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Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia (En duva satt på en gren och funderade på tillvaron, 2014) de Roy Andersson.

“Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia, es, más bien, condición de ella”.
(Friedrich Nietzsche)

Jonathan (Holger Andersson) y Sam (Nils Westblom) son dos vendedores de artículos de broma de mediana edad, que tratan de sobrellevar sus ridículas existencias.


Lo absurdo traducido al absurdo. El cineasta y publicista sueco Roy Andersson, se alzó con el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia 2014 gracias a esta comedia surrealista que supone el cierre a su trilogía sobre la existencia humana después de Canciones del segundo piso (Sånger från andra våningen, 2000) y La comedia de la vida (Du levande, 2007). Al parecer, el curioso título de la película se inspira en un detalle del cuadro Los cazadores en la nieve (1565), del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo.


Andersson continúa depurando aquí los planteamientos formales y narrativos ya formulados en las dos entregas anteriores, potenciando la rigidez de su pictórica puesta en escena (imposible no pensar en las obras del pintor danés Vilhelm Hammershoi). La trama no parece importarle demasiado. De hecho, no existe como tal más allá del torpe deambular de los dos vendedores de artículos de broma protagonistas. El resto son viñetas inconexas de la vida cotidiana, en las que diversos personajes (algunos anacrónicos, como el rey Carlos XII de Suecia y su ejército) aparecen enmarcados en situaciones más o menos absurdas. Casi todas las escenas se desarrollan en el interior de bares, apartamentos o locales comerciales. El filme es una concatenación de planos fijos y geométricos perfectamente estudiados donde priman la perspectiva y la profundidad de campo. Todo resulta peculiar en el universo Andersson (los personajes se caracterizan por su tez pálida); sin embargo, pese a la singularidad de la propuesta, falta inspiración, rigor narrativo y, sobre todo, esa acción de reflexionar a la que alude el título. No basta con representar lo absurdo a través del mero absurdo. O no debería bastar.


4 comentarios:

  1. Una prueba fehaciente de que un título "profundo" no convierte a una obra en algo similar. Así que si tú eres del tipo de autor que utiliza estas prácticas, desde ya te digo que no te hará ganar mi devoción de ninguna manera.

    Yo me dejé llevar bastante por el título cuando supe que la película se estrenaría en mi país (creí que era profundo e innecesariamente estúpido). Lamentablemente la experiencia no es para nada similar a lo que su título indica, haciendo que saliera molesto de la sala de cine y con ganas de no haber visto la película nunca. Y es lamentable que esto pase porque el director... no es tan malo como pensé.

    En fin; esperaba mucho más de este filme sin dudas. Quizá no fue tan malo como yo lo creo, pero sí fue completamente insatisfactorio y sumamente decepcionante en la opinión de un servidor, lo cual basta y sobra para haberme molestado. Que es una pena que la película resultase ser un bodrio enorme.

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    1. Hola, Shadow Adrian:
      Básicamente estoy de acuerdo en lo que dices. Del título se desprende una supuesta complejidad que luego no se corresponde con lo que uno encuentra en la película.

      Un saludo.

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  2. Hola, Ricardo: No puedo opinar porque no la he visto, pero me sorprende que teniendo todos los ingredientes para ser una buena película, según lo que leo, no lo sea. ¿Que es lo que falta o sobra en ella? Aprovecho ya que estoy aquí, para desearte unas felices fiestas de Navidad junto a los tuyos. Un abrazo!

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    1. Disculpa que haya tardado en responderte, amiga. Yo también te deseo una Feliz Navidad junto a tus seres queridos.

      Un abrazo!

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