Páginas

2046 (ídem, 2004) de Wong Kar-Wai.

 
Hong Kong, años 60. Tras instalarse en un hotel, Chow Mo-wan (Tony Leung), periodista y escritor, comienza a elaborar un relato futurista titulado 2046. Las evocaciones de su pasado y la relación que mantiene con algunas de las mujeres que habitan el edificio, le servirán para enriquecer el texto.
  

“En el año 2046, una amplia red de ferrocarriles se extiende por todo el planeta Tierra. De vez en cuando, un tren misterioso parte rumbo a 2046. Todos los pasajeros que se dirigen a ese lugar, tienen el mismo objetivo: quieren recuperar la memoria perdida, pues en 2046 nunca cambia nada. Nadie sabe realmente si eso es cierto, porque nadie, absolutamente nadie, ha regresado nunca. Nadie excepto yo”.

Así comienza el que, bajo mi punto de vista, es uno de los trabajos más logrados y complejos de Wong Kar-Wai. El cineasta hongkonés retoma al personaje principal masculino de su anterior filme, Deseando amar (el cual es necesario ver con anterioridad al que ahora nos ocupa), para crear una enigmática, barroca y embelesante oda al amor perdido.


El mayor logro de 2046, es la forma en la que rompe con la concepción convencional y absoluta del tiempo cinematográfico. Se diría que Kar-Wai comparte el pensamiento filosófico de Henri Bergson, al plantear un tiempo relativo que se deriva de la experiencia subjetiva del yo. Es decir, no existen pasado, presente y futuro como estadios sucesivos y yuxtapuestos, sino como un todo que se funde en nuestra conciencia. El contacto físico con el espacio estático y concreto, es lo que nos lleva a parcelar y diferenciar los distintos tiempos, cuando en realidad se tratan de uno solo. Este planteamiento es captado y plasmado a la perfección por el director, mediante la reiteración visual y narrativa de motivos a modo de bucle: Chow (soberbio Tony Leung una vez más) vive anclado en un solo tiempo; un pasado que se proyecta hacia su presente y futuro.

La película alterna la estética noir con otra propia de la ciencia ficción, ofreciéndonos imágenes de singular y noqueante belleza, ensalzadas por la sublime fotografía de Christopher Doyle. Esta mezcla de clasicismo y modernidad, deudora tanto del cine negro de los cuarenta como de las manifestaciones publicitarias de finales del pasado siglo, es muy habitual en el realizador chino, que vuelve a mostrar su gusto por el ritmo aletargado y musical, el ralentí y el recargamiento y sobreencuadre de cada plano. 


Además de constituir una melancólica reflexión sobre el tiempo y sus heridas, la cinta también profundiza en la génesis y desarrollo del proceso creativo a partir de su interacción con la realidad.

2046 es mucho más que una hermosa y sofisticada historia de desamor, erigiéndose como uno de los mejores filmes de la última década.


12 comentarios:

  1. Me has quitado las palabras de la boca, tio. Esa estetica cuidadosa y particulamente luminosa es lo mas jugoso del filme, aunque cuesta entender el hilo narrativo de la historia es sin embargo esplendida. Aunn asi, yo siempre asociaré a WKW con Deseando amar. A él debo agradecerle tambien otra forma de ver cine y que desde luego las mujeres chinas pueden ser tan sensuales como las nuestras. Debo confesar tambien que me acojona profundamente la belleza femenina, jeje. Saludos

    ResponderEliminar
  2. Hola Ricardo:
    Casualidades de la vida, tenía apartada “2046” para revisarla y disfrutar de nuevo de la sucesora de una de mis películas favoritas: “Deseando amar”. Yo las veo como una unidad, de hecho toda su obra me parece responder como un todo a la misma concepción temporal interna que describes para “2046”. Nombres que se repiten, historias que se cruzan y personajes intercambiables recorren toda una filmografía que gira, como aquel beso interminable de Norah Jones y Jude Law, alrededor del mismo tema: el amor y sus efectos secundarios.

    “2046” funciona bien como trilogía junto con “In The Mood For Love” y “Days of Being Wild”, como continuación de su predecesora, por sí sola, e incluso, yo creo que funcionaría perfectamente si se fragmentara en los distintos episodios de cada amante, a modo de cortometrajes estilo “Eros” .
    Ese tiempo relativo, convierte su cine en una especie de holograma en el que cada parte contiene la imagen del todo.
    Se dice que Kar-wai no quedó totalmente satisfecho con el montaje final, que tuvo que darse prisa para presentarlo a tiempo en Cannes y, que quizás si no hubiera tenido esa exigencia aún seguiría montándolo. Esa dificultad es el precio a pagar por intentar ordenar los sucesos prescindiendo del tiempo lineal, pero los beneficios para los espectadores son evidentes.

