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Francisco, juglar de Dios (Francesco, giullare di Dio, 1950) de Roberto Rossellini.

“Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevarte contigo nada de lo que has recibido, sólo lo que has dado”.
(San Francisco de Asís)

Siglo XIII. Después de ser recibido en audiencia por el Papa Inocencio III, Francisco de Asís (Nazario Gerardi) y sus discípulos se instalan en Santa María de los Ángeles, donde construyen una pequeña capilla y viven de acuerdo con su ideal de pobreza. 


Francesco, giullare di Dio es el filme más sencillo y hermoso del director italiano Roberto Rossellini. Su mejor trabajo en opinión de quien suscribe estas líneas. Cada uno de sus fotogramas destila armonía y belleza, como un fresco de Giotto, en su primigenia concepción de la religiosidad cristiana. Es una de esas escasas películas capaces de apaciguar los sentidos y confortar el alma del mismo modo que lo hace una oración. Una verdadera obra de arte.



Mediante la depuración plástica y el realismo ascético, Rossellini recrea algunos fragmentos de la vida del santo fundador de la Orden Franciscana antes del inicio de su predicación por el mundo. El relato, estructurado en episodios cuyos títulos anticipan lo que en ellos ha de acontecer, resulta diáfano en su sencilla narrativa salpicada de ironía y sentido del humor. Fue rodado de manera casi íntegra en exteriores de apariencia bucólica, acentuándose así el mensaje de humildad, pureza y amor hacia la naturaleza que pretende transmitir. La mayoría de los intérpretes eran auténticos religiosos en la vida real, lo que refuerza la veracidad de sus actuaciones. El dibujo de personajes es entrañable, virando entre la santidad, la inocencia, la devoción o la simple estupidez. Se muestra a San Francisco como un individuo bondadoso y abandonado de sí mismo para entregarse a los demás. Sus discípulos siguen sus preceptos a pies juntillas, a pesar de las consecuencias que esto les pueda acarrear. La película contiene episodios inolvidables, como aquel en el que fray Junípero (Severino Pisacane) intenta convencer a unos cerdos para que se dejen cortar una de sus patas con el fin de satisfacer los deseos de un fraile enfermo, el emotivo encuentro entre San Francisco y un leproso errante, la prédica del santo a los pájaros, o aquel otro donde éste enseña a fray León en qué consiste la perfecta felicidad.


En estos tiempos en los que el relativismo se impone como lo políticamente correcto, y la sociedad hace bandera del vacío espiritual, conviene recordar títulos como el que ahora nos ocupa, ricos en profundidad y valores humanos. Imprescindible.


6 comentarios:

  1. Hola Ricardo.

    No he visto demasiado cine clasico Italiano. Tengo un amigo veterano, nacido en Italia, que cuando era crio entro en uno de los pocos bares de su pueblo, y se encontro con Pasolini y le pudo mostrar su admiración por su cine, sobre todo por Teorema. Pasolini le respondió que la critica de la calle, era la única que merecía la pena.
    El me a recomendado muchas películas clasicas Italianas que aún me quedan por ver... Esta que comentas me la apunto.

    He conseguido una película de la directora Híndu Deepa Mehta, que me recomendaste. Heaven On Earth, tengo ganas de echarle un vistazo.

    Un saludo

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    1. Hola, Álex:
      Esta película influyó mucho en el cine de Pasolini. La anécdota de tu amigo me parece genial :).

      Un cordial saludo.

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  2. Lo más misterioso de esta película, para mí, es el tono, el registro, y es que con frecuencia no sabes si reír, sonreir, compadecerte de esta troupe de adultos aniñados o admirarlos. Esto la hace una película muy peculiar, casi inasible. Antes de verla había visto varias pelis de Pasolini, y claro, ahora veo que el camino se tiene que hacer al revés: primero ver esta y luego seguir com Pasolini. El episodio que seguro que no olvidaré es el del encuentro de san Francisco con el leproso (casi digno de una película de terror). Y el más conmovedor es el último, en el que la comunidad se deshace para ir cada uno a predicar solo, y uno sufre, pues se pregunta qué es lo que va a ser de ellos, pobrecitos, sin el soporte de los otros. ¡Estupenda!

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    1. Hola, Josep:
      Me alegra que te haya gustado, ya que se trata de una película no demasiado conocida. Mi favorita de Rossellini.

      Un saludo.

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  3. Hola Ricardo: Gracias a tu consejo adquirí esta película de Rosellini que no había visto citada absolutamente por nadie como un trabajo importante de este autor. No fuí defraudado y estoy muy cerca de coincidir contigo en que puede llegar a ser la mejor película de Rossellini. De las importantes la única que me falta ver es "El general de la Rovere" de la cual me gustaría conocer tu opinión. Con respecto a tu crítica: sencillamente impecable sin tener nada que agregar.
    Un saludo desde Tucumán, Argentina.

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    1. Hola, Marcos:
      Y yo que pensaba que nadie hacía caso a mis recomendaciones... Gracias. "El general de la Rovere" es también una gran película, aunque de temática más habitual en el maestro italiano. Para mí, ninguna como su "Francisco, juglar de Dios".

      Un saludo para la hermana Argentina.

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