El doctor Frankenstein (Frankenstein, 1931) de James Whale.


Henry Frankenstein (Colin Clive) se mantiene aislado del mundo, acompañado únicamente por su ayudante jorobado Fritz (Dwight Frye), con el objetivo de finalizar con éxito sus experimentos, que gravitan en torno a la creación de un ser humano a partir de restos de cadáveres.


Mítico título de la Universal que adapta de forma libre la maravillosa novela que Mary Shelley publicó en 1818. A caballo entre el horror gótico y la ciencia ficción, Frankenstein debe ser considerada, a pesar de sus imperfecciones, como una obra clave dentro de su género, ya que sus imágenes, como las del Drácula de Browning, sientan buena parte de las bases de la iconografía cinematográfica del terror.

La atormentada figura del Víctor Frankenstein de su precedente literario, se convierte aquí en un obsesionado mad doctor cuyas ansias de alterar las leyes de la naturaleza, acabarán por desembocar en una tragedia de complejas implicaciones morales y filosóficas cuyas consecuencias resultan del todo impredecibles.

Tan terrorífica consideraba el estudio la historia, que tuvo que introducir un prólogo en el que el actor Edward Van Sloan, que en la cinta da vida al Dr. Waldman, advertía al público acerca de los espantos que estaba a punto de contemplar.


Evidentemente y vista a día de hoy, parece claro que el filme ha perdido toda su capacidad para producir miedo. Sin embargo, el visionado de cada uno de sus fotogramas sigue provocando una indudable fascinación, gracias a la gótica y expresionista atmósfera plasmada por James Whale, que en las secuencias que transcurren en el interior del viejo torreón que sirve como laboratorio a Frankenstein, otorga al espacio un sentido de la verticalidad inaudito para la época de su estreno.

La otra gran baza de la película es la extraordinaria performance de Boris Karloff, actor de enorme talento e impagable presencia, que dota a su criatura del patetismo y el porte trágico necesarios que la hacen conmovedora. A ella contribuye el genial maquillaje de Jack Pierce, cuyo trabajo acabaría dando lugar a todo un icono cultural del siglo XX. 


Muchas son las escenas a destacar en esta espléndida obra (el momento de la creación, la inesperada visita del monstruo el día de la boda, el final en el molino…), pero sin duda me quedo con el lirismo de aquella en la que la criatura, anhelando algo de calidez humana, juega con una niña a la que acaba por arrojar al río para que flote como las flores que, con anterioridad, ambos habían estado lanzando al mismo. En ella se reflejan a la perfección, la ingenuidad y el horror inherentes a una amarga existencia que jamás será comprendida.


8 comentarios:

  1. Pues evidentemente, ¿quién va a discutir la grandeza de esta peli? Sin duda la escena de la niña es ítica. A mi me encanta la del molino y como dices la interpretación de Karloff es brutal. Y me ha encantado lo de la verticalidad del laboratorio, inusual para la época. Lo observaré. Un abrazo.

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  2. Saludos Ricardo,
    Apunto en mi lista de clásicos para ver algún dia,(ya sabes en mi pais el cine clásico es mas escaso que el oro, jeje) aunque como bien dices estas películas actualmente ya no asustan,sin embargo merecen ser vistas por esa estética expresionista que desprenden muchas peliculas en B/N,y la sola presencia de Karloff seguro que vale la pena. Por cierto, ¿qué versiones de Frankestein me recomiendas, sin contar aquella donde aparece Robert de Niro?

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  3. Mítica película de Whale, eso sí superada por su posterior revisión del mito "La novia de Frankenstein".
    Coincido contigo hoy su fuerza radica en su fascinante poder visual, en la romantica plasticidad de sus secuencias.
    Tu momento favorito también lo hago mío, creo que la secuencia de la niña ya es una de esas secuencias paradigmaticas del cine.
    Felicidades por la reseña, pasate por ciclos, me he tomado la libertad de enlazar tu Macbeth con mi Falstaff, espero que sea de tu agrado.
    Un abrzo camarada.

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  4. Hola, José:
    Pues es una lástima lo que ocurre en tu país. Cinéfilos de Bolivia, ¡uníos! :)
    Está claro que estas películas ya no dan miedo, pero sus atmósferas son irrepetibles. Vamos con una serie de películas que toman como base el texto de Shelley. De la Universal, además de la presente, te recomiendo "La novia de Frankenstein" (la mejor de todas) y "El hijo de Frankenstein". Esta última no está dirigida por Whale, sino por Rowland V. Lee, un director muy interesante del que también te recomendaría "La torre de Londres". De la Universal hay que pasar directamente a la Hammer, donde Fisher dedicó cinco películas a Frankenstein: "La maldición de Frankenstein", "La venganza de Frankenstein", "Frankenstein creó a la mujer", "El cerebro de Frankenstein" y "Frankenstein y el monstruo del infierno". En todas ellas aparece el gran Peter Cushing. Espero que puedas conseguir algunas y las disfrutes.
    Un saludo y gracias por tu comentario, estimado José.

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  5. Hola, David:
    "La novia de Frankenstein" es una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Obra maestra absoluta plagada de momentos verdaderamente geniales. Ya sabes que puedes enlazar cualquier entrada de mi blog, ni siquiera tienes que pedirme permiso.
    Un abrazo también para ti, camarada.

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  6. Para mi también es una de mis películas favoritas, sin palabras me quedas una vez más Ricardo. Un saludo amigo.

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  7. Hola, Pedro:
    Tanto "El doctor Frankenstein" como "La novia de Frankenstein", son películas que nos introducen en un fascinante mundo de horror y fantasía. Ponerse alguna de estas obras de noche y a oscuras, supone un gozo inmenso para cualquier buen amante del género.
    Un abrazo y gracias, amigo.

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  8. Hola, David Amorós:
    Es increíble, pero por lo que veo, tu comentario no ha aparecido hasta hoy por los problemas que hubo con blogger la semana pasada. Coincido contigo en que no se puede discutir la grandeza de esta película, que hace que se eleve sobre sus defectos (que los tiene). En cuanto a lo del sentido de la verticalidad que Whale otorga a las escenas del laboratorio, me parece todo un logro que puede pasar desapercibido si uno no está demasiado atento. Échale un vistazo.
    Gracias por tu comentario y siento la tardanza en mi respuesta. Ruego sepas disculparme.
    Un abrazo.

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