La vida privada de Sherlock Holmes (The Private Life of Sherlock Holmes, 1970) de Billy Wilder.

“No existe una combinación de sucesos que la inteligencia de un hombre no sea capaz de explicar”.
(Sherlock Holmes)

1887. El detective Sherlock Holmes (Robert Stephens), aburrido de que no le encomienden casos lo suficientemente interesantes como para poner a prueba su perspicaz inteligencia, se refugia en la cocaína, pese a los consejos de su fiel amigo, colaborador y cronista oficial, el Dr. Watson (Colin Blakely), con quien convive en una pensión ubicada en el condado de Yorkshire. Cierta noche, una hermosa mujer que padece amnesia temporal (Geneviève Page), llega hasta su domicilio con el objeto de encontrar a su marido, un ingeniero belga misteriosamente desaparecido. De inmediato, Holmes y Watson se ponen a investigar el asunto.


Cuando en una tertulia cinéfila en torno a la obra de Billy Wilder se hace referencia a The Private Life of Sherlock Holmes, suelen contraponerse dos posiciones enfrentadas: la de aquellos que la consideran una película menor dentro del conjunto de su filmografía, y la de los que la defienden, a capa y espada, como una de sus obras maestras más infravaloradas. A título personal, prefiero situarme en un término intermedio, ya sea por temor a que corra la sangre (llamadme cobarde) o, simplemente, porque no creo que se trate ni de una cosa ni de la otra.


La vida privada de Sherlock Holmes, que se inspira en los personajes creados por Sir Arthur Conan Doyle (el guión fue escrito por el propio Wilder en colaboración, cómo no, con su habitual I.A.L. Diamond), es una divertida comedia de intriga con clara vocación romántica; entendiendo ese romanticismo en su sentido originario. Es decir, como una mezcla de melancolía y desencanto en su mirada al pasado. La neblinosa fotografía de Christopher Challis y el bello tema para violín compuesto por Miklós Rózsa ilustran perfectamente lo que digo. El filme, narrado por la voz en off de Watson (como las obras de Doyle), posee un guión inteligente, bien trenzado y con grandes diálogos. Me atrevería a afirmar que la primera parte de la película es memorable, gracias, en parte, a la detallada descripción que se hace del personaje de Holmes: un tipo hastiado, misógino, adicto a la cocaína y probablemente homosexual. La puesta en escena es exquisita, quizá la más refinada que jamás haya filmado Wilder. El bajón, a mi entender, llega en el segundo tramo de la cinta, cuando la acción se traslada a Escocia. Resulta contradictorio que Holmes, dada su orientación sexual previamente más que insinuada, comience a sentirse atraído (aunque no me extraña) por el personaje de Geneviève Page. Además, el desenlace del caso en cuestión, termina siendo un auténtico fiasco, casi una broma (la escena con la Reina es del todo ridícula), habida cuenta de lo interesantes que, hasta ese momento, habían sido las pistas que conducían al mismo. Uno se queda con la extraña sensación de “¿y todo para esto?” A mí, desde luego, me dejó bastante decepcionado.


Concluyo mi reseña con la apertura del debate al que me refería al comienzo de estas líneas: ¿Es La vida privada de Sherlock Holmes una obra mayor o menor en la filmografía del autor de El apartamento? Cedo a ustedes la palabra. 

Y por cierto, no dejen de leer las maravillosas aventuras del detective privado más famoso de la literatura universal.


11 comentarios:

  1. Concuerdo contigo querido Ricardo, en mi opinión casi parecen dos películas diferentes, la primera parte de una obra maestra y la segunda parte de una obra menor, pero me parece recordar que el bajón de la segunda parte se debía en parte a unos enormes problemas para poder finalizarla, siendo considerada por algunos como una película mutilada.

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  2. La película tenía inicialmente una estructura episódica que no convenció a los productores. Efectivamente, se trata de una obra mutilada, pero es lo que tenemos.

    Un saludo, Raz.

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  3. Aunque tiene ese toque Wilder divertido e irónico que tanto me gusta, no la tengo entre mis favoritas del director, quizás porque empieza bien pero decae.
    Saludos.

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    1. Hola, Manderly:
      Queda de manifiesto que, hasta el momento, a todos nos parece una película que vas de más a menos. Tampoco lo considero uno de mis Wilder favoritos.

      Un saludo.

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  4. A mí me gusta mucho, tiene un encanto especial. Supongo que entre los bandos tiro más para el de obra maestra, porque por ejemplo me gusta tanto como 'Testigo de cargo'.

    Saludeeeetes.

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    1. Hola, Raúl:
      Lo del encanto que dices nadie lo duda. Pero a muchos nos decepciona lo desequilibrado del filme, algo que, comentado lo del montaje, quizá no sea ni siquiera reprochable al propio Wilder.

      Un saludete.

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  5. Tras las vitriólicas "BÉSAME, TONTO" y "EN BANDEJA DE PLATA", esta película rodada en Inglaterra supuso un notable giro en la carrera de Wilder que ahora, de nuevo con Diamond, se encaraba con el personaje literario creado por Conan Doyle, traspasando con afilada inteligencia la barrera de los tópicos establecidos en torno a él para descubrirnos a un Holmes solitario que combate sus depresiones con cocaína, romántico pese a su aparente misoginia y más dependiente de lo que habíamos creído de su fiel Watson, especie de conciencia pequeño-burguesa que le sigue a todas partes.
    Film original donde los haya, perfectamente medido en todos sus aspectos y de una profunda belleza teñida de melancolía que le sitúa en la categoría de obra maestra inolvidable. Por lo expuesto, quedo claramente situado en el grupo de los que defendemos con ardor esta película como una de las mejores de su autor (y eso, pese a que fue estrenada con la amputación de unos 35 minutos de su metraje original).
    Un saludo.

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    1. Hola, Teo:
      Queda clarísimo de qué lado estás :). No obstante, no deja de sorprenderme que la catalogues como obra maestra, porque, redonda, lo que se dice redonda, no lo es en absoluto.

      Un saludo.

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  6. Hace mucho tiempo que la vi pero no me pareció tan redonda como otros filmes del maestro. Saludos.

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    1. Hola, ricard:
      Estamos de acuerdo, es un filme que carece de la redondez de las mejores obras de su autor.

      Un saludo.

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  7. Menor, sin duda. Para mí Wilder tiene 15 mejores. Y todavía siendo un filme maravilloso.

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