“La
razón no me ha enseñado nada. Todo lo que yo sé me ha sido dado por el
corazón”. (León Tolstói)
Rusia imperial, 1874. Anna Karenina (Keira Knightley), esposa del alto
funcionario del gobierno Alekséi Karenin (Jude Law), viaja desde San
Pertersburgo hasta Moscú, para intentar mediar en la relación matrimonial de su
hermano, el príncipe Oblonsky (Matthew Macfadyen), la cual se tambalea debido a
una infidelidad cometida por éste. Allí conoce al joven oficial Vronsky (Aaron
Taylor-Johnson), del que queda perdidamente enamorada.
El realizador británico Joe Wright, (re)conocido por filmes como Orgullo y prejuicio (2005) o Expiación (2007), dirige esta ambiciosa adaptación
de la famosa novela de Tolstói. A medio camino entre el clasicismo narrativo y
la forma experimental, la presente versión de Anna Karenina termina sucumbiendo ante sus excesivos artificios y
falta de pasión. Resulta fría, lujosa, aburrida, ridícula y decididamente insustancial.
Lo que más llama la atención (unas veces para bien, otras para mal) de esta
tragedia amorosa que arremete contra el anquilosamiento moral de la
aristocracia rusa, es su arriesgada e inusual puesta en escena. Casi toda la
película se desarrolla a lo largo, ancho y alto de un escenario. Apenas hay
exteriores. Los decorados van mutando (a veces incluso delante de nuestros
propios ojos) con el objeto de acotar las distintas fracciones de tiempo y
espacio que conforman el relato. La composición de cada plano es meticulosa,
imponiéndose siempre lo estético sobre lo narrativo. Ello hace que el conjunto
quede reducido a una mera sucesión de bonitas estampas teatrales con más pose
que contenido, donde sólo su deslumbrante envoltura visual merece ser
destacada. Magnífica banda sonora de Dario Marianelli, colaborador habitual del
director.
En el apartado interpretativo, ni siquiera sobresale la protagonista; una Keira
Knightley demasiado habituada a lucir hermosos vestidos de época en
producciones de este tipo. Le urge un cambio de registro ya.
Entre ustedes y yo, si quieren disfrutar de la gran obra de Tolstói en
celuloide, mejor recuperen el clásico de 1935 encabezado por Greta Garbo,
Fredrich March y Basil Rathbone. No hay color entre un filme y otro.
Keira Knigthtley no me gusta. A pesar de ello sí que me ha gustado mucho 'Expiación'.
ResponderEliminarNo entiendo el porqué de rehacer películas constantemente... Por lo que dices, está claro que no es una buena versión.
Sí que he visto la versión de la Garbo, que es estupenda.
Saludos.
Hola, Manderly:
EliminarHay una preocupante falta de ideas en el cine actual, de ahí los constantes "remakes" y nuevas adaptaciones. La Keira no me parece mala actriz, pero, como digo en la reseña, debería ir cambiando de registro.
Un saludo.
Tenía poca motivación pero creo que ahora me abstendré de perder tiempo y dinero en esta nueva (e innecesaria) versión del clasicazo de Tolstoi.
ResponderEliminarY este año se estrena también una nueva "Madame Bovary". Buuuuffffff!
Hola, Wolfville:
EliminarVeremos qué nos depara "Madame Bovary". Al menos ahí sale Paul Giamatti :)
Un saludo.
Ricardo: Coincido plenamente. No la pude terminar. La versión de Clarence Brown con Garbo y March me parece muy buena.
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