Terciopelo azul (Blue Velvet, 1986) de David Lynch.


Lo bello es siempre raro. Lo que no es ligeramente deforme presenta un aspecto inservible”. (Charles Baudelaire)  

Jeffrey Beaumont (Kyle MacLachlan), tras visitar una mañana a su padre en el hospital, encuentra una oreja humana en un descampado. Tal descubrimiento hará que el joven se inmiscuya en un sórdido asunto en el que una cantante de club nocturno (Isabella Rossellini) es chantajeada por un matón perturbado (Dennis Hopper).

  

Thriller malsano que constituye una de las piezas más representativas de la filmografía de David Lynch. Su estreno, hace ya un cuarto de siglo, generó todo tipo de reacciones y no poca controversia. Vista desde la sabia perspectiva que otorga el paso del tiempo, podemos apuntar que Terciopelo azul sigue siendo un filme sumamente absorbente; aunque, en opinión de quien suscribe estas líneas, se encuentre por debajo de los mejores trabajos de su director.

El cineasta de Montana desposee a la sociedad contemporánea norteamericana, representada aquí por la pequeña localidad maderera de Lumberton, de su caparazón de aparente calma y bienestar, para sacar a la luz el sombrío y truculento mundo que subyace bajo el mismo. Esta tesis queda brillantemente expuesta en la secuencia que abre la película, en la que tras una sucesión de estampas que reflejan el carácter idílico de la vida de la comunidad, la cámara se introduce en el césped de un jardín del que emergen repulsivos insectos.


Lynch, gran admirador de la música de los años cincuenta y sesenta, siempre ha declarado que la idea para la elaboración del guión, le surgió mientras escuchaba el Blue Velvet de Bobby Vinton, tema que aparece a lo largo del metraje junto con otros clásicos como In Dreams de Roy Orbison, Love Letters de Ketty Lester o Honky Tonk de Bill Doggett.

El creador de Mulholland Drive, confiere a su cinta una turbadora y pesadillesca atmósfera,  favorecida por la inquietante banda sonora de  Angelo Badalamenti, que resulta ideal para plasmar el trastorno y la perversión que presiden un relato plagado de obsesiones y brutales parafilias.

Nuestro protagonista es, al igual que el Henry de Cabeza borradora (Eraserhead, 1977), un alter ego del propio cineasta, un tipo inocente que se siente atraído por el lado oscuro y enfermo de la realidad. El hallazgo de una oreja en estado de descomposición (confeso homenaje del realizador al Buñuel de Un perro andaluz), le introducirá en un submundo que le fascina y repele a la vez, como bien se ejemplifica en la relación que mantiene con la atormentada y misteriosa cantante a la que tan magníficamente interpreta la hermosa Isabella Rossellini.


El filme es también responsable de alumbrar a uno de los grandes psicópatas del cine norteamericano de las últimas décadas: el Frank Booth al que da vida de manera soberbia un gran Dennis Hopper. Es imposible no sentir escalofríos al escuchar sus jadeos mientras aspira de su mascarilla de oxígeno como preámbulo a sus violentos actos.

Es cierto que Terciopelo azul no es la obra maestra que algunos presuponen, pero no por ello deja de ser una fascinante muestra del tenebroso universo de su genial hacedor.


20 comentarios:

  1. Considero "Blue Velvet" una remarcable película, seguro que no la mejor dentro de la filmografía de David Lynch, pero sí una pieza sugerente y turbadora. A destacar el alucinante y malvado personaje encarnado por Dennis Hooper, la perversidad y humor negro (ese uso de las canción "In Dreams" de Roy Orbison es sublime), así como el encanto y misterio que envuelven el filme.

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  2. Hola Ricardo! Una entrada muy buena como siempre, además en este caso has dado en el centro de la diana de mi gusto cinematográfico. El en libro de Lynch "Atrapa el pez dorado" dice cómo llegó a la idea de construir esta película:

    "En Terciopelo Azul fueron primero unos labios rojos, unos jardines verdes y la canción, la versión de <> de Bobby Vinton. Después llegó una oreja tirada en un campo. Y ya está".

    Un saludo desde "el hombre de cristal"!!

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  3. Hola camarada, con terciopelo azul me pasa con casi todo lo que he visto de Lynch... me turba demasiado. Esos universos tan enfermizos y morbosos que propone en sus cintas me generan cierta repulsión. Por eso me suele costar un poco tragarme sus películas aunque luego reconozca su valía.

    Un saludo y felicidades por el comentario.

