“Coged
las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy
admiráis, mañana estará muerta”.
(Walt
Whitman)
Se
narran algunos episodios de la vida de Mason (Ellar Coltrane) entre los seis y los
dieciocho años de edad.
El
realizador estadounidense Richard Linklater (Antes del amanecer, Antes del
atardecer, Antes del anochecer) ganó
el Oso de Plata a la mejor dirección en Berlín con Boyhood, película filmada de manera puntual a lo largo de doce años
(se dice que el director reunía a su reparto durante una semana al año). Se
trata de un ambicioso proyecto personal que pretende mostrar el desarrollo físico,
cognitivo y emocional de un chico que tiene seis años cuando arranca el filme y
dieciocho cuando termina. Linklater describe en casi tres horas de excesivo metraje,
el paso de la infancia a la vida adulta, centrándose fundamentalmente en el
complejo período de la adolescencia. El resultado, aun siendo interesante, es bastante
inferior a lo que muchos vienen afirmando.
A
mi entender, el principal defecto de Boyhood,
y, por extensión, del resto de la filmografía de su autor, es la subordinación absoluta
de la trama a los diálogos, el continuo pliegue de la narración a la
incontinencia verborrágica de los personajes. Puede que Linklater sea un
ingenioso dialoguista, no lo dudo; pero eso no lo convierte en un buen director
de cine. No se necesitan tres horas para concatenar una serie de escenas tópicas
de la etapa adolescente (eso es Boyhood
a fin de cuentas), a no ser que pretendas dotarlas de cierto contenido a base
de repetidas e interminables conversaciones entre los personajes. A Linklater
le da pánico el silencio: utiliza las palabras para encubrir que no sabe
utilizar las imágenes. Es por ello que lo considero un pésimo cineasta. No
obstante, Boyhood es una buena
película; y lo es gracias a su autenticidad. El haber utilizado al mismo grupo
de actores a lo largo de doce años supone un acierto total cuando intentas reflejar
el paso del tiempo. Vemos crecer a Mason, vemos cómo cambian su físico, su
rostro, su voz, su corte de pelo, su forma de vestir, sus inquietudes… Lo mismo
nos pasa con su hermana, Samantha (Lorelei Linklater, hija del realizador), con
su padre (Ethan Hawke), con su madre (Patricia Arquette) y con el resto de
personas que van conformando su entorno social y familiar. La evolución de los
diferentes personajes no siempre está igual de conseguida, destacando para bien
lo que sucede con el personaje de un estupendo Ethan Hawke. El joven Ellar
Coltrane cumple con su rol principal, aunque su trabajo pierde fuerza (y
encanto) conforme cumple años.
Lo
peor de la cinta, como insinuaba líneas atrás, es su trama, demasiado simplona.
Apenas ocurre nada en ciento sesenta y cinco minutos de metraje. Linklater no
sabe esquivar la cotidianidad del día a día, la rutina, la monotonía
vital. En su cine lo ordinario permanece tal cual, valorémolos por tanto en su
justa medida.
Aún así tengo muchas ganas de verla. Me gusta mucho el Linklater de la trilogía y de "Waking life" incluida esa verborrea de la que hablas.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Francisco:
EliminarPues si te gusta Linklater te gustará "Boyhood". Quizá incluso más que sus trabajos anteriores.
Un saludo.
No dejan de darle publicidad y eso nunca es muy buena señal, si no mirad cuánta atención recibieron El árbol de la vida, La gran belleza, El caballo de Turín o Amour fuera del ámbito de los festivales.
ResponderEliminarAunque claro, digo eso sin haberla visto. Si cambio de opinión vendré a desdecirme :)
Un saludo.
Hola, David:
Eliminar"Boyhood" está a años luz de cualquiera de las películas que mencionas. Nada que ver. Espero tu opinión.
Un saludo.
La atención que recibe una película no es sinónimo de calidad (Véase casi todo el cine comercial de los Estados Unidos) sin embargo muchas veces nos dice algo de las personas que le entregan su atención.
ResponderEliminarEs importante comprender que todos los críticos tienen una visión particular de mundo y unos criterios de evaluación personales y subjetivos.
Llevo ya algún tiempo siguiendo el Blog y entiendo por qué películas como Boyhood no son del mayor agrado del crítico. un crítico estadounidense trató Amour de "ejercicio menor" y otro la trató de "pequeña pieza de cine". Yo sigo considerando que es una obra maestra. Un crítico español dijo que El caballo de Turín es un ejercicio "megalómano y vacío" y probablemente tenga algo de razón en lo primero, eso no cambia mi opinión del film, estamos en un mundo de diversidad de opiniones y puedo decir que por lo menos en este blog veo un criterio claro e interesante.
Como último dejo el caso de Pier Paolo Pasolini que consideró cien años de soledad prácticamente un pedazo de basura sobrevalorada ¿Estaba en lo cierto? nunca lo sabremos.
Hola, Néstor:
EliminarMi objetivo en este blog es ser sincero y consecuente con mi modo de entender el cine, así que me alegra que lo valores precisamente por esa razón.
Un saludo.
Por cierto ¿Ya has visto los films de Aki Kaurismäki?
EliminarSaludos.
Es cierto que Linklater es mejor dialoguista que director. Sin embargo, creo que incluso esa falta de personalidad en lo visual favorece este experimento, que no pide adornos de ninguna clase. Parece que estemos viendo retazos de vidas reales; además, es un documental espléndido sobre la vida en Norteamérica.
ResponderEliminarVer la película junto a tu hijo adolescente también le da un valor añadido.
Saludos.
Debo tener un hijo adolescente entonces :)
EliminarUn saludo.
Te advierto que también tiene sus inconvenientes.
ResponderEliminarJa, ja, ja. Seguro :P
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