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Las diez mejores películas de John Ford.





El hombre que mató a Liberty Valance (The Man Who Shot Liberty Valance, 1962).



Pasión de los fuertes (My Darling Clementine, 1946).



Las uvas de la ira (The Grapes of Wrath, 1940).



Centauros del desierto (The Searchers, 1956).



El hombre tranquilo (The Quiet Man, 1952).



Qué verde era mi valle (How Green Was My Valley, 1941).



Misión de audaces (The Horse Soldiers, 1959).



La diligencia (Stagecoach, 1939).



Río Grande (Rio Grande, 1950).



Fort Apache (ídem, 1948).

15 comentarios:

  1. Cuales son obras maestras y cuales grandes películas? Yo digo que las 6 primeras se llevan las 10 estrellas.

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    1. Hola, neordental:
      Opino como tú, las seis primeras me parecen obras maestras. "Misión de audaces" está cerca de serlo. El resto, grandes películas.

      Un saludo.

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  2. Me faltan varios títulos ("Río Grande", "Misión de audaces", "Qué verde era mi valle" y "Las uvas de la ira"; imperdonable, lo sé). En cuanto al resto, nada que objetar, todas son excelentes.

    Saludos.

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    1. Hola, ricard:
      Pues de todas las que te faltan, empezaría por "Las uvas de la ira", por desgracia, muy acorde con nuestros tiempos.

      Un saludo.

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  3. Todas geniales pero me quedo con El hombre que mató a Liberty Balance y El hombre tranquilo.
    Saludos.

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    1. Hola, Manderly:
      Para mí "El hombre que mató a Liberty Valance" es la número uno indiscutible.

      Un saludo.

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  4. No soy un gran conocedor del cine de John Ford pero yo me quedaría siempre con "La diligencia". He leído mucho sobre "Centauros del desierto", sus puntos fuertes y sus influencias posteriores, y ni si quiera me parece una buena película. Quizá esperaba tanto que me decepcionó.
    Saludos.

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    1. Hola, Francisco:
      A mí también me costó apreciar "Centauros del desierto", sobre todo porque, como tú, esperaba mucho de ella. Eso sí, tras varios visionados y reflexiones me parece grandísima.

      Un saludo.

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  5. Una de las películas de las que nadie habla cuando se trata de hacer listas sobre John Ford es El sargento negro (1960). A mi me parece una maravilla.


    Para consultar sobre John Ford en el Canon:
    http://canonmovies.blogspot.com.es/2012/01/john-ford-top-30.html

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    1. Hola, angusfly:
      "El sargento negro" me parece espléndida, pero es que hay tanto donde elegir...

      Un saludo.

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  6. Que grande!! Gracias a él empezé a amar el western

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  7. Donde verdaderamente me carga el maestro es en Cuna de héroes, que por mucho que exista en ella el talento narrativo de Ford, el conjunto me resulta casi insoportable. No he visto toda la filmografía de este cineasta, pero si una amplia mayoría de su obras y curiosamente adoro algunas películas más antiguas que las de su época dorada, como son La patrulla perdida (para mi una rareza en la historia del cine sencillamente magistral), El delator y, claro está, La diligencia, una maravilla incombustible.

    Muchas espléndidas, algunas obras maestras (menos de las que se suelen decir), invariablemente apasionantes y hermosas, pero Ford siempre será para mi aquel que hizo el mejor western de la historia del cine, no Centauros del desierto y sí El hombre que mató a … (pero es probable que La diligencia sea la pieza fundamental en la historia del género); la película que más veces he visto y que me llevaría sin dudarlo a una isla desierta si solo pudiera ser una, El hombre tranquilo; y una debilidad mía en La ruta del tabaco, obra maestra injustamente olvidada, donde desentraña al ser humano como nadie y lo ancla a la tierra desde el humor mas ácido posible, con lágrimas de risa y de ternura pocas veces vista. Otra prodigiosa radiografía de aquellos seres incapaces de asumir el paso del tiempo más allá de una cosecha, comprender un mundo sin que un apretón de manos tenga el mismo valor o más que una escritura pública, o asumir que las raíces de un hombre no están en la tierra de le da los frutos de los que vive y que el implacable mundo financiero los convertirá para siempre en seres prescindibles ante máquinas y producción. Sin olvidar a un western magistral como El gran combate, mayor que algunos de sus renombrados éxitos en el género, como La legión invencible o Fort Apache.

