México, 1910. El campesino Emiliano Zapata (Marlon Brando), harto de la pobreza y las injusticias que sufre su pueblo, se erige como uno de los líderes de la revolución contra el presidente Porfirio Díaz (Fay Roope).
Elia Kazan dirige este interesante biopic que nos acerca a la figura del famoso revolucionario mexicano. Filmada en clave de western y visualmente influida por Eisenstein, la película cuenta con un guión del escritor estadounidense John Steinbeck.
La irresoluble contradicción entre la grandeza de las ideas y su mezquina puesta en práctica, la corrupción que se deriva de todo poder o el modo en el que surgen las leyendas son algunos de los temas que se tratan a lo largo del relato que ahora nos ocupa. El guión de Steinbeck destaca por la riqueza de su contenido; sin embargo, se muestra simplista e insuficiente en su recreación de un marco histórico tan complejo como el de la revolución mexicana. De ahí sus desiguales resultados.
Kazan realiza un trabajo de dirección excelente, dotando a la cinta de un impecable pulso narrativo y ofreciendo un creíble retrato psicológico de los caracteres principales.
El filme no sería el mismo sin la extraordinaria fotografía en blanco y negro de Joseph MacDonald y la notable partitura de ese gran compositor que era Alex North (Espartaco, Cleopatra, El gran combate…).
La obra cuenta con un estupendo reparto encabezado por un Brando convincente, a pesar de su, en principio, inadecuado físico para encarnar a un mexicano (los rasgos de su caracterización lo acercan más a un chino). A la misma altura se sitúa la interpretación de Anthony Quinn como Eufemio, el fiel y alcoholizado hermano de Zapata. También es digna de mención la labor desempeñada por Joseph Wiseman (atención a la evolución psicológica de su personaje).
Un buen trabajo, en definitiva, este ¡Viva Zapata! de Kazan. Sobre todo desde la perspectiva de su puesta en escena. Muy recomendable.
Tal vez Kazan, temeroso de parecer demasiado izquierdoso en unos momentos de histeria derechista y caza de brujas, dotó a esta apañada biografía de Zapata de un tono ambiguo que llega a disolver su carga política. Por lo demás, queda un film notable en su puesta en escena, con evidentes toques estéticos -ya lo apuntas tú- de influencia eisensteiniana.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Teo:
EliminarEstá claro que ideológicamente el filme es mucho menos atrevido de lo que podría haber sido, sobre todo si imaginamos este mismo material en manos de otros guionistas como Dalton Trumbo, por ejemplo. De todas formas y como bien apuntas, lo que lo sigue haciendo interesante es su espléndida y eisensteiniana puesta en escena.
Un saludo.
Es cierto que se trata de una película irregular pero el oficio de Kazan disimula sus carencias. Un saludo.
ResponderEliminarHola, ricard:
EliminarLas carencias a las que aludes corresponden fundamentalmente al guión. En términos de narración, dirección, puesta en escena e interpretación el trabajo es notable.
Un saludo.
Bueno, Ricardo, calificar la puesta en escena de "VIVA ZAPATA!" como de "eisensteiniana" me parece, cuando menos, una exageración. Hasta ahora, no he sabido ver en el film de Kazan una asunción de las técnicas narrativas del ruso. Cuando hablaba en mi breve comentario de esa influencia, me refería más bien a aspectos puramente superficiales, estéticos, de fotografía y composición del plano. Hasta ahí llegaba la cosa. En mi opinión, no más.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Teo:
EliminarEsos aspectos superficiales que citas (fotografía, composición de planos, uso de sombras...) forman parte de la puesta en escena. En ese sentido es fácil advertir la influencia del Eisenstein de "¡Que viva México!", por ejemplo. En realidad creo que ambos nos referimos a lo mismo. Evidentemente, el uso del montaje (la clave de la escritura eisensteiniana) es muy diferente en uno y otro director.
Un saludo.
Muy acertada reseña que haces Ricardo, la ví de más pequeño y me pareció un poco pocha pero buena dentro de lo narrativo como tú señalas.
ResponderEliminarDisculpa que en éste espacio me atreva a preguntarte algo que puede no venir al caso, pero soy estudiante de Artes Visuales y veo que admiras la peli de "El nuevo mundo" tanto como yo, la analizaré para una clase y quería saber ¿que edición es la que has visto tú? Pues yo conseguí la que salió en los cines pero me han dicho que hay una edición extendida infinitamente mejor. ¿Que opinas? Te agradezco de antemano :)
Hola, J. Morrissey:
EliminarSí, soy un gran admirador de esa bellísima obra maestra que es "El nuevo mundo". Sólo conozco el montaje que se estrenó en el cine, no me consta que haya otro como sí ocurre en el caso de "La delgada línea roja". No obstante, puedo estar equivocado.
Un saludo y gracias a ti por participar.
Según imdb hay un montaje más largo solo conseguible en los Estados Unidos y dura 172 minutos, por lo que quiero revisarla debido a la casi media horaa que hay de diferencia, espero pronto conseguirla, saludos dede México y gracias nuevamente por tu ayuda.
ResponderEliminarLo desconocía por completo. De todos modos, y esto es algo muy personal, no suelo ser partidario de las versiones extendidas. Siempre he creído que cuando un director desecha algún tipo de material es por algo. Si finalmente la consigues, espero que te pases por aquí y nos cuentes qué aporta.
EliminarUn saludo para México.
Qué tal, Ricardo... efectivamente existe dicha versión extendida y yo la he visto, y tienes toda la razón en tu último comentario... detesto que existan distintas versiones de una película, por muchas razones... una película no es como una ópera o un concierto para piano... la primera vez que vi El nuevo mundo, fueron veinte minutos, los primeros de la versión de cine, que me parecieron fantásticos, y simplemente no la quise terminar porque la calidad del vídeo era defectuosa... luego supe lo de la versión extendida, la descargué y... me arrepiento de haberla visto, jaja... espero comentar esto con más detalle en la entrada de la película... solo quería recomendar al amigo Morrissey, ver en primer lugar la versión normal... un abrazo!
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