“¿Adónde te
escondiste, amado, y me dejaste con gemido?”
(San Juan de la
Cruz)
Un
joven (Xavier Lafitte) regresa a Estrasburgo para buscar a la mujer de la que
se enamoró perdidamente seis años atrás.
En la ciudad de Sylvia
constituye uno de los trabajos más destacados del cineasta español José Luis
Guerín, cuyo singular estilo se sitúa a medio camino entre la poesía susurrada
de Erice, el voyerismo de Hitchcock o la impávida trascendencia de Bresson. El
filme retrata una obsesión, la del joven enamorado que recorre las calles de la
ciudad de Estrasburgo en busca de su amada, a la vez que reflexiona sobre un
concepto, el del amor ideal y su naturaleza inasible.
Es
una película experimental, no apta para todos los espectadores. En ella la
historia es mínima y apenas hay diálogos. Lo verdaderamente importante es la
mirada. ¿Está usted, estimado lector, dispuesto a ejercitarla? Guerín alcanza aquí
la madurez en el manejo del lenguaje cinematográfico, lo que se manifiesta en la
cuidada composición de cada plano, el desarrollo acompasado del tempo o la
agudeza a la hora de utilizar el sonido. No hay música extradiegética; la banda
sonora está compuesta por el transitar de los peatones, sus conversaciones casi inaudibles, las
campanillas de las bicicletas, el ruido de los automóviles o el tañido de los
campanarios de las iglesias cercanas. El protagonista, testigo silente de todo cuanto
acontece a su alrededor, se traslada de un sitio a otro acompañado de su
cuaderno de dibujo, donde esboza el carrusel de rostros femeninos que observa en
las atestadas cafeterías de la ciudad francesa. Hay en la cinta un tramo especialmente
bello, algunos apuntarán que fastidioso. Me refiero al seguimiento del personaje
de Pilar López de Ayala (¿Sylvia?) por parte del protagonista a través de los
rincones del centro histórico de Estrasburgo. No recuerdo en el séptimo arte tanta
fascinación por una mujer desde el Vértigo
de Hitchcock.
En la ciudad de Sylvia
es extraña, contemplativa, romántica, hermosa, sugestiva y fascinante. Una obra
esencial dentro de la cinematografía española de los últimos tiempos.
Coincido en que el cine de Guerín está destinado a paladares muy selectos. Poco a poco va pergeñando una filmografía que con el tiempo será considerada una de las grandes del cine mundial.
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de que te haya gustado tanto. "En la ciudad de Sylvia" fue la primera película que vi de José Luis Guerín y tuve la sensación de haber descubierto a un gran cineasta. Atentos tenemos que estar también a los pasos de Mercedes Álvarez, discípula de Erice y Guerín.
Salu2.
Hola, Francisco:
EliminarAún no he visto nada de Mercedes Álvarez. En cuanto a Guerín, no tengo duda alguna de que se trata de un gran cineasta.
Un saludo.
El cielo gira ;)
EliminarEs una gran película. Para mí, entraría dentro de las diez mejores del cine español.
ResponderEliminarHola, Alpino:
EliminarPese a que me encanta, yo no llegaría a tanto, al menos de momento. Con "Tren de sombras" sí que me lo pensaría.
Un saludo.
La tenía en el punto de mira, pero lo cierto es que tu reseña ha intensificado las ganas que tenía de hacerme con ella. Parece de las mías.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Irimiás:
EliminarConociendo tus gustos, creo que Guerín es un director de los "tuyos" :)
Un abrazo.
Todavía no he visto nada de Guerín. Pinta muy interesante. Quién te parece el mejor director español vivo por detrás de Erice? La gente habla muy bien de Jaime Rosales.. Es tu caso? :)
ResponderEliminarHola, neordental:
EliminarYo me quedo con Guerín, sin duda. También tengo curiosidad por cómo va a evolucionar la trayectoria de Pablo Berger.
Un saludo.
Por mi parte, tengo ciertas reservas hacia el director y hacia esta película en particular. No niego que su filmografía sea interesante, incluso fascinante en ocasiones ("Tren de sombras"). Sin embargo, me parece que en "En la ciudad de Sylvia" no tenía mucho que contar y resulta un ejercicio impecable pero vacío, que resultaría insoportable de no ser por la fotogenia de la protagonista y de Estrasburgo. "En construcción" me gustó mucho más; y seguramente tampoco partía de gran cosa pero la casualidad (y el esfuerzo de sus becarios) lograron una película brillante, muy superior a ésta en mi humilde opinión. Saludos.
ResponderEliminarHola, ricard:
EliminarNo dudo de que tengas parte de razón; pero, a título personal, a mí me encanta "En la ciudad de Sylvia". Por cierto, "Tren de sombras" será reseñada en breve en el blog.
Un saludo.
Hola, Ricardo! Esas seis palabras del último párrafo, definen muy bien la película y también el orden en que las pones, pues empiezas con "extraña" que es la primera impresión que uno tiene cuando empieza a verla, pero que a medida que avanza y gracias a esa mirada de la que hablas, termina atrapándote.
ResponderEliminarNo he visto Tren de sombras, pero despues de leer tu reseña, estoy segura que me gustará.
Un abrazo