modernos
3- La quimera del oro
4- Monsieur Verdoux
5- El gran dictador
6- El circo
7- El chico
8- Candilejas
9- Una mujer de París
10- Charlot emigrante
Las siete primeras son auténticas obras maestras y retaría a duelo a aquel que osara ponerlo en duda. Al menos a un duelo de volver a verlas y que me dijera por qué no.
Hola, Carlos:
EliminarAhí van mis diez favoritas del gran Chaplin...
1. "Luces de la ciudad".
2. "La quimera del oro".
3. "Monsieur Verdoux".
4. "El gran dictador".
5. "Tiempos modernos".
6. "El circo".
7. "Una mujer de París".
8. "El chico".
9. "Candilejas".
10. "El peregrino".
Un saludo
La vi en linea, coo curiosidad y me enganche, y me encanto, como tu dices sin exageraciones, vale la pena verla. saludos
ResponderEliminarHola, NN:
EliminarMe alegra que te enganchara. La verdad es que las interpretaciones distan mucho de la sobreactuación típica del cine mudo.
Un saludo.