El espejo (Zerkalo, 1974) de Andrei Tarkovsky.

Alexei (la voz de Innokenti Smoktunovski) evoca recuerdos de su infancia que contrastan con un presente marcado por las continuas discusiones que mantiene con su ex mujer (Margarita Terekhova) y con su madre, así como por una difícil relación con su hijo Ignat (Ignat Daniltsev).

Cuando uno es adulto, las reminiscencias de su infancia se le suelen presentar en forma de brumosas y confusas apariciones en las que los hechos acaecidos, se muestran como vagas remembranzas que en poco se diferencian de las ensoñaciones, y que, sin embargo, marcan el subconsciente de tal forma, que aquellos gestos, olores o texturas que ya apenas intuimos, nos acompañan para siempre. Si un cineasta podía plasmar todas estas emociones y sensaciones en la pantalla, ese no era otro que Andrei Tarkovsky.


Zerkalo es un filme de carácter autobiográfico en el que el maestro ruso, a partir de sus propias vivencias, intenta despertar en el espectador esos secretos íntimos que conforman nuestro ser, y que raras veces sacamos a la luz.

En el prólogo de la película se nos muestra una especie de show televisivo en el que un joven tartamudo es curado por una mentalista. Se trata de toda una declaración de intenciones, en la que Tarkovsky pretende liberar al ser humano de sus taras y defectos para centrarse en su esencia. Es por tanto un intento de desnudar su propia alma y, por extensión, la de aquellos que contemplan su obra.

El filme puede resultar confuso debido a la alternancia, sin previo aviso, del presente con las evocaciones del pasado y las secuencias oníricas. Contribuye a una mayor confusión, el hecho de que sea la misma actriz la que interpreta a la madre de Alexei en el pasado y a su ex mujer en el presente. Además, el niño que interpreta a Alexei en su infancia, es el mismo que  hace de su hijo en el presente.


 Es preciso destacar, que el Alexei adulto siempre permanece fuera de campo, por lo que sólo escuchamos su voz. Y no es hasta el final y en su lecho de muerte, cuando divisamos parte de su cuerpo. Todo ello se debe al escaso interés que Tarkovsky (coautor del guión junto con Alexander Misharin) muestra hacia la narración convencional, prevaleciendo siempre el  noqueante poder de sus hermosas imágenes sobre la misma.

El autor de Nostalghia vuelve a poner de manifiesto su extraordinaria agudeza a la hora de captar los sonidos y movimientos de la naturaleza. En su filmografía, uno no sólo contempla el paisaje, sino que también lo siente y lo palpa; una característica que sólo encontramos, a tales niveles, en otro cineasta como Terrence Malick.


Asimismo, cabe resaltar la pasmosa fotografía de Gueorgi Rerberg, en la que se suceden el color y un blanco y negro cercano al sepia; los sonidos electrónicos que Eduard Artemiev  mezcla con los de la propia naturaleza; y el exquisito gusto de Tarkovsky a la hora de escoger fragmentos de composiciones de Bach, Pergolesi y Purcell.

Antes de finalizar el comentario, es necesario señalar que los versos que se recitan a lo largo de todo el filme, son obra de Arseni Tarkovsky (también es suya la voz que los recita), padre del director y gran poeta ruso que fue reconocido tardíamente.

Nos encontramos ante una obra de arte. Un poema cinematográfico que no se puede describir con palabras, sino que hay que ver y sentir.


9 comentarios:

  1. Hola, Ricardo: Acabo de leer el libro "Esculpir en el tiempo" de Andrei tarkovski y entiendo la admiración que sientes por él y por su obra. Verdaderamente es un ser auténtico, de una espiritualidad fuera de lo común. Como repasa cada parcela de la creación de una película, y expresa con palabras tan acertadas, su idea de la obra cinematográfica, uno llega a entender lo que quiere decir y al visionar el trailer de esta película, se encuentra la belleza de las imágenes, cercanas a la poésía del cine mudo. a ver si la encuentro por alguna parte, para poder disfrutarla completa.
    Enfín, disculpa la parrafada, que no es propia de mí, pero ya ves lo que consigue tarkovski.
    Un saludo

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  2. Hola, selegna:
    Creo que has acertado de pleno al destacar un rasgo en la personalidad del autor ruso: su espiritualidad. Considero a Tarkovsky una especie de profeta que intentaba cambiar el mundo con su obra (esta idea queda muy bien reflejada en su película "Andrei Rublev"). Todos sus filmes, salvo "La infancia de Iván", tienen una lectura abiertamente religiosa. En cuanto a la poesía a la que haces referencia, ¿qué puedo decirte? Tarkovsky es, sin duda alguna, el mayor poeta visual de la historia del séptimo arte. Fue, es y siempre será un verdadero genio. Anímate a descubrir su obra (ya has empezado).
    Gracias por tu sincera parrafada :).
    Un saludo.