    Quizás el desamor no tenga cura, pero tiene un director que ha sabido dar forma a su indescriptible desaliento poético y atravesar no sólo la pantalla, sino mis defensas más inexpugnables. Confieso mi admiración por “Deseando amar/2046”; junto con “Mulholland Drive/Inland Empire”, “Yiyi” y “Armonías de Werckmeister” forman parte de las que considero las mayores aportaciones que ha dado el cine al arte del S.XXI.
    Me parecen puertas entreabiertas a universos extraños y originales en la forma, pero reconocibles y seductores a nivel emocional, con esa capacidad de atracción de todo aquel que se asoma a los abismos de lo humano sin precipitarse en la pretenciosidad.

    Es difícil no sentirse como en casa en tu blog, cuando ya la entrada es un lujo que nos abre la puerta “2046”.

    Un abrazo y feliz verano.

    ResponderEliminar
  3. Coincido plenamenete excepto que a mí el film se me hizo algo pesado por momentos, quizás le sobre algún minuto.

    ResponderEliminar
  4. Hola, José:
    Está claro que la estética es uno de los puntos fuertes del cine de Wong Kar-Wai. Su talento visual es indiscutible. La sensualidad a la que haces referencia, es otra de las señas de identidad de la obra del cineasta chino. Es cierto que Gong Li, Zhang Ziyi, Faye Wong o Maggie Cheung son bellísimas.
    Por cierto, no te preocupes, que a casi todos nos "acojona" la belleza femenina :).
    Saludos, estimado José.

    ResponderEliminar
  5. Hola, txusfin:
    Se echaban de menos tus jugosos comentarios por estos lares. Firmo prácticamente todo lo que dices, especialmente tus alusiones a "Yi Yi" y "Mulholland Drive" como dos de las obras de cine más importantes de lo que va de siglo. A este respecto también quisiera incluir a Terrence Malick, autor del filme más bello de la última década ("El Nuevo Mundo"); y que parece que va a escribir una nueva página en la historia del cine con su "The Tree of life".
    Yo también te deseo un feliz verano (lo que queda), ya sabes que esta es tu casa.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Hola, Luis:
    A mí no se me hizo pesada, aunque entiendo que pueda parecerlo. Son dos horas de narración pausada y reiterativa (por los motivos citados en el comentario).
    Un cordial saludo y gracias por tu comentario.

    ResponderEliminar
  7. Socorrooo! Me he quedado atrapada en 2046 y no se cuanto va a durar esto...ja,ja,ja.
    En serio ¿Sabes que pasa? que el Dvd se queda bloqueado hacia el final de la película y como me costó encontrarlo, a ver donde puedo encontrar otro para verla completa.
    Enfín... no pienso rendirme!
    Hasta pronto!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja,ja,ja. Menuda faena... Deberías replantearte conseguir determinadas películas a través de la red, ¿no crees? Espero que tengas suerte y consigas terminarla.

      Un abrazo.

      Eliminar
  8. Estoy de acuerdo contigo; pero primero tendré que conseguir un ordenador para mi sola; porque de momento, cuando el de casa está ocupado (que es casi siempre), tengo que salir pitando para el ciber. Si alguna vez tengo uno, dire: Es miiio, mi tesoooro!...ja,ja,ja

    ResponderEliminar
  9. Bueno, me ha costado, pero al fin lo logré! "Si no aceptas un no por respuesta, sigue existiendo la posibilidad de conseguir lo que quieres": eso se dice en la pelicula y es verdad. Como siempre, tu comentario me sirvió de guia para no perderme detalles. Al principio se me hacía raro el comportamiento de Chow, tan distinto de "deseando amar"; pero a medida que avanza la película, uno comprende porqué. Me ha gustado mucho el personaje que viaja en el tren. Considerándolas como un todo, me emocionó mucho la primera y me ha hecho reflexionar la segunda.
    Ahora no se si seguir con "Los amantes crucificados" (que al fin la conseguí) o con "Sacrificio" ¿Cual me aconsejas?
    Por cierto, esta vez no conozco la foto de cabecera y no he podido averiguarlo (parece de alguna de bergman); uy, que rabia no saberlooo!




















































    '

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Bien! Me alegra que la hayas terminado. Es verdad que en comparación con "Deseando amar", "2046" es más cerebral y menos emotiva. No obstante, y como dices, debes considerarlas como un todo. Y sí, con lo recatadito y respetuoso que era Chow en la primera entrega, se hace raro verlo convertido en un "pichabrava" :).
      Entre "Sacrificio" y "Los amantes crucificados" no tengo dudas... la de Tarkovsky.
      La foto de cabecera es de "Diario de un cura rural" (1950) de Robert Bresson.

      Eliminar
  10. Ya lo suponía. Además me viene bien un descansito; si sigo con "Los amantes", puedo acabar levitando...ja,ja,ja
    Te Seguiré contando!

    ResponderEliminar