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Soñadores (The Dreamers, 2003) de Bernardo Bertolucci.

“Vas demasiado limpio para ser alguien a quien le gusta el cine”.

París, primavera de 1968. Matthew (Michael Pitt) es un estudiante norteamericano aficionado al cine que un día conoce en la Cinemateca francesa a Theo (Louis Garrel) e Isabelle (Eva Green), dos hermanos gemelos que mantienen una relación muy particular.


Sobrevaloradísimo título del no menos sobrevalorado director italiano Bernardo Bertolucci, quien en The Dreamers, película escrita por Gilbert Adair a partir de su propia novela, realiza un insustancial ejercicio de cinefilia primeriza con el que busca la fácil complicidad del espectador medio. La acción se ubica en el turbulento contexto socio-cultural de Mayo del 68 en Francia, cuando cientos de miles de grupos estudiantiles de izquierda se lanzaron a las calles para protestar contra la sociedad de consumo, marco temporal que sirve a Bertolucci para introducir algunas reflexiones referidas a las tendencias sociales, políticas y culturales del momento. Pura fachada intelectual.

El filme está narrado por el personaje de Matthew, cuya voz en off puntea ocasionalmente el relato. Durante los primeros minutos de metraje se muestra la afición al cine de buena parte de la juventud francesa, que se reúne en la Cinemateca para disfrutar de clásicos norteamericanos en versión original como Corredor sin retorno (Shock Corridor, 1963), de Samuel Fuller. Matthew es un joven tímido que no se relaciona con nadie. La decisión del gobierno de cesar a Henri Langlois como director de la Cinemateca debido a los excesivos gastos que ésta ocasiona, provoca una oleada de protestas entre los irritados cinéfilos. Es en una de esas manifestaciones donde Matthew entra en contacto con los descarados Theo e Isabelle, hijos de un reconocido y acomodado escritor. Los tres se hacen amigos tan íntimos que los hermanos deciden invitar a Matthew a que pase una temporada en su casa, aprovechando la ausencia de sus progenitores. A partir de ahí el trío protagonista dedica todo su tiempo a realizar juegos cinéfilos, hablar sobre política, fumar porros y echar polvos; sin obviar algunos debates fílmicos estériles propios de los redactores de Cathiers du Cinéma. Bertolucci establece paralelismos entre lo que sucede en su trama con determinados títulos de la historia del séptimo arte como La reina Cristina de Suecia (Queen Christina, 1933), de Rouben Mamoulian, o Banda aparte (Bande à part, 1964), de Jean-Luc Godard, entre otros. Además, utiliza canciones de Jimi Hendrix, Janis Joplin, Bob Dylan o Willie Mae Thornton como banda sonora.


Lo mejor de todo: los desnudos de Eva Green. Impresionante físico el suyo.


5 comentarios:

  1. Bastante fachada intelectual, sí. Pero algo queda detrás de esa fachada. Aunque sólo sea Eva Green. Saludos.

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    1. Hola, ricard:
      No soporto esta película, no me creo nada de ella. Lo de Eva Green es increíble. ¡Cuerpazo!

      Un saludo.

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  2. JAJAJA vaya dos críticas llevas. A ver si en la próxima encuentras algo que te estimule. Green espectacuar.

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    1. Hola, Raúl:
      Aún no sé que será lo próximo que comente. Quizá algún clásico, ya veré.

      Un saludete.

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  3. Con esta película una vez más Bertolucci retoma la pauta cinéfila entre el sexo y la política. The Dreamers es una interesante y cautivadora historia de amor vinculada directamente con el contexto político-cultural acontecido en las revueltas primaverales del '68 en la ciudad de París, con una captación perfecta de escenarios y ambientes. Una cinta seductora, con una gran reparto que a lo largo de todo el film los actores Eva Green (Isabelle) y Louis Gardel (Theo), sorprenden por la sencillez y gracia a la hora de encarnar a unos personajes pintorescos y complejos, al igual que Michael Pitt (Matthew), quien, completando el trío protagonista, y bajo una apariencia apática y alucinada a la vez, remata el trabajo con una interpretación meticulosa, aunque a veces un tanto insustancial. En general se trata de un drama amoroso lleno de ideales y descubrimientos, que rinde culto al cine

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