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  4. A riesgo de pecar de ingenuo, yo nunca pillé el asunto de la oreja tirada en el campo, pero si es un guiño a Buñuel, gracias por el dato. Como Lynch nos tiene acostumbrados a sus rarezas, ese detalle fue una sorpresa menor. En verdad ese ambiente extraño y perturbador que envuelve la pelicula es desasosegante, con el gran Hopper en estado de gracia, aunque la presencia del tal McLachlan no me agrada, aunque sea actor fetiche de Lynch. Yo remarcaria la linda presencia de la Rosellini, vaya mujer mas sensual y gran actriz, claro.Aunque algunos la consideran una pelicula de culto,tampoco me parece una de sus mejores obras.Un saludo

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  5. Magnifica entrada.
    Siempre me he quitado el sombrero ante la genialidad de Linch para crear atmósferas corroídas, llenas de misterio y perversión, el lado más oscuro del ser humano.
    Destacable la interpretación, como ya se ha dicho, de Dennis Hopper, sin lugar a dudas para mi, uno de los mayores psicópatas de la historia del cine, en mi lista desde luego lo metería; sería interesante que pudieramos confeccionar una, nos lanzamos?
    un saludo

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  6. Hola, pesadillas con cuerpo:
    Leyendo tu comentario, llego a la conclusión de que tenemos una opinión muy similar sobre la película: estupenda, pero no la mejor de Lynch. Para mí están por encima "Carretera perdida", "Mulholland Drive", "Una historia verdadera" y "El hombre elefante".
    Y sí, el uso de "In Dreams" en esa secuencia en la que Dean Stockwell, maquillado como un payaso, lo interpreta en un play-back, resulta inolvidable.
    Agradezco tu comentario.
    Un cordial saludo.

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  7. Hola, Diego:
    Es de agradecer que concretes, a través de las palabras del propio Lynch, cómo le surgió la idea para la creación de "Terciopelo azul". Es curioso el modo en que al cineasta de Montana le llegan flashes que acaban plasmándose en obras. Aún recuerdo cómo surge "Carretera perdida" en su extraño y fascinante cerebro: "Dick Laurent está muerto". Esto fue lo que le dijeron un día por su portero automático. El resultado ya lo conocemos... una de sus obras maestras.
    Gracias por tu aporte, compañero.
    Un saludo.

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  8. Hola, David:
    Ya sabes que el cine es también cuestión de sensibilidades. Si no te agradan las perturbadoras inquietudes de Lynch, es normal que no te atraiga su cine. No obstante, no todo es morboso y perverso en su obra. Ahí tienes la fordiana "Una historia verdadera", un filme sabio y hermoso como pocos o ese doloroso tratado humanístico que es "El hombre elefante". A mí también me costó entrar en su universo, pero una vez que lo haces...
    Un saludo, estimado camarada.

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  9. Hola, José:
    Lo de la oreja sí que es un guiño a Buñuel. No sé si recuerdas una mano recorrida por muchas hormigas que aparecía en "Un perro andaluz"... Al parecer, Lynch había visto la surrealista obra no mucho antes de dirigir su película, y se inspiró en ella para el detalle de la oreja. Yo también prefiero a la Rossellini antes que a Kyle ¿por qué será? :) Como le dije antes a nuestro amigo Pesadillas con cuerpo, yo tampoco creo que sea una de las cimas de su cine.
    Un cordial saludo y gracias por pasarte nuevamente por aquí.

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  10. Hola, van halen:
    Está claro que a la hora de crear ese tipo de atmósferas a las que aludes, David Lynch es único. Me parece muy interesante tu propuesta de elaborar una lista con los mejores villanos-psicópatas de la historia del cine. A ver si la gente se anima y nos da su opinión. Yo, a bote pronto, propongo algunos: el Hans Beckert (Peter Lorre) de "M, el vampiro de Dusseldorf", el conde Zaroff (Leslie Banks) de "El malvado Zaroff", el Harry Powell (Robert Mitchum) de "La noche del cazador", el Bruno (Robert Walker) de "Extraños en un tren", el tío Charlie (Joseph Cotten) de "La sombra de una duda", el Norman Bates (Anthony Perkins) de "Psicosis", el Hannibal Lecter (Anthony Hopkins) de "El silencio de los corderos", el Max Cady (Robert De Niro) de "El cabo del miedo", el Joker (Heath Ledger) de "El caballero oscuro", el Anton Chigurh (Javier Bardem) de "No es país para viejos"...
    Muchas gracias por tus líneas.
    Un saludo.

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  11. Algunos tan evidentes como Alex de "La naranja mecánica" o John Doe de "Seven" y otros como el psicópata asesino de la corbata de "Frenesí", a ver si vamos recordando...

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  12. Mi psicópata "favorito" ya se ha dicho, Hannibal Lecter.
    Me ha encantado descubrir tu blog. Seguiré investigando otras entradas más antiguas.
    Un saludo

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  13. Ah! otro que se me olvidaba tío, una película que tienes comentada magistralmente en tu blog, "El fotógrafo del pánico", un psicópata de cine, desde luego.

