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El amo de la casa (Honrarás a tu esposa) (Du skal aere din hustru, 1925) de Carl Theodor Dreyer.

John (Johannes Meyer) es un tipo severo y amargado que ejerce de tirano en su casa. Debido a su despótico comportamiento, su esposa Mary (Astrid Holm) caerá enferma, por lo que una vieja nana (Mathilde Nielsen) que fue niñera de John durante su infancia, se hará cargo de los quehaceres diarios.


Magnífico drama de la etapa silente del maestro danés. Destaca por su austera concepción plástica, que nos remite a la obra del pintor Vilhelm Hammershoi, así como por su mensaje favorable al reconocimiento social del papel de la mujer ama de casa. Es una adaptación de una obra teatral de Svend Rindon, coautor del guión junto con el propio Dreyer. 

Como casi siempre en Dreyer, el relato se articula en torno al sufrimiento y el sacrificio femenino; personificado aquí en la figura de Mary, mujer abnegada que soporta el maltrato psicólogico al que la somete su cónyuge. No obstante, la verdadera heroína del filme es la niñera anciana, capaz de someter al autoritarismo de John y devolver al hogar el orden equitativo que nunca debió verse alterado.


La lección moral que nos expone la cinta, se aleja para bien de planteamientos maniqueos, pues la dureza de John se deriva de su incapacidad para dar a su familia un mínimo nivel de bienestar tras la ruina de su negocio. No respeta a los suyos porque no se respeta a sí mismo. Es un individuo frustrado que se siente inútil, de ahí que pase buena parte del día vagando como un autómata por las calles de la ciudad. 

Dreyer dota a sus personajes de alma, narrándonos los acontecimientos con tacto sereno y ciertas dosis de humor; y lo hace a partir de una puesta en escena sobria y desnuda que eleva su humanidad, y que ya camina hacia el inigualable ascetismo místico de sus posteriores obras maestras.


El amo de la casa es una película a reivindicar, pues resulta clave para entender la evolución del lenguaje de uno de los mayores artistas (si no el mayor) de la historia del cine.

8 comentarios:

  1. Estimado Profe: Esta la he visto "de motu propio", porque la encontre el otro día buscando otras y leí que era fundamental para entender la obra posterior de Carl Dreyer. Estoy de acuerdo con lo que dices en tu comentario. Me ha gustado especialmente la actuación de la actriz que interpreta a la "Nana", deliciosa en su papel.
    Lo que parece increible, es que estas situaciones se den todavía; y está claro que es una cuestión de educación.
    Bueno, ahora puedes proponerme cual debe ser la próxima de Dreyer, si no es mucho pedir, claro.
    Un abrazo

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  2. Hola, selegna:
    Jajaja, yo creo que ya no necesitas profe, ¿eh? Te veo muy suelta con esto del cine :). Hiciste muy bien al ver esta magnífica película, completamente adelantada a su tiempo por la temática que trata. Fue uno de los pocos éxitos comerciales de la carrera de Dreyer. Creo deberías continuar con "La pasión de Juana de Arco", te veo perfectamente preparada para ello. Lo importante es que dejes "Gertrud" para el final. A este paso te veo con una matrícula de honor en fin de curso :P.
    Un abrazo, simpática.

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    1. Ay! Sin profe "no se vale" ¿Eh? Bueno, pues nada, voy por "La pasión de Juana de Arco" y ve preparando el "Birrete" para la graduación, ja, ja, ja...
      Un abrazo, Ricardo

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    2. Tú tranquila, que todo está preparado. De momento vas muy, pero que muy bien :). Ya me contarás qué te parece "La pasión de Juana de Arco".
      Un abrazo, simpática.

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  3. Hola, Ricardo: Ya ves que, poco a poco voy viendo las películas de mi lista; esta vez le ha tocado a Dreyer de nuevo y "La pasión de Juana de Arco", que fue la siguiente que me recomendaste: La he visto acompañada de música y sin ella y aunque las imágenes hablan por sí solas (¡y de que manera!), a mí me ha ayudado más la música a concentrarme en ellas. Es increible la actuación de la protagonista, que solo con sus grandes e inocentes ojos, es capaz de comunicarnos su angustia e incredulidad por lo que le está pasando. Muy bueno también el paralelismo entre lo que ocurre fuera ( la actuación del circo) y en el interior (otro tipo de circo). Entre los jueces, hay uno que parece el mismo diablo ( el "peinado" nos lo recuerda y la expresión de su cara). Hay muchos detalles que marcan el contraste entre la vida y la muerte; por citar alguno, el momento en que Juana va a ser quemada, fija su vista en un bebé que suelta el pecho de su madre para mirarla.
    Bueno, no quiero extenderme demasiado, así que lo dejo aquí.
    ¿Cual debe ser la próxima, Vampyr, siguiendo el orden cronológico o me recomiendas otra?
    Hasta pronto. Un abrazo
    Nota: A mí me hubiera gustado mucho leer tu comentario sobre los diez mandamientos. ¡Que se le va a hacer!

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    1. Hola, selegna:
      Me alegra ver que has sido testigo de ese comentario "fantasma" que, por arte de magia, ha desaparecido en el blog de nuestro colega Teo. No te preocupes, que ya habrá tiempo, Dios mediante, de comentar esa maravillosa película de DeMille. Ahora vamos con Dreyer. ¿Qué se puede decir acerca de "La pasión de Juana de Arco" que no se haya dicho o escrito ya? Simplemente es una de las películas más bellas y emotivas de la historia del cine. La Falconetti, a la que Dreyer conoció en un teatro y que nunca más volvió a interpretar ningún otro papel, está impresionante. Nunca un rostro humano ha expresado tanta fe como el suyo. Yo también he visto la obra tanto con acompañamiento musical como sin él. Cabe señalar en este sentido, que Dreyer no quería que se viera con música, ya que consideraba (acertadamente) que el poder de sus imágenes era más que suficiente para transmitir el dolor y la esperanza de esta mujer.
      Si yo fuera tú, la próxima del maestro danés que vería sería "Dies irae".
      Un abrazo y muchísimas gracias por tu tiempo y fidelidad.

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  4. Así lo haré. Tengo en espera también "Andrei Rublev" ( menos mal que el bibliotecario es muy cinéfilo, sino saldria huyendo al verme entrar...ja,ja,ja) En cuanto al comentario, ya he podido leerlo en el blog de Teo; parece ser que se lo encontró en el e-mail y lo ha copiado y pegado. Coincido contigo en lo de Charlton Heston y sigo pensando que no se debe mezclar lo artístico con lo personal; también se me olvidó mencionar allí a Edwuard G. Robinson que es uno de mis actores preferidos.
    Bueno, de momento es todo. Y no tienes que darme las gracias porque mi tiempo nunca está mejor empleado que aqui.
    Hasta pronto. Un abrazo

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    1. "Andrei Rublev" es una de las tres o cuatro mejores películas de la historia en mi opinión. Ya sabes lo mucho que me gusta Tarkovsky. Eso sí, póntela cuando tengas tiempo y ganas, ya que es muy larga, pero es preferible verla del tirón.
      Edward G. Robinson era un auténtico actorazo. Ya no quedan intérpretes con ese magnetismo en pantalla.
      Un abrazo.

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