Tras ser liberado de prisión por un viejo amigo, Wes McQueen (Joel McCrea) se ve obligado a dar un último golpe tras el que desea retirarse y dejar atrás su pasado delictivo. Durante la preparación del mismo, conocerá a dos mujeres: la mestiza e impulsiva Colorado (Virginia Mayo), y Julie Ann (Dorothy Malone), la hermosa hija de un honrado granjero (Henry Hull) que le recuerda a su antiguo amor.
Colorado Territory, además de constituir una de las indiscutibles obras maestras de su autor, es uno de los mejores westerns de la historia del cine. Walsh ya había llevado con anterioridad a la pantalla la novela policíaca de W.R. Burnett High Sierra en la extraordinaria El último refugio (High Sierra, 1941), trasladando ahora este fatalista relato noir a la más pura imaginería westerniana.
El filme, como si de una tragedia griega se tratase, reflexiona acerca de la inexorable fuerza del destino, que permanece inalterable pese a los intentos del hombre por librarse de él. Al igual que ocurre en otras películas del director, Juntos hasta la muerte también incide en el encuentro de almas marginales incapaces de escapar de un pasado que pesa demasiado, y que se ven abocadas a su inevitable unión en un mundo en el que no encuentran acomodo. Lo que sucede entre los personajes de McQueen y Colorado (espléndidamente interpretados por McCrea y Mayo respectivamente), es lo mismo que ocurría entre Humphrey Bogart e Ida Lupino en El último refugio, o entre James Cagney y Gladys George en Los violentos años veinte (The Roaring Twenties, 1939); Walsh vuelve a regalarnos otra inolvidable elegía sobre perdedores.
La economía y el pulso narrativos, los vigorosos encuadres (en este caso del árido paisaje de Colorado) y las magníficas secuencias de acción, son, como en cualquier otra obra del cineasta, la nota constante de esta magistral cinta que culmina con uno de los finales más poderosos y emotivos de toda la filmografía walshiana: aquel en el que los dos protagonistas, tiroteados junto a un poblado indio abandonado, se agarran de la mano mientras se consume su último aliento.
No se pierdan esta memorable película, una de las más logradas de uno de los más grandes autores del cine clásico norteamericano.
Tengo este western de Walsh en la recámara, listo para visionar cuando llegue su momento.
ResponderEliminarEl hecho de que la peli sea una especie de "High Sierra" (una peli extraordinaria como tu mismo comentas camarada) extrapolado al western es una de las cosas que más me atrajeron de esta peli, sobre la que nada sabía hasta hace unos cuantos meses. Creo que el cine de Walsh merece una revisión por mi parte puesto que muchas de sus pelis, salvo la propia High Sierra, El mundo en sus manos y White Heat, las vi entre la infancia y la adolescencia por lo que las tengo bastante desdibujadas... estoy en ello.
Un abrazo camarada y felicidades por la reseña.
Hola, David:
ResponderEliminarPues mira que debido a tu apego por el cine clásico norteamericano, te hacía yo más seguidor de Walsh. Yo lo considero un autor casi tan grande como Ford o Hawks, sólo hay que echar un vistazo a algunos de los títulos que componen su filmografía ("El ladrón de Bagdad", "Los violentos años veinte", "Murieron con las botas puestas", "El último refugio", "Objetivo Birmania", "Pursued", "Juntos hasta la muerte", "Al rojo vivo", "Camino de la horca", "Tambores lejanos", "El hidalgo de los mares", "El mundo en sus manos", "Los implacables", "Una trompeta lejana"...) para darse cuenta de su talla. Si te gustó "High Sierra", creo que "Colorado territory" no te va a decepcionar. Por cierto, me pregunto si algún otro director tiene un número tan elevado de finales magistrales... ahí Walsh era uno de los mejores.
Gracias por tu comentario, camarada.
Un abrazo.
Estoy muy de acuerdo con tu artículo. De hecho, tenia algunas cosas escritas sobre este film, que posiblemente cuelgue en mi blog algún día. Creo que es uno de los mejores western de la historia y no es demasiado conocido. Enhorabuena por tu blog, que acabo de conocer. Un saludo
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