    En Las uvas de la ira hace un trabajo espléndido, pero leí la novela antes y eso me marcó definitivamente y la películas es una aceptable versión. No pretendo entrar en la eterna discusión de la literatura y el cine, por estéril e injustificada, pero..

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  8. En cuanto a Centauros del desierto decir que personalmente hay otras películas del maestro que me gustan más y que nunca la tuve entre mi ramillete de películas favoritas de la historia del cine (sí como una obra maestra), bien por una realización con algunos desajustes y fallos en las escenas de acción, bien por algún altibajo en su metraje o por mostrar un dilema moral con algunos subrayados innecesarios que justo se evidencian en los contrapuntos raciales. Contrapuntos que tienen como eje intermedio motor la sobrina que, ella sí, navega entre ambos extremos como pieza que permite ver las miserias y grandezas de los mismos, pero que su giro afectivo y de revisión en la memoria no resulta del todo creíble, pues dicho cambio de posicionamiento es demasiado primario, abrupto incluso, o al menos no suficientemente bien precisado. Detalle que en absoluto pueden enturbiar un trabajo magistral y brutal de Ford, que imprime a esta obra de un rigor superior, atlético y siempre sincero, pues a fin de cuentas describe pasiones sin falsas piedades, siempre sin ambages y nunca demagógicas.

    Se ha realizado por parte de muchos un análisis creo que incorrecto del personaje principal, en una visión excesivamente plana y poco ajustada a lo que la obra especialmente describe. En realidad Ethan es mostrado como poseedor de un odio que va mucho más allá de los hechos ocurridos, pues nos describe a un ser en la más absoluta soledad, que en realidad huye de sí mismo mediante una misión que solo le conduce, sin saberlo, a un enfrentamiento con sus propios fantasmas. Un hombre que ya no tiene sitio en el arca, pero que esconde un notable valor humano, y es ahí donde la lucha interior se hace magistral. Donde la descripción precisa, sincera y sin medias tintas, sin ropajes de salvación, descubren un discurso mucho más limpio de lo que parece. De hecho Ford lo perfila psicótico, incluso enfrentado en la forma y en el fondo con su propia misión y familia, y también en un viaje inverso, en tanto que se produce cierta revisión personal, pero una vez más limpia de discurso.

    Asistimos a la muerte de un arquetipo, al testamento de una forma de ética más simple y primitiva que naufraga en ese mundo que se avecina. Mundo que ajustará debidamente cuentas con ciertos comportamientos del pasado (él en realidad en parte los asume a lo largo de su viaje), pero que también al mismo tiempo arroja al olvido comportamientos morales ausentes de hipocresía. Hipocresía que sí inundará en demasía ese nuevo mundo. Cuando la puerta se cierra y Ethan queda definitivamente solo, aislado e invisible para siempre, asistimos a una de las metáforas más grandes de la historia del cine. Y es ahí cuando Ford afronta un discurso moral antológico, pues arroja al silencio a una forma de ser, entender y comprender que ya no volverá, pero al mismo tiempo rinde un sentido homenaje a ciertos tipos que al mismo tiempo que eran capaces de matar sin pestañear, de no comprender el motivo de otros y su cultura (con mil matices, pues en realidad no era tanto si eran indios o blancos, tan solo si había injusticia), igualmente eran capaces de morir por una causa, de abandonar su propia vida si era necesario o de viajar siempre en la más absoluta soledad.

    Si Visconti nos mostró en Muerte en Venecia una sociedad difunta que no era capaz de aceptar una realidad inminente, y nadie en su sano juicio es capaz de pretender castigar a Luchino por amparar ese tiempo y esa casta privilegiada, pues tan solo realizó un magistral fresco con cierta añoranza descriptiva; Ford a océanos de tiempo y de formato, nos transcribe un testamento real de quien ya nunca volverá y, siempre, sin ambages.

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  9. Una película que me gusta mucho y que creo que está poco valorada es "La taberna del irlandés". Para mí una comedia que habla con inteligencia de temas importantes. Pese a su apariencia superficial algo frívola.

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    1. Buena película, aunque indudablemente menor dentro de su filmografía.

      Un saludo.

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