El prestigioso psicólogo norteamericano John Holden (Dana Andrews), viaja hasta Londres para participar en una convención dedicada a lo sobrenatural. A su llegada se entera de la extraña e inesperada muerte del Profesor Harrington (Maurice Denham), que andaba investigando al Dr. Karswell (Niall MacGinnis) y a su secta satánica. Con la ayuda de la sobrina del fallecido (Joanna Harrington), Holden tratará de desenmascarar las actividades de la misteriosa organización, aunque para ello tenga que poner en peligro su propia vida.
Jacques Tourneur, autor de clásicos imprescindibles como La mujer pantera (Cat People, 1942), Yo anduve con un zombie (I Walked with a Zombie, 1943) o Retorno al pasado (Out of the Past, 1947), firma aquí una magistral cinta de terror psicólogico con la que se introduce en el ámbito del esoterismo y la demonología, constituyendo un título clave por su influencia en posteriores obras que tratan este mismo tema.
El cineasta franco-estadounidense vuelve a poner de manifiesto su insuperable maestría a la hora de plasmar sutiles atmósferas amenazadoras, que elevan el sentido del suspense a cotas altísimas, valiéndose para ello de una puesta en escena caracterizada por inquietantes juegos de luces y sombras.
La película adapta el relato Casting the Runes (El maleficio de las runas), de M. R. James, y lo hace mediante un estupendo guión de Charles Bennett y Hal E. Chester, que profundiza en el enfrentamiento que se produce entre el escepticismo científico y las creencias supersticiosas, personificados en el Dr. Holden y el Dr. Karswell respectivamente.
Tanto Dana Andrews, que interpreta al incrédulo doctor, como Niall MacGinnis, que hace lo propio con el enigmático brujo, se muestran convincentes en la caracterización de sus personajes.
Demonios que emergen de la oscuridad con crueles intenciones, sesiones de espiritismo, sombríos pasillos amenazantes, extrañas luces que persiguen a través del denso bosque, vendavales que surgen de repente, gatos que se convierten en verdaderas fieras… todo ello forma parte de Night of the Demon, un filme que, si bien ya no provoca el mismo terror que en el momento de su estreno, sigue manteniendo intacta su capacidad para incomodarnos si disfrutamos de su visionado durante las horas de la noche.
No se Ricardo si ver "La noche del demonio"hoy me produciría el mismo terror que cuando la vi hace ya muchos años siendo practicamente un niño.
ResponderEliminarDesgraciadamente la memoria me falla y sólo soy capaz de recordar a Dana Andews corriendo por el bosque seguido por una presencia demoniaca en forma de nube blanca y siendo atacado por un gato negro en el interior de una gran casa.
Eso sí vista la calificación que le has puesto ya está en lista de espera para ser vista.
Un abrazo.
Hola, Yuri
ResponderEliminarSinceramente no creo que verla hoy te produjese tanto miedo como cuando la viste de niño, aunque nunca se sabe ¿eh? :) En cualquier caso, y aunque veo que recuerdas algunas cosas de ella, te recomiendo que le vuelvas a echar un vistazo. Tourneur era un gran director, y la presente cinta es una de sus obras esenciales. Así que ya sabes, visiónala otra vez, y si pasas miedo, mejor que mejor.
Gracias por estar ahí.
Un abrazo.
Hola Ricardo, estoy totalmente de acuerdo contigo en la valoración de la película, es muy buena. No hace mucho la revisé, ya que como Yuri, apenas la recordaba y me pareció que el tratamiento que le da Tourneur a la cinta es muy eficaz y rabiosamente moderno.
ResponderEliminarCon lo de moderno me refiero a que los mecanismos que utiliza para crear suspense y miedo siguen siendo igual de eficaces que hace 50 años.
Las secuencias en que Andrews entra, con alevosía y nocturnidad, en la mansión de Karswell, siguen produciendo esa sensación desagradable en las tripas tan característica de las buenas películas de terror.
También las intervenciones demoníacas "no explicitas" funcionan a la perfección... otra cosa es cuando aparece el demonio, tiene cierto encanto, pero los obsoletos Fx ahí si que pasan factura.
Por lo demás el guión es excelente, las interpretaciones de Andrews, McGinnis y la guapa Peggy Cummings están muy requetebien y la fotografía redondea todo el conjunto.
Haces bien en reivindicar a Tourneur, un gran director algo olvidado, que supo realizar excelentes películas de cine negro, aventuras y terror. Sin lugar a dudas uno de los maestros más originales de este último género.
Hola, David
ResponderEliminarMe alegra saber que coincidimos en la valoración de la película. Estoy de acuerdo contigo en que las apariciones del demonio afean el conjunto, puesto que los efectos especiales, como bien dices, no han envejecido muy bien. No obstante fue consecuencia de la imposición de los productores, ya que Tourneur quería dotar al filme de cierta ambigüedad, por lo que entre sus planes no estaba la idea de ningún tipo de aparición explícita. Pero una vez más se impuso la idea del que tiene el dinero.
Gracias por tus jugosos comentarios. Tu aportación siempre resulta espléndida.
Un cordial saludo.