Dos personas (Två människor, 1945) de Carl Theodor Dreyer.


“La distancia entre el teatro y el cine viene dada por la diferencia entre representar y ser”.
(Carl Th. Dreyer)

El doctor Arne Lundell (Georg Rydeberg), acaba de publicar una brillante tesis que le granjeará prestigio internacional. Sin embargo, es acusado de plagio por parte de un colega de la universidad, el profesor Sander (Gabriel Alw). Marianne (Wanda Rothgardt), esposa de Arne, apoya a su marido infundiéndole ánimos, incluso cuando llega la noticia de que Sander ha sido asesinado y él es uno de los principales sospechosos.


Två människor es una de las obras menos (re)conocidas del maestro danés, algo a lo que contribuyó el propio cineasta, que siempre renegó (injustamente a mi entender) de ella. Fue un encargo que recibió desde Suecia y adapta una pieza teatral de W.O. Somin.

En lugar de tratar de disimular el origen teatral de la obra, Dreyer la enriquece con los recursos propios del cine (montaje, multiplicidad de planos, movimientos de la cámara, iluminación, juego campo/fuera de campo…), yendo mucho más allá del mero teatro filmado mediante la sublimación de una precisa y sobria puesta en escena. Como resultado obtiene un magistral Kammerspielfilm (respeto por las unidades clásicas de tiempo, lugar y acción) impregnado de la sensibilidad, profundidad y espiritualidad habituales en el autor de Gertrud.


La película se inicia con una serie de sobreimpresiones y fundidos encadenados que alternan, con incesante ritmo, notas de prensa con planos detalle de instrumental de laboratorio. A través de esas notas, las cuales se hacen eco de la polémica suscitada entre Lundell y Sander, el director nos introduce de lleno en la historia. Inmediatamente después, nos vemos trasladados al apartamento del matrimonio Lundell en Estocolmo, del que ya no saldremos durante los poco más de setenta minutos que dura el metraje del filme, a excepción hecha de un breve flashback que resultará esencial para la resolución del relato. Las informaciones que llegan a través de la radio y los periódicos, y que clarifican los avances llevados a cabo en la investigación del asesinato, harán avanzar una trama que irá ganando en complejidad y tensión con el transcurrir de los minutos.


Secretos revelados, inesperados giros, martirologio femenino (cómo no en Dreyer) y sobre todo amor, mucho amor, culminarán en uno de los finales más trágicos y hermosos de toda la filmografía dreyeriana.

9 comentarios:

  1. Esta es de las obras que no conozco del maestro; aunque creo conseguirla fácilmente. Me alegra leer tu comentario, porque a menudo Dreyer se negó a reconocer la existencia de la película y la repudió después de haber perdido el control. Además, la crítica, en efecto, la nombra como una película insignificante al lado de todas las obras maestras indiscutibles del (posiblemente) mayor genio cinematográfico de la historia. Habrá que verla; la verdad es que hasta este momento sólo había pensado en ella como curiosidad. W

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    1. Hola, Woland:
      He visto toda la filmografía de Dreyer excepto "La novia de Glomdal", y no me parece que tenga ninguna obra insignificante. Muchos críticos hablan de "Dos personas" de oídas. A Dreyer no le gustaba porque no pudo contar con los dos actores que él quería, y porque debido a lo específico de la trama, tampoco pudo seguir depurando el lenguaje espacio-temporal iniciado en "Dies irae". No hay que compararla con sus obras maestras, sino disfrutarla tal y como es.

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  2. Siendo de Dreyer, como ya le he empezado a conocerle, seguro que vale la pena verla. Me voy a buscarla, aunque resulta dificil quitarse los auriculares con la música que pones. Hasta pronto.
    Un abrazo

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    1. Hola, selegna:
      Nunca dudes en hacerte con cualquier Dreyer que caiga en tus manos. Si la consigues ver, luego nos cuentas lo que te ha parecido. Me alegra que te guste la música de Niels Wilhelm Gade, era un compositor excelente.
      Un abrazo, simpática.

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  3. Hola, Ricardo: Aunque lo parezca, no me he olvidado de este blog; es sólo cuestión de falta de tiempo. Por fín he podido ver esta película, que tenía pendiente desde que leí tu comentario. A mi me ha gustado mucho la interpretación de los actores protagonistas de sus personajes llenos de sensibilidad, ternura y humanidad. Como bien dices, su historia se va complicando a medida que avanza y me mantuvo "atrapada" en la trama, hasta ese final tan trágico como sublime. Dicho esto, y reflexionando sobre los temas que trata, como el amor y la muerte, a mi me parece que en este caso, ella siente más adicción hacia él que verdadero amor, porque le arrancó de los brazos de "Sanders" (Ella no podía dejarlo) y cuando dice, No puedo vivir sin tí, también dice (sin palabras) No quiero que tu vivas sin mí. Del mismo modo que pensar en la muerte como única solución para librarse de una persona o de ir a la cárcel. Y así podríamos seguir analizando, pero esto ya sería demasiado largo, así que lo dejo aquí.
    Hasta pronto. Un abrazo

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    1. Hola, selegna:
      Sí que me extrañaba que no escribieras desde hace tanto. Me alegra que hayas visto esta semidesconocida obra de Dreyer, ya que pienso que merece la pena hacerlo. Muy interesante esa lectura que haces desde tu perspectiva femenina, puesto que normalmente a los hombres se nos escapan muchas de esas cosas :).

      Un abrazo.

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    2. Carl Dreyer's Dos Personas (Två människor) is perhaps my favourite film by this director. It is one of his warmest and most empathic films.

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  4. La peli me ha gustado, aunque días atrás vi 'La pasión de Juana de Arco', y esta me dejó sin palabras (y la veré más veces, fijo). Tres pequeños fallos que he encontrado en 'Dos personas'. El primero: la introducción (estas notas de prensa que alternan con instrumentos de laboratorio) la he encontrada demasiado larga y bastante mal hecha, como de ejercicio de máster (pero aparece, diría que en dos ocasiones, una mano de mujer enguantada en medio de los instrumentos de laboratorio que es todo un hallazgo: esta mano no es de científica sino de asesina). El segundo: ya desde el principio intuimos que ella es la asesina (quizá en parte por la mano enguantada a la que he hecho referencia), y cuando lo revela no nos sorprende nada, y un poco sí debería sorprendernos, a mi modesto parecer. Y el tercero: es muy bueno el flash-back, pero se hace esperar demasiado (quizá dos flash-back habrían sido mejor que uno, o cambiar el flash-back que tenemos por otro anterior, que narrara un suceso previo, dentro del relato de la mujer).

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    1. Hola, Josep:
      Es cierto que el montaje inicial puede ser algo rudimentario, pero resulta muy eficaz para introducirnos en la trama. Por cierto, vaya vista tiene usted. Yo no me fijé en esa mano de mujer a la que aludes. Maldito astigmatismo :). Y sí, falta suspense, pero es que Dreyer no es Hitchcock, sus intereses son de otro tipo.

      Un saludo.

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