Náufragos (Lifeboat, 1944) de Alfred Hitchcock.

"Morir juntos es aún más personal que vivir juntos".

Segunda Guerra Mundial. Tras el hundimiento de un carguero que ha sido torpedeado por un submarino alemán, varios supervivientes (Tallulah Bankhead, John Hodiak, Henry Hull, Hume Cronyn, Mary Anderson, William Bendix, Canada Lee y Heather Angel) se aferran a un bote salvavidas. Por cuestiones del azar, entre ellos se encuentra el capitán del submarino (Walter Slezak) que ordenó el ataque, lo que genera divergencias en el resto de la tripulación. 


Lifeboat surge de una idea original de Hitchcock convertida en novela corta por parte del Premio Nobel de Literatura John Steinbeck (otro Nobel, Ernest Hemingway, había rechazado previamente la proposición). A mi entender, constituye uno de los mejores, y menos conocidos, trabajos del maestro británico durante la década de los cuarenta. La película fue estrenada en Nueva York el 12 de enero de 1944, en plena Segunda Guerra Mundial, lo que hizo que muchos críticos vieran en ella una metáfora del conflicto. Su preocupante moraleja advertía de la necesidad de colaboración entre las fuerzas aliadas si se quería hacer frente al peligro nazi. No obstante, más allá del interés que pueda llegar a suscitar la lectura de su convulso contexto histórico-político, Náufragos supone, ante todo, una lúcida reflexión acerca de la propia naturaleza humana.


Mientras se suceden los títulos de crédito iniciales, asistimos al progresivo hundimiento del carguero. Después de filmar algunos restos del naufragio, entre los que se incluye un cadáver flotante, Hitchcock nos traslada al interior del bote salvavidas donde transcurre la acción. Sólo hay una persona a bordo, “Connie” Porter, la cínica y sofisticada periodista a la que encarna Tallulah Bankhead (el director contó que la actriz trabajaba sin ropa interior, lo que ocasionó diversos problemas en el rodaje). Al ver que tiene una carrera en la media, muestra un profundo disgusto, como si eso le importara más que haber naufragado en medio del inmenso océano. Este gesto frívolo define a la perfección su glamourosa personalidad. A continuación llega nadando John Hodiak, que interpreta a un rudo engrasador de máquinas de tendencias izquierdistas. Pronto surge entre ambos una atracción basada en la contraposición de sus caracteres que se mantendrá a lo largo de todo el metraje. Poco a poco van incorporándose al bote el resto de personajes, cada uno de ellos con su historia. El último en llegar es el capitán nazi, quedando así definido un heterogéneo microcosmos: nueve personas de diferente condición social e ideológica obligadas a convivir y colaborar entre sí en pos de la supervivencia. Ya quisiera el reality show de Gran Hermano. La clave del éxito del filme estriba en que Hitchcock sabe mantener la tensión narrativa a pesar de lo reducido del espacio y de lo poco que acontece. Por cierto, manténganse atentos a la original “aparición” en la película del autor de Psicosis.


Náufragos fue rodada de manera íntegra en estudios. Para ello se utilizaron fondos marítimos filmados con anterioridad y un gran estanque cargado de agua. El artificio resulta tan convincente que apenas se nota.

En definitva, notable ejercicio cinematográfico que urge reivindicar.


8 comentarios:

  1. Casualmente es la próxima de Hitchcock que tenía pensador ver. Parece una de esas semi-maravillas como 'Frenzy' o 'Topaz' que viven a la sombra de las grandes obras maestras del orondo genial. Espero que me guste!

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    1. Hola, neordental:
      Ya nos contarás entonces qué te ha parecido :)

      Un saludo.

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  2. Me interesa, tengo que verla! Hice una asignatura de historia del cine y me encantó, y también he estudiado la relación cine-literatura. Así que creo que me interesará visitar tu blog a menudo. Además, en el mío quiero hablar de cine próximente. Te invito a pasarte, y te sigo desde ya!
    Saludos.
    http://humanidadesyalgomas.blogspot.com.es/

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    1. Hola, Patricia:
      Bienvenida al blog. Espero que te pases por aquí a menudo. Tomo nota de tu espacio para darme una vuelta por él.

      Un saludo.

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  3. Siempre ha estado entre mis favoritas del maestro. Yo no sabía que tenía cierta lectura política, ya que pensaba que había sido producida tras la 2ªGM. De cualquier manera me parece una película pionera en indagar en los recovecos del alma humana en una situación límite de la que es imposible escapar.

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    1. Hola, León:
      Sí que tiene una lectura política vinculada a su contexto. De todos modos, yo también creo que lo más importante es la reflexión que hace acerca de la naturaleza humana.

      Un saludo.

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  4. Pues efectivamente, dado el momento crucial en que se rodó "NAUFRAGOS" y ateniéndonos a lo que declaraba Hitchcock del film, se trata de una parábola de concienciación en momentos críticos para el mundo libre. Según él, quiso demostrar la absoluta necesidad de que las discrepantes democracias olvidaran sus diferencias y unieran sus fuerzas para luchar contra un enemigo común especialmente poderoso por su espíritu de unidad y decisión.
    Por supuesto, el film y su tratamiento (auténtico "tour de force" por la desafiante y reducidísima unidad de espacio en que íntegramente se desarrolla la acción) poseen los suficientes matices y lecturas para que su contenido se nos antoje mucho más complejo y, por momentos, muy inquietante.
    Un saludo.

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    1. Hola, Teo:
      Hitchcock tenía razón, hubiese sido imposible derrotar a la Alemania nazi sin la unión de las fuerzas aliadas. El personaje de Walter Slezak ejemplifica perfectamente la ideología nazi de la época (fuerza, determinación, falta de escrúpulos...). También sería muy interesante analizar la discutible actitud del resto de la tripulación al final...

      Un saludo.

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