La vida de los otros (Das Leben der Anderen, 2006) de Florian Henckel von Donnersmarck.

“Estoy pensando en lo que Lenin dijo de la Appassionata de Beethoven: ‘Si sigo escuchándola, no podría acabar la revolución’. ¿Puede alguien que haya escuchado esta música... que la haya escuchado de verdad... continuar siendo una mala persona?”

República Democrática Alemana, 1984. Al capitán Hauptmann Gerd Wiesler (Ulrich Mühe), eficiente oficial al servicio de la Stasi, policía secreta del régimen socialista de la RDA, le encomiendan la misión de espiar a la pareja formada por Georg Dreyman (Sebastian Koch), un reconocido escritor, y Christa-Maria Sieland (Martina Gedeck), una actriz de teatro, con el fin de encontrar en sus vidas cualquier indicio de actividad subversiva.


Das Leben der Anderen es la notable ópera prima del director alemán Florian Henckel von Donnersmarck. La cinta, ganadora del Óscar a la Mejor película de habla no inglesa, entre otros muchos premios internacionales, constituye un brillantísimo thriller de espionaje que aborda temas como la falta de libertad, la violación de la intimidad, la soledad o la función del artista en un contexto de extrema constricción policial y política.


Si La vida de los otros se eleva por encima del thriller de espías medio, es gracias a su magnífico guión, donde no sobra ni falta nada, su sobria puesta en escena, y a la excelente labor desempeñada por todo su reparto, en el que sobresale el malogrado Ulrich Mühe, quien moriría tan sólo un año después del estreno de la película a consecuencia de un cáncer de estómago. El filme se inicia con el personaje del capitán Wiesler interrogando a un sospechoso de traición al régimen. Como se verá enseguida, en realidad se trata de una grabación sonora que Wiesler reproduce ante un grupo de alumnos que se preparan para convertirse en miembros de la Stasi. El objetivo de éste es mostrarles cómo se debe realizar un buen interrogatorio. El del realizador, por su parte, es otro bien distinto: exponer algunos rasgos de la personalidad del protagonista. Un tipo frío, calculador, huraño y sin escrúpulos. Donnersmarck alterna las escenas del aula con las de la sala de interrogatorios, anticipando el que va a ser su principal recurso para estructurar el relato: el montaje paralelo. Más adelante, alternará lo que ocurre en el domicilio de Georg Dreyman, el escritor, con las reacciones de Wiesler ante esos hechos que escucha mediante la colocación de micrófonos a lo largo y ancho del apartamento. Hechos, situaciones y emociones, que terminarán desmoronando progresivamente la concepción del mundo que tiene el capitán, sus ideales políticos y vitales, viéndose influido de manera decisiva por esa “vida de los otros” de la que toma detallada nota en sus informes.


Concluyo la reseña aludiendo a mi secuencia favorita de la película. Me refiero, claro está, al triste final, en el que, pasados unos años, una vez derribado el Muro de Berlín, los destinos de Wiesler y Dreyman vuelven a cruzarse en el escaparate de una librería. Difícil de olvidar.


13 comentarios:

  1. Hola Ricardo!
    Precisamente quería preguntarte un día de estos cual era tu parecer sobre esta película. Por lo visto, ambos creemos que se trata de un notable ejercicio cinematográfico.
    Un cordial saludo.

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    1. Hola, Viri:
      Pues ya conoces mi opinión :)

      Un cordial saludo.

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  2. Hola Ricado. Esta película la vi en verano. Al principio me aburría un poco pero fue envolviendome y al final me acabó gustanto bastante. Lo mejor: la escena final. Para mí es una obra maestra y le daría más nota incluso.
    Por otra parte comentarte que mi director favorito también es A. Tarvkosky.Sin embargo, su película que más me gusta es Solaris: luego Nostalgia y Stalker...

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    1. Hola, Cristina:
      Me alegra ver a otra tarkovskyana por estos lares :)

      Un saludo.

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  3. Me encanta esta película. La vi por recomendación de una amiga e incluso puse en mi blog el trailer y un comentario muy breve, porque entonces- fue hace tres años- no me atrevía a escribir mucho. Coincido contigo en todo lo que dices de ella.. Inolvidable la escena final. Un abrazo

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    1. Hola, selegna:
      Vaya, y yo me perdí ese post tuyo :(

      Un abrazo.

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    2. Como te digo, es muy breve, pero aún puedes verlo si quieres porque sigue en el blog. Sólo tuve 1 comentario y era para otro post...ja,ja,ja

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  4. Una gran historia y un personaje inolvidable, el del capitán Wiesler. Y una actuación sobria y matizada donde las haya. Saludos.

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    1. Hola, ricard:
      La verdad es que Ulrich Mühe está inmenso. Una lástima su muerte.

      Un saludo.

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  5. Y Upstream Color? estoy esperando esa crítica...
    Saludos!

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    1. Hola, Sebastián:
      Ya he visto "Upstream color", pero quiero verla una segunda vez antes de pronunciarme. Supongo que me entenderás :). En cualquier caso, esta semana que entra cuelgo la reseña.

      Un saludo.

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  6. Soy nuevo por estas tierras, Ricardo, quisiera preguntarte, aunque no tenga que ver directamente con lo que aparece en la página en estos momentos ¿Cuáles serían para ti las películas indispensables para ver sí o sí?

    Felicitaciones por la página.

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    1. Hola, Diego:
      Ante todo, bienvenido. En cuanto a la pregunta que me haces... Uff, me parece imposible respondértela, ya que hay tantas películas indispensables... Lo mejor es que le eches un vistazo al blog (sobre todo a las listas).

      Un cordial saludo.

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