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La bicicleta verde (Wadjda, 2012) de Haifaa Al-Mansour.

"No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente".
(Virginia Woolf)

Wadjda (Waad Mohammed) es una niña saudí de diez años que desea tener una bicicleta para poder competir con su amigo Abdullah (Abdullrahman Al Gohani). Sin embargo, que una chica monte en bici está muy mal visto en su cultura, por lo que no le será fácil conseguirlo.


La monarquía saudí es uno de los regímenes políticos más restrictivos del mundo, sobre todo para las mujeres. Allí, a mayor gloria de Alá y de su profeta Mahoma, éstas son poco más que un cero a la izquierda, sometidas por completo al sexo masculino. No pueden conducir, no pueden coincidir en espacios públicos con hombres que no pertenezcan a su familia, y desde que alcanzan la pubertad, deben utilizar una abaya que les cubra el cuerpo de cuello a pies. En Wadjda, la realizadora Haifaa Al-Mansour, inspirándose en una experiencia real de su propia sobrina, muestra lo difícil que puede resultar para una niña saudí, algo tan habitual entre nosotros como subirse a una bicicleta.


La película, de presupuesto irrisorio, compensa sus limitaciones formales con una eficaz pulcritud narrativa. Desde el principio, con la escena del coro, se nos presenta a la protagonista como una niña diferente a las demás: utiliza zapatillas con puntera de goma en lugar de zapatos, escucha música occidental que su madre define como “satánica”, hace pulseras coloristas que luego vende en el colegio, y un vecino es su mejor y único amigo. Se trata de una chica vivaz y atrevida que no acepta el lugar que su género ocupa en su cultura. Le fastidia, por ejemplo, que su nombre no figure en el árbol genealógico de su padre simplemente por el hecho de ser mujer. Un día, mientras regresa a casa, cae bajo el hechizo de una bonita bicicleta verde. A partir de ese momento, hará todo lo que esté en su mano para reunir el dinero que le permita comprarla, incluso participar en el concurso religioso anual que se celebra en el colegio. La historia me parece hermosa y está bien contada, pero carece de profundidad en la exposición de motivos y situaciones. Además, la crítica que se hace del régimen saudí es demasiado suave. Se nota que la directora no quería meterse en muchos problemas. Lo mejor, a mi entender, es la interpretación de su protagonista principal, una niña con gran carisma.


En definitiva, un filme interesante y alejado de cualquier pretensión, que invita al espectador a reflexionar sobre lo estúpidas que pueden llegar a ser las ideologías, especialmente cuando limitan algo tan bello e ingenuo como es el deseo de jugar de una niña. Recomendable.


5 comentarios:

  1. Tengo ganas de verla Creo que cuando se trata de niños a todos nos influye un poco más su historia. Veo que te ha gustado. Me gustan las películas que te hacen pensar.
    Saludos.

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    1. Hola, Manderly:
      Como digo en el comentario, es una bonita historia. La niña está muy bien. Espero que te guste.

      Un saludo.

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  2. A mi la película no me gustó, sobre todo por el constante adoctrinamiento con el que la directora intenta orientar la perspectiva del espectador. Este didactismo convierte el film en un documento más que en una obra de arte. Todo en él es forzado y artificial.

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    1. Hola, Unknown:
      Es cierto que la cinta está bastante sometida a su mensaje; pero eso es habitual en este tipo de producciones. Yo he echado en falta un mayor atrevimiento en la crítica al régimen saudí.

      Un saludo.

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  3. Buscando críticas a la bicicleta verde he llegado aquí, enhorabuena por el blog. Respecto a lo que dices, la exposición es sencilla, muy simple narrativamente, es cierto, aunque personalmente, no me desagrada. Hay que tener en cuenta además que es la ópera prima de una cineasta en un país donde apenas hay tradición, mucho menos algo parecido a una escuela de cine.
    En cuanto a que pudiera hacer una crítica más atrevida al régimen saudí, no creo que sea intención de la autora ser condescendiente, sino que intenta explicar las cosas que ocurren desde una perspectiva interior (que no es, como es lógico, la misma que tenemos los que la vemos desde fuera). A este respecto, la autora decía que prefería hacer una película agradable y positiva que una denuncia que pareciera un manifiesto. Yo pienso también que es más eficaz: llega a más público, y la crítica, y al no ser destructiva es más persuasiva (para aquellos que se dejen persuadir). Un dato es que ha sido seleccionada por el país para su representación a los Oscar...

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