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El libro negro (Zwartboek, 2006) de Paul Verhoeven.

“El delito de los que nos engañan no está en el engaño, sino en que ya no nos dejan soñar que no nos engañarán nunca”.
(Víctor Ruiz Iriarte)

Durante la ocupación nazi de Holanda en la Segunda Guerra Mundial, Rachel Stein (Carice van Houten), una joven judía que ha visto cómo los alemanes asesinaban a su familia, decide unirse a los grupos de resistencia. Su misión será la de seducir a Ludwig Müntze (Sebastian Koch), un importante oficial nazi, con el fin de obtener información.


Estupendo thriller de espionaje de Paul Verhoeven, quien tras muchos años de travesía por el desierto en territorio estadounidense, sólo sus tres primeros trabajos allí merecen ser destacados (Los señores del acero, Robocop y Desafío total), regresaba a su país de origen, Holanda, y a la senda del buen cine. La película que nos ocupa, de corte eminentemente clásico, constituye un inteligente juego de máscaras en el que nada es lo que parece; y en donde uno no puede confiar en nadie cuando es la propia vida la que está en juego.



Verhoeven imprime a su filme un buen ritmo narrativo que se mantiene de principio a fin, lo cual es meritorio teniendo en cuenta lo extenso del metraje. Además, sabe dotar de la tensión y el suspense adecuados a las escenas que así lo requieren (sirva de ejemplo la colocación por parte de la protagonista de un micro oculto en el despacho de Franken). La reconstrucción de época resulta magnífica, y todo el reparto raya a gran altura, en especial la guapa Carice van Houten, una suerte de Mata Hari a la holandesa, y  Waldemar Kobus, que interpreta al villano nazi que se enriquece a costa de los judíos. Sin embargo, la película no es redonda, ni mucho menos. En su debe cabe señalar una duración excesiva, un dibujo de personajes carente de profundidad, un uso redundante de la música y un prólogo y epílogo que nada aportan al relato. También se le puede reprochar al libreto, escrito al alimón entre Gerard Soeteman y el propio Verhoeven, que los giros de la trama en su último tercio le restan verosimilitud a lo hasta ese momento expuesto. Para que nos entendamos, cuesta creérselo.


En cualquier caso, Zwartboek es un trabajo tan sumamente entretenido y bien hecho que hará las delicias de los amantes del mejor cine de espionaje con trasfondo bélico. Cien por cien recomendable.


4 comentarios:

  1. Para mí es la mejor película de la década pasada. Verhoeven es uno de mis realizadores favoritos, y yo si que creo que esta película es redonda. No le veo ningún problema al dibujo de personajes, si acaso puede resultar algo increible la excesiva impulsividad con la que actúan, pero estoy convencido que en tiempos de guerra, la reflexión queda bastante aparcada.
    El epílogo me parece brillantísimo: no puede haber mejor broche para la impresionante demostración de que cualquier ser humano de cualquier condición puede ser capaz de lo más vil y de lo más sublime que mostrar a los judios que sobrevivieron al exterminio llevando a cabo la infame Guerra de los seis días: la violencia y el rencor están condenados a perpetuarse...

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    1. Hola, León:
      Sí que te gusta Verhoeven si consideras a esta película la mejor de la pasada década. Como apunto en la reseña, creo que es estupenda, pero tiene defectos que terminan lastrando el resultado final.

      Un saludo.

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  2. Los films de Paul Verhoeven resultan casi siempre un poco imperfectos, a veces incluso cutres. Sin embargo, son al propio tiempo muy entretenidos, llenos de detalles inteligentes. Esta película en concreto me gustó mucho pese a cierta irregularidad. Saludos.

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    1. Hola, ricard:
      Coincido contigo en lo de la irregularidad del filme que nos ocupa, algo que se debe, sobre todo, a su larga duración. De todos modos, es de lo mejor que ha hecho Verhoeven.

      Un saludo.

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