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  14. Hola, van halen:
    Efectivamente, se me habían pasado esos cuatro, a pesar de la predilección que siento por el Carl Bohem de "El fotógrafo del pánico"... Aporto otros dos, los dos estranguladores de Fleischer: Albert DeSalvo (Tony Curtis) de "El estrangulador de Boston" y John Reginald Christie (Richard Attenborough) de "El estrangulador de Rillington Place". Ah! Otro que no puede faltar es Leatherface (Gunnar Hansen) de "La matanza de Texas", al igual que los distintos Jason y Michael de "Viernes 13" y "La noche de Halloween" y sus deleznables secuelas.
    Un saludo.

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  15. Hola, lily:
    Supongo que con "favorito" te refieres al psicópata con el que te irías de cena ¿no? :) Bienvenida, espero que encuentres aquí un lugar para obtener información y entretenimiento.
    Cordiales saludos.

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  16. Subo la apuesta:
    -Scorpio de "Dirty Harry"
    -John Doe de "se7en"
    -Y nuestros queridos Al Capone de de Niro y Cody Jarret de Cagney (no son asesinos múltiples al uso pero psicópatas lo son un rato largo).

    -Y al estupendo Dr. Mabuse ¿de que lo acusamos de mad doctor o de psicópata? ;)

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  17. Hola, David:
    Había olvidado al Cody Jarret de "Al rojo vivo". Sí que es un psicópata, aunque no un psicokiller. Muy bien al recordar al Scorpio de "Harry el sucio". Con el Al Capone de De Niro tengo más dudas... me parecen más psicópatas los personajes que Joe Pesci interpretó para Scorsese en "Uno de los nuestros" y "Casino". Lanzo otros dos: el Mr. Slade que compuso Laird Cregar en "Jack el destripador" (The Lodger, 1944) y el Dr. Galbraith de "El hombre leopardo" de Tourneur. En cuanto a Mabuse... yo lo acusaría más de mad doctor :)
    Saludos y gracias, camarada.

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  18. Y qué hay de las psicópatas??????
    Parece mentira que no os acordéis de la loca, loquísima de Kathy Bates en "Misery", de Glenn Close en "Atracción Fatal" o de la sexy Sharon Stone en "Instinto Básico".
    Un saludito

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  19. Hola, maría:
    Tienes toda la razón del mundo, perdona nuestro inintencionado machismo cinéfilo. Me gustan las psicópatas que citas, sobre todo la Kathy Bates de "Misery". Seguro que hay muchas y muchos más (Christian Bale en "American psycho" o Charles Chaplin en "Monsieur Verdoux", por ejemplo) que se nos han pasado.
    Saluditos, hadita.

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  20. En todas las películas de misterio de Lynch hay algo que nos introduce en un inaccesible y a la vez palpable sueño lleno de enigmas y acertijos, de personajes tan extravagantes como interesantes. El anillo verde de “Twin Peaks: Fuego Camina Conmigo”, la cámara de vídeo de “Carretera Perdida” o ese cubo azul de “Mulholland Drive”...

    Aquí una putrefacta oreja llena de hormigas abre la puerta a un joven e inocente Jeff Beaumont a un mundo desconocido, lleno de fascinantes peligros, de placeres prohibidos, de extrañas sensaciones, de sucesos grotescos y perturbadores. Aunque esta vez no es el entorno, como en “Twin Peaks”, lo que provoca desconcierto, sino los personajes de la historia:
    El futuro agente Cooper, un soberbio MacLachlan; un repulsivo Dennis Hopper en el papel del mafioso Frank Booth; la seductora Isabella Rossellini como la torturada Dorothy y Laura Dern, como la angelical Sandy.
    Después asistimos a escenarios surrealistas, ambientes enrarecidos y violencia desmedida, en un pueblo de esos que le gustan a Lynch, anclado en los 50, donde suenan canciones “crooner” y que parece entrañable, pero que esconde temibles secretos, secretos que desvelan lo ambigua que es la personalidad de los seres humanos que caminan por la calle o que desayunan en cafeterías de clásicos decorados.

    Nadie podría haber dado vida a un “thriller” de tan innovadora propuesta. Ni DePalma ni Verhoeven, por ejemplo. Sin embargo muchos cineastas explotarían esos universos tan amenazantes como sensuales en otro tipo de propuestas; ahí estaría “Instinto Básico” unos años más tarde.
    Lynch quedó como director de culto y e introdujo un nuevo lenguaje cinematográfico que despertó sensaciones y que empezaba por un peculiar uso de la intuición, uso que iría utilizando en sus siguientes films.

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