Antiguo Egipto, III milenio antes de Cristo. El faraón Khufu o Keops (Jack Hawkins), tras años de victorias en el campo de batalla, manda construir una gran pirámide para ser enterrado en ella junto con sus riquezas.
Espléndida y subestimada cinta histórica que supone el más logrado acercamiento de Hollywood a la civilización egipcia. Sólo la extraordinaria Faraón (Faraon, 1966) de Jerzy Kawalerowicz está por encima.
Hawks, autor al que pocos cineastas norteamericanos se le pueden equiparar, narra con admirable maestría este relato épico sobre el poder, la obsesión, el deseo, la ambición y el engaño.
Filmada en lujoso CinemaScope, la cinta alterna con equilibrio las secuencias monumentales en las que aparecen miles de extras (véanse las de la extracción de las piedras de la cantera o las del traslado de las mismas a través del desierto), con otras más íntimas en donde unos personajes muy bien definidos, manifiestan sus emociones y exponen sus anhelos.
Su impecable ritmo narrativo no decae en ningún momento, mostrándose vigoroso desde el principio, con la pomposa llegada del faraón a la ciudad, hasta desembocar en el claustrofóbico y difícilmente olvidable final.
La ambientación del filme está bastante conseguida, destacando los decorados del sinuoso y laberíntico interior de la pirámide. También resulta interesante la partitura de Dimitri Tiomkin, basada en coros procesionales y marchas castrenses.
Jack Hawkins interpreta con solvencia a su personaje, un faraón obsesionado con prolongar su poderío terrenal en el más allá. Lo único que le preocupa es asegurar que nadie le arrebatará sus tesoros tras su muerte, de ahí su empeño mórbido en la construcción de una pirámide que resulte inaccesible desde el exterior. Pero la película pertenece, sin duda, a la fiera y arrebatadora presencia de Joan Collins; una pérfida y sensual villana que acabará siendo víctima de su propia codicia.
Tierra de faraones es una película que hará las delicias de los amantes del cine histórico. Un notable ejemplo del carácter polifacético de un autor que se atrevía con todo y que siempre salía victorioso.
No he tenido oportunidad de ver esta película así que me la apunto. De todas formas el reparto no me convence mucho de entrada pero si la ambientación y el testimonio histórico son cómo nos cuentas, merecerá la pena. Por cierto, que Joan Collins debe de ser por lo menos contemporánea de Nefertiti. Saludos.
ResponderEliminarHola, Dickson:
ResponderEliminarCreo que la mayor garantía de la calidad que atesora esta película la encontramos en su director, y es que Howard Hawks nunca decepciona. Es cierto que en el reparto no hay estrellas de la época, pero todos los actores cumplen con su cometido. La ambientación es buena, siempre y cuando no te moleste en exceso el cartón piedra típico del Hollywood de entonces. No obstante, si lo que te interesa en verdad es una recreación hiperrealista del egipto faraónico, te recomiendo que visiones el filme polaco que cito en la entrada, que es una obra absolutamente extraordinaria. Por cierto ¿tan mayor es la Collins que la comparas con Nefertiti? :)
Un saludo y gracias por tu comentario.
Gracias por la recomendación e intentaré verla.
ResponderEliminarLo de Joan Collins es broma, hombre. No es exactamente una chiquilla pero no es tan mayor (78 años confesados). Saludos.
Tu entrada me ha despertado las ganas de volver a disfrutar de esta película, quizás en una sesión doble con "la momia" de la Hammer.
ResponderEliminarLa intentaré revisar en breve y así volver a comentar.
Sólo un par de apuntes, el primero para el amigo Dickson, aunque Joan Collins hoy en día esté para sopitas y viajes del inserso en esta peli rompe absolutamente la pana¡Pedazo de mujer!
El segundo manifestar mi admiración por Hawks, uno de mis directores predilectos y como tú muy bien dices un cineasta clásico capaz de sacar grandísimas películas con todo tipo de géneros, planteles y presupuestos.
Noir, Western, Comedia, aventuras, histórico, bélico... y hasta ciencia ficción (eso sí, sin acreditarse como director). Y de ahí podemos sacar un buen puñado de obras maestras.
Por cierto ¿qué opinión tiene vd. camarada de las dos "cosas"? La de Hawks y la de Carpenter.
Hola, Dickson:
ResponderEliminarNo hay nada que agradecer, para mí supone un verdadero placer compartir opiniones sobre cine con todo aquel que lo desee. Por cierto, pillé tu broma, y tienes razón en que la Collins no es tan mayor como uno podría pensar. Aquí no era más que una veinteañera.
Un saludo.
Hola, David:
ResponderEliminarMenuda doble sesión la que propones... Supongo que la de Hawks iría en primer lugar, para así dejar la obra de Fisher para cuando se acercara la medianoche. Es cierto que la Collins era todo un "mujerón", pero ya sabemos que, lamentablemente, la edad no perdona a nadie.
Hawks es un director esencial dentro del cine clásico norteamericano, nunca me ha decepcionado una película suya. Su capacidad para abordar cualquier tipo de género y salir airoso de la empresa, era asombrosa. Me encanta "El enigma de otro mundo", la prefiero al remake de Carpenter, aunque este también me gustó. ¿Obras maestras de Hawks? Me vienen muchas a la cabeza... "Scarface", "La fiera de mi niña", "Sólo los ángeles tienen alas", "Luna nueva", "Tener y no tener", "El sueño eterno", "Río rojo", "Río de sangre", "Me siento rejuvenecer", "Río bravo", "El Dorado"... ¿Hay algún director norteamericano con tantas? Creo que no, ni siquiera Fod, que es el que más se le acerca.
Un saludo camarada, espero que hayas pasado unas felices vacaciones. Gracias por tus líneas.
Discrepo sobre la valoración que realizas de esta película de Hawks. A mí me parece que muchas de las escenas vienen impuestas para rentabilizar el Scope, una de las herramientas que la industria de Hollywood puso en liza por las fechas de producción de esta propuesta para hacer frente a su enemigo íntimo, la TV. Así que el pobre Hawks, embarcado en este intento comercial, sólo es capaz de introducir algunas de sus constantes temáticas a partir de la introducción del personaje de la Princesa Nellifer en la narración, circunstancia que la película agradece para acabar en un tono digno que no superlativo. Hasta ahí, Hawks se limita a cumplir en una cinta que se alinea con el cine del Hollywood más comercial de aquellos años y que, por momentos, me parece impropia de él. El experimento, acorde con las aventuras a gran escala de aquellos años, le supuso un tremendo fiasco en taquilla, por cierto. Saludos.
ResponderEliminarHola, Ca:
EliminarAun teniendo razón en casi todo lo que dices, Hawks consiguió un filme realmente espléndido.
Un saludo.
A mí esta película me parece un truño de mucho cuidado. Pesada pesada. Hasta que no entra en escena la Collins tienes que tragarte mil secuencias de presentación del 'problema' del faraón (su idea de construirse una tumba en un lugar inexpugnable). Y la Collins… pues que no es la Taylor haciendo de Cleo. La muerte de la primera reina abalanzándose contra la cobra para salvar a su hijo es de risa. Y al futuro faraón (el hijo), ¿qué le pasa que no crece? Todo quisqui envejece menos él. Me parece una peli muy mala, francamente.
ResponderEliminarJa, ja, ja. Últimamente no coincidmos en nada. A ver si hay más suerte con la próxima :)
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