“Si
se debiera resumir en pocas palabras la condición del samurái, yo diría que en
primer lugar es devoción en cuerpo y alma a un amo”.
(Yamamoto
Tsunetomo)
Ghost
Dog (Forest Whitaker) es un solitario asesino a sueldo que sigue estrictamente
el código de honor de los antiguos samuráis.
A
caballo entre El silencio de un hombre
(Le samouraï, 1967), de Jean-Pierre
Melville, A quemarropa (Point Black, 1967), de John Boorman, y
las cintas de yakuzas dirigidas por Seijun Suzuki en los años sesenta, se sitúa esta brillante,
irónica, racial y, a ratos, poética reformulación del cine negro o de gánsteres
que supone uno de los mayores logros de la filmografía del gran Jim Jarmusch; realizador cada día más reivindicable dada su regularidad, independencia
creativa y habilidad para romper las reglas de casi cualquier género con el
objeto de montarlas después a la luz de su personal mirada.
La
película arranca con una sucesión de planos aéreos de la ciudad de Nueva Jersey
sobre los que se introducen en rojo los títulos de crédito iniciales. En
realidad, esos planos constituyen el punto de vista subjetivo de una paloma que
sobrevuela la ciudad. El animal se posa sobre un palomar situado en la azotea
de un edificio. Un travelling hacia
delante acerca la cámara a la ventana de un pequeño chamizo. Un fundido
encadenado (recurso de montaje habitual durante este filme) nos introduce en su
interior, donde Ghost Dog, el protagonista, lee un ejemplar del Hagakure, obra del samurái Yamamoto
Tsunetomo en la que se establecen de forma episódica las reglas del bushido o “camino del guerrero”.
Diversos extractos de la misma se irán intercalando a lo largo de la cinta,
siempre en relación con lo que acontece en la trama. “El camino del samurái está en la muerte. Es necesario meditar cada día
sobre la muerte inevitable. Cada día con el cuerpo y la mente en paz se debe pensar en ser despedazado por flechas, rifles, lanzas y espadas. En ser arrastrado por rugientes olas, en ser fulminado por un rayo, aplastado hasta la muerte por un terremoto; en caer desde un acantilado de 10.000 metros, en morir por enfermedad o al cometer seppuku al morir tu maestro. Y cada día, sin excepción, uno debe considerarse muerto. Esta es la esencia del camino del samurái”. A continuación, y en plena noche, Ghost Dog sale de su guarida cual
fantasma para cumplir con la misión que le han encargado: debe acabar con la
vida del tipo que se está beneficiando a la hija del mafioso Ray Vargo (Henry
Silva). Sin embargo, algo sale mal, lo que convierte a Ghost Dog en el objetivo
de quienes lo contrataron. Como se puede apreciar, el inicio de la cinta
recuerda bastante al de la obra de Melville mencionada con anterioridad. Pero Ghost Dog va mucho más allá de sus
referencias, tanto cinéfilas como literarias (las alusiones a Tsunetomo, a
Ryunosuke Akutagawa y a Mary Shelley), erigiéndose como etérea reflexión en
torno a la soledad, la incomunicación, la fidelidad y el honor.
Genial
interpretación de Forest Whitaker (quizá el mejor actor negro de la historia),
quien apenas necesita hablar para transmitir esa mezcla de profunda amargura y
serenidad que define a un personaje con el que resulta difícil no empatizar.
Concluyendo:
casi una obra maestra. O sin el casi.
Lo que más me gusta de Jarmusch es la forma que tiene de desarrollar la trama. Y sobre todo, su particular sentido del humor y visión del mundo. Es el director de la "globalización" o multiculturalidad, en cada película hay alguien que habla otro idioma. Y la comunicación se termina realizando siempre, pese a esa "barrera", como bien vale de ejemplo la relación entre Ghost Dog y el vendedor de helados.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Germ:
EliminarEsa tendencia hacia la "multiculturalidad" se manifiesta también en la música de sus distintas películas: unas veces jazz, otras rock, otras hip-hop... Y hasta en la zaza de sus protagonistas: blancos, negros, orientales, indios...
Un saludo.
Es una película que gana con el tiempo. Sin duda, de los mejores trabajos de su director.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, ricard:
EliminarCoincidimos. Una de las dos o tres mejores películas de Jarmusch.
Un saludo.
Hola Ricardo
ResponderEliminarExcelente película, te faltó la media estrella!
He visto poco de Whitaker, la que nos ocupa, sumada a "Bird" y "El último rey de Escocia". Las tres actuaciones me parecen redondas.. ¿Cual(es) títulos me recomiendas para seguirle la pista?
Saludos
Hola, Esteban:
EliminarEl problema que siempre ha tenido Whitaker es que es negro, lo que reduce considerablemente los papeles disponibles para él. Siempre que lo he visto está excelente, más allá de que luego la mayoría de películas en las que sale no valgan gran cosa.
Un saludo.
Creo que la presencia de Whitaker convierte en inmejorable cualquier película que pudiera parecer deficiente. Él les da vuelo...
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