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  3. Hola, Ricardo: Aquí estoy como prometí, para contarte mis impresiones sobre esta película: Yo desde el comienzo, he sentido la brisa que mecía suavemente las hojas, el canto de los pájaros, la lluvia, que se hace presente en numerosas ocasiones, como si realmente estuviera allí. Me he dejado llevar por las imágenes; en ocasiones, apreciando la belleza de las pinturas de Leonardo Da Vinci, o acompañando a Margarita Terechova a través de ese largo pasillo, que le lleva a la sala de máquinas de la imprenta, mientras te invade aquel ruido ensordecedor, o contemplando al niño en aquel paisaje inmenso y helado mientras un pajarillo se posa en su cabeza. A mi no me ha parecido algo rígido que quiera transmitirnos una verdad absoluta (como he leido por ahí), sino algo abierto a la interpretación de cada uno y que invita a la reflexión. Podría decir muchas más cosas, pero no quiero cansarte; porque los visitantes somos muchos y tú uno sólo para atendernos a todos.
    Un abrazo

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  4. Hola, selegna:
    En primer lugar, me gustaría decirte que seguidores como tú, tan educados y cercanos, no me cansan en absoluto. Así que no te cortes y escribe cuanto quieras, ya que siempre estaré encantado de compartir unas líneas contigo. Creo que el mayor mérito de "Zerkalo", es que Tarkovsky, a través de recuerdos muy personales de su infancia, logra que el espectador evoque los suyos propios y acabe por identificarlos con aquello que ve en la pantalla. Visualmente hay pocas cosas comparables a esta película, cualquier plano de la misma podría estar colgando de la pared de un museo. Pero Tarkovsky no sólo hacía cine para los sentidos, a pesar de lo que digan sus detractores, sino también para el alma, de ahí que uno sienta una satisfacción tan plena al finalizar cualquiera de sus obras. Como bien señalas, la agudeza con la que capta los sonidos es increíble: el viento, el agua, el fuego... Me alegra enormemente que hayas disfrutado de la película. Venga, ahora Nostalgia :), que para mí está incluso un poco por encima de la presente.
    Un abrazo

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  5. ¡Gracias! ¡Que entres con buen pie en 2012!
    Un abrazo, Ricardo

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  6. Acabo de ver 'El espejo' y me he sentido más un invitado de piedra que un participante. Si Tarkovsky pretendía que la película fuera un espejo de uno mismo (de sus vivencias infantiles, de sus temores ante la muerte, de sus relaciones personales con los más allegados, etc. etc. etc.) --¡vaya pretensión la suya!--, conmigo no lo ha conseguido. Su cine (en general), sí, es muy 'climático', pero me gusta más la poesía narrativa (que 'cuenta' algo, aunque esté abierto a muchas lecturas) que la poesía descriptiva y la poesía hecha de fogonazos surrealistas y de imágenes inconexas, por muy creativas, originales e inventivas que sean. Puede que mi mente no esté lo suficientemente formada para este tipo de productos. Me gustaron bastante más (no a rabiar, tengo que decirlo) 'Solaris' y 'Stalker' (y me aburrió hasta el sueño 'La infancia de Iván'). No le cierro la puerta a un nuevo visionado, pero tengo la impresión de que cuanto más difícil es una obra más se la encumbra. Quizá dentro de unos años Tarkovsky sea mi director preferido, o sea que más vale que cierre el pico ya (Ricardo, me gusta mucho tu bloc: es una continua invitación al descubrimiento).

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    1. Hola, josep:
      Entiendo que "Zerkalo" sea una obra difícil debido a su particular narrativa. Quizá te guste más en un segundo visionado. Tal vez no te sientas partícipe de las inquietudes del ruso. No pasa nada, no todo puede gustar a todos. A mí también me ocurre con otros cineastas sacralizados.

      Un saludo y gracias por tus palabras.

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  7. Tenía muchas ganas de ver esta película y he tenido que dejarla para otro momento porque me he perdido. La tengo original con subtítulos y tenía miedo de que los subtítulos estuvieran mal pues los diálogos no me parecían aportar nada a la imagen. Sin embargo temo que no es que estén mal sino que no he sabido entenderlo yo. Por poner un ejemplo: no entiendo que ocurre en la imprenta, que es lo que ha salido mal, qué hace ella en la imprenta... O a fin de cuentas es una simple excusa estética.
    Creo que lo intentaré de nuevo en unos días.

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    1. Había hecho una crónica, y sin darse cuenta en dicha redacción periodística había cometido algunas fallas, o a lo mejor se le acababa de escapar una que otra bobera; porque en el momento que ella discute con su amiga, le habla de una palabra inconexa para su texto, por ellos que los trabajadores se muestran ofuscados al principio. Creo que también un encuadre a la remembranza de la "amiga" que había fenecido. Si te fijas encontraras que los paisajes incoloros, lluviosos y nostálgicos son alternancias y desprovistos recursos donde Andreí introduce es halo de dejadez. Una obra maestra por los 4 costadas!